Dedicado a mi incondicional lectora
Françoise F. G.
"No es oro todo lo que
reluce"
Refrán
Refrán
Con el reino mineral, concluyo la trilogía
de los reinos de la naturaleza que os he ido presentado en las anteriores entradas
en este blog, con la diferencia que los reinos vegetal y animal tienen vida, y
el reino mineral, son todos elementos inanimados.
La alquimia ha adoptado en la historia
muchas facetas, las más recurrentes eran transformación del mineral de plomo u
otros elementos en oro, la búsqueda de la piedra filosofal, con la que era posible
conseguir la vida eterna, y una disciplina filosófica que
combina elementos de la química, la metalurgia, la física, la medicina, la
astrología, la semiótica, el misticismo, el espiritualismo y el arte.
El reino
mineral y la alquimia en los laboratorios
Un ejemplo de ello, es el caso de un famoso alquimista
francés Nicolás Flamel (1340-1418) escribano público, copista y librero, que compró un libro para su librería que resultó
ser un extenso tratado de alquimia de un tal Abraham el Judio. No obstante, los
numerosos símbolos que constaban en el tratado le resultaron difícil de comprender
lo que quería transmitir, por ello se vino a España, concretamente a Santiago
de Compostela, para que un judío converso
le ayudara a la explicación de la simbología, ya que se trataba símbolos que estaban relacionados con la
Cábala.
Según
el matrimonio Flamel, en un escrito,
consta que lograron convertir el mercurio en plata, luego en oro y
obtuvieron la piedra filosofal.
Parece ser que todo ello fue una farsa, pero lo curioso del
caso, que aquel simple librero, financió
la construcción de catorce hospitales, asilos para huérfanos, tres capillas, el
cementerio de Saint Jacques, etcétera y cuando destaparon sus tumbas, en busca
del libro de alquimia del judío Abraham, no se encontraron los restos del
matrimonio. ¿Es posible, que fuera cierto que también habían descubierto la
piedra filosofal? La escritora J.K. Rowling se inspiró en esta leyenda para su
novela Harry Potter y la piedra filosofal.
Otro ejemplo, es el suceso del alquimista alemán Hennig Brand (1630-1692)
que se gastó la fortuna de su primera y
también la de la segunda esposa, por la
pasión de su oficio de alquimista. En
1669, al destilar 50 cubos de orina, mientras buscaba la piedra filosofal,
obtuvo un material blanco que brillaba en la oscuridad y ardía con llama
brillante, había descubierto el fósforo
(P).
Este oficio, tenía sus riesgos, ya que
los alquimistas mezclaban spiritus vini
(etanol) y mercurio en agua fortis
(ácido nítrico), y esta mezcla se producía el "fulminato de mercurio" que en muchas ocasiones por su
inestabilidad había explosionado, llevándose al traste al alquimista y a su laboratorio.
El
reino mineral y la alquimia en la preparación de medicinas
Theophrastus Phillippus Aureolus
Bombastus von Hohenheim, quien con el tiempo terminó refiriéndose a sí mismo
como Paracelso (1463-1541) nació en
un pueblo cercano a Zúrich, en lo que
hoy es Suiza.
Paracelso extiende la
definición de alquimia a cualquier proceso en el que sustancias naturales se
convierten en algo nuevo:
“Ya
que el panadero es un alquimista cuando cuece el pan, el viñero cuando hace
vino, el tejedor cuando hace tela”
El uso más importante que
podía hacerse de la alquimia, según Paracelso, era la preparación de medicinas que restablecieran el equilibrio químico de un cuerpo alterado
por la enfermedad. Así pues, creó una sustancia que parecía combatir todos los
males físicos que aquejaban al hombre. La denominó “láudano” y consistía en una una preparación compuesta
por vino blanco, azafrán, clavo, canela y otras sustancias además de
opio. También, ideó un tratamiento a
base de mercurio para el tratamiento
de la sífilis.
Grabado
de la izquierda: "El niño Jesús castiga a la humanidad con la sífilis",
xilografía de Joseph Grünpeck (1496)
Grabado
de la derecha: Tratamiento de la sífilis en 1498, el médico arrodillado estaría
aplicando mercurio según las directrices de Paracelso.
El
reino mineral y la alquimia en las catedrales con sus filosofías
Hay innumerables catedrales con
símbolos alquimistas, ya que muchos arquitectos eran masones y comulgaban con
sus corrientes filosóficas. De todas ellas, he escogida la que últimamente ha
salido en los medios de comunicación por su aparatoso incendio, me refiero a la
catedral de Notre Dame de Paris, que además, es
uno de los monumentos más visitados por el turismo (15 millones de
visitas por año), y que me trae recuerdos de mi juventud, cuando leí la obra de Victor Hugo que relataba
el amor imposible entre el jorobado Quasimodo y la gitana Esmeralda. También me
traen a mi memoria recuerdos de la historia, como la coronación de Napoleón
Bonaparte o la beatificación de Juana de Arco, y cuando Hitler tuvo que retirar
sus tropas de ocupación de Paris, ordenó volarla junto con el resto de
monumentos emblemáticos de la ciudad, y que el general alemán al mando de la
plaza, no cumplió afortunadamente la orden.
Pues a pesar de que en este incendio reciente,
se perdió el techo y la aguja central de 100 metros de altura, la parte que
quiero poner de relieve está intacta, me refiero al pilar central del pórtico del
Juicio que aparece la Alquimia y sus mensajes filosóficos.
A la izquierda: la columna de la entrada central de la catedral,
y un círculo rojo señala la situación
del pilar de la foto de
detalle que presento a la derecha
A la derecha: detalle de las alegorías ubicadas en el pilar.
En este pilar aparece la
Alquimia representada por una mujer cuya frente toca las nubes, sentada en un
trono y con un cetro, y que con la mano
derecha sostiene dos libros, uno cerrado, que simboliza el esoterismo (conocimientos
secretos) y el otro abierto que simboliza el exoterismo (conocimientos
divulgados). Entre sus rodillas y apoyada sobre su pecho, hay una escalera de
nueve peldaños símbolo de la scala
philosophorum (la escala de los filósofos) y que luego daré más detalles.
En
la vista frontal de la fotografía sólo se aprecian dos figuras que franquean el
medallón principal descrito, a la izquierda una figura femenina con un
matraz en lo alto representando la Medicina y en la derecha la Astronomía, permaneciendo el resto de figuras totalmente
ocultas a la vista desde esta perspectiva, que a continuación os las presento
como otros peldaños de la sabiduría.
A la izquierda: Están personificaciones
las alegóricas de la Geometría, la Dialéctica, y tal como hemos dicho, de la Medicina.
A la derecha, Le siguen: la Astronomía, la Gramática, como no, la Música.
Las seis disciplinas, que anteriormente hemos mencionado, son los
seis primeros peldaños de la escala ascensional, del paso de la tierra al cielo,
que se hace por una sucesión de estados espirituales, cuya jerarquía marcan los
escalones. La Scala
philosophorum (la escala de los filósofos) y se representaba en el medievo con nueve
peldaños. En dos obras del beato conocido como "Doctor Iluminado",
Ramon Llull o Raimundo Lulio (Mallorca, 1232–1314), laico muy próximo a los
franciscanos y uno de los más sabios personajes del medievo, tanto en el ámbito
teológico, místico y filosófico como en el ámbito científico y técnico (se le
atribuye la invención de la rosa de los vientos y el nocturlabio), ilustra perfectamente este concepto en su
obras, tal como se especifica junto a las ilustraciones siguientes.
Izquierda: Scala
intellectus en el libro: "Liber de ascensu
et descensu intellectus" de Ramon Llull.
Derecha: La "Escala de los nueve
filósofos y escala de los nueve principios absolutos y relativos", procedente
del "Breviculum" códice de Ramon Llull.
Siguiendo con la figura
central, si unimos las nubes con las pupilas de los ojos a través de
la raya triangular del peinado se forma un triángulo áureo.
El
triángulo áureo, también llamado "divina proporción", su ángulo superior tiene 36º y los dos ángulos
de la base 72º cada uno. El 36 tiene una gran significación, pues es un número
que se encuentra en infinidad de conceptos matemáticos, esotéricos y religiosos
(sea él o derivados de él, como su reducción numerológica: 3 + 6 = 9).
Igualmente, la reducción numerológica de 72 es 9 (7 + 2 = 9).
En
algunas representaciones abstractas, Dios se simboliza como un triángulo con un
ojo dentro, el "ojo que todo lo ve" u "ojo omnisciente".
La
Alquimia, arte esotérico por excelencia,
era llamada en la Edad Media, el arte de la música y que tenia por
divisa: “or et labor”, "ora y trabaja". Y efectivamente, la vida
interior es tan importante para el alquimista como las actividades operativas. Es por esto, que el dibujo de Hans Vredeman de Vries (1527-1604),
"El laboratorio del alquimista" muestra a alquimista Henry Khunrath orando
en su laboratorio, ya que la Gran Obra solo se alcanzaba con la fe, la perseverancia
y la gracia divina. A la derecha
matraces y alambiques, y en el centro con
una mesa cubierta de instrumentos musicales que simbolizan la armonía del
mundo.
Notas:
1ª Hace
más de 30 años, científicos nucleares del Laboratorio Nacional Lawrence
Berkeley (LBNL) en California, consiguieron
obtener oro a partir del bismuto (un elemento adyacente al plomo con número
atómico 83). Lo lograron, golpeando sus
átomos con partículas para expulsar cuatro protones de su núcleo, llevar el
número de protones a 79 para convertirlos en oro. Pero, aunque el proceso fue
posible, requiere un uso de elevado
recursos, de tal forma que el oro resultante de la trasmutación, termina siendo
no rentable.
2ª
Reivindico una vez más el color amarillo, esta vez del amarillo del lazo de la
pancarta que de nuevo ha sido colgada en
el Ayuntamiento, después de la toma de posesión de la alcaldía por Ada
Colau, en contra del parecer de los
señores Collboni y Valls.
3ª A
partir de ahora, pasaré a publicar mis entradas de mi blog cada tres semanas.
Buen verano y hasta el lunes 22 de julio. ¡Muchas gracias por leerme!