“A reinar, fortuna, vamos;
no me despiertes, si duermo,
y si es verdad, no me duermas.”
El pasado día 10 de este mes, se celebró el Día de los Derechos Humanos en conmemoración de que en el año 1940 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, documento histórico que proclama los derechos inalienables que corresponden a todo ser humano, independientemente de su raza, color, religión, sexo, idioma, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier condición.
Este documento está disponible en más de 500 lenguas, y es el documento que más se ha traducido en todo el mundo, y por este hecho, tiene el Record Guiness.
Una de las artífices de este documento fue Eleanor Roosvelt, escritora, activista y primera dama de de los estados unidos, y primera Presidenta del Comité por Los Derechos Humanos en la Asamblea General de la Naciones.
Eleanor Roosevelt (1948) sostiene un ejemplar de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Soñar despierto
Nuestros sueños, y nuestros deseos están condicionados, según sea la corriente científica que sigamos, así los psicoanalistas, Freud y sus seguidores, pregonaron que todo proviene del pasado, Skinner y los conductistas que todo dependía de los estímulos, y los genetistas opinan que los genes diseñan nuestro destino: Sin duda todos estos condicionantes juegan en nuestros sueños y deseos, pero lo importante es que nuestro cerebro puede hacer proyectos de futuro, y planificarlos para llevarlos a cabo.
Soñar, se suele hacer dormido, pero también se puede soñar despierto, con la ventaja que el que sueña despierto tiene conciencia de que muchas cosas que se sueñan por la noche se nos escapan de las manos, en cambio, soñar de día, podemos poner nuestra actividad física para su logro.
Un ejemplo de un soñador de día, fue reverendo Martín Luther Kig (1929-1968), que por ejemplo, desde las escalinatas del Monumento a Lincoln en Washigton en 1963, profirió un discurso que reclamaba una mayor igualdad de los derechos civiles para los afroestadounidenses, y entre otras cosas dijo:
"Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas."
En reconocimiento de sus sueños en 1964 le otorgaron el Premio Nobel de la Paz.
Pese a estos legítimos sueños, estos se apagaron en 1968 por un impacto de una bala, disparada por un segregacionista blanco, constatándose una vez más, la oposición al progreso del conservadurismo retrógrado.
Soñar dormido
Una pequeña síntesis del proceso del sueño, según los expertos, dicen que pasamos por cuatro fases:
En la fase 1, se produce el adormecimiento, es la fase de "duermevela" que dura aproximadamente diez minutos, pasamos de un estado de vigilia hasta adormecernos.
La fase 2, se produce un sueño ligero, y ocupa un 50 % de nuestros ciclos de sueño. En esta fase nuestra respiración y nuestro ritmo cardíaco se van ralentizando.
La fase 3, es la etapa corta, de unos dos o tres minutos, de transición entre el sueño ligero y el profundo.
Las fases 3 y 4 son esenciales para nuestra restauración física y psíquica. Durante el sueño se genera la hormona del crecimiento, y si no descansas adecuadamente, lejos de quemar más calorías por permanecer más tiempo activo, puedes llegar a ganar peso al generarse más cortisol (la hormona del estrés), que nos hace acumular grasa para tener energía de reserva, ya que nuestros cuerpo interpreta que hay una situación de alarma.
Después de un
corto periodo de regreso a la fase 2, entramos en la fase de sueño REM,
en la que nuestros ojos empiezan a bailar detrás de los párpados (Rapid Eye
Movement), por ejemplo, a mí que me gusta el tenis, y en el caso que soñara con un partido, mis ojos se moverían horizontalmente, mientras que un aficionado al básquet soñando
con un partido, sus ojos se moverían
verticalmente. El primer periodo de sueño REM sólo dura unos 5 minutos antes de
que regreses a las fases de sueño profundo.
Como podéis ver en el gráfico, el sueño se va volviendo más ligero según se repiten los ciclos y las fases de sueño REM son más prolongadas según avanza la noche. También se cuenta que si nos despertamos durante el sueño REM lo recordamos más fácilmente "nuestro sueño".
Yo como todos los mortales sueño, y además tengo pesadillas, pero puedo jactarme de que cuando me atormenta una de ellas, tengo la facultad de despertarme para dar fin a la misma.
La otra noche, por ejemplo, durante el sueño REM, soñé con una pintura de mi admirado pintor surrealista Salvador Dalí, concretamente una obra que pintó en su estancia en los Estados Unidos en 1944, que tiene un largo título:
"Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes del despertar"
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid
Y según lo soñaba, mi inconsciente me lo iba desvelando:
"Catalunya, la mujer, está dormida en un extremo de España, sobre un precioso azul del mar Mediterráneo, y a lo lejos se divisaban las islas Medas. El zumbido de la abeja que revolotea alrededor de la granada inferior le provoca un sueño idílico a Catalunya, pero se despierta por la explosión de la granada superior de la que sale un pez, que representa al ex presidente Zapatero, por el adagio "por la boca muere el pez", acompañado de dos enfurecidos tigres, representando a los dos partidos mayoritarios, y un fusil con la bayoneta calada, que no describo su significado por su obviedad. Al fondo, se observa un elefante con patas de insecto, que representa el "conservadurismo".
Ah! perdón, ambas granadas representaban a España, por la analogía de la granada de la parte inferior del escudo de España."
El pinchazo de la bayoneta despierta a Catalunya, y el sueño se tornó en pesadilla, y como siempre, me desperté al momento".
Siguiendo lo pasos de Freud, que en cada mañana analizaba sus sueños, y que cuya experiencia le sirvió para escribir en 1900 su obra sobre "La interpretación de los sueños", quise emularlo y analizar atentamente mi sueño. El resultado fue sorprendente, e insospechado, ya que coincidí con la opinión de Calderón de la Barca:
“¿Qué es la
vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.”
El sueño en la literatura
El tema del sueño es recurrente en los escritores, además del protagonista de hoy, Calderón de la Barca, solo citaré en representación de todos ellos, a Cervantes y Shakespeare. Así Cervantes cuenta que Don Quijote, dormía poco, y tal vez le venía en parte, su locura:
(...) se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio; y así, del poco dormir y del mucho leer se le secó el cerebro, de manera que vino a perder el juicio.
Hay una escena que Don Quijote lucha dormido, contra unos cueros de vino creyendo que son sus enemigos, y al final de la obra, Don quijote recupera la lucidez mental, cuando duerme más de seis horas seguidas.
Shakespeare, detalla los beneficios del descanso, en Macbeth, con unos bellísimos versos que describen el efecto reparador del sueño:
¡El inocente sueño, el sueño que entreteje la enmarañada seda floja de los cuidados!... ¡El sueño, muerte de la vida de cada día, baño reparador del duro trabajo, bálsamo de las almas heridas, segundo servicio en la mesa de la gran Naturaleza, principal alimento del festín de la vida!
(Acto segundo, segunda escena)
Mis deseos figurativos para el año 2022
En mi niñez era costumbre por estas fechas recibir una felicitación ilustrada de los familiares, y de los gremios del barrio, que además estos te la llevaban personalmente para recibir una propina. Por todo ello, he querido elaborar mi felicitación de Navidad para todos vosotros, que incluye algunos de mis deseos de mejora para nuestra sociedad para el próximo año de forma figurativa, y como es difícil su interpretación, os la describo telegráficamente a continuación:
"Don Quijote y Sancho, representan mi deseo de que todas las personas debieran ver el mar, y si pudiera ser el Mediterráneo, como lo vieron ellos al llegar a Barcelona; además Don Quijote reparte sabiduría, que representa mi deseo de una enseñanza pública universal; el sol representa el calor, el cobijo, es mi deseo de que todas las persona posean una vivienda digna; la paloma es obvio que representa mi deseo de paz de guerra, pero además, deseo paz en toda sus facetas, como la doméstica, la política, etcétera; la rama de olivo que lleva la paloma en su pico, es el alimento, que es mi deseo de que no haya hambre; el cangrejo, es cáncer, la terrible enfermedad que nos azota con la edad, por ello este crustáceo, representa mi deseo de una sanidad universal; los bigotes de Dalí son los platos de la balanza de la justicia, de una justicia igualitaria; y por último, se observa a un Dalí sumergido en el mar que está soñando, como lo está este iluso bloguero".
¿Os suenan estos deseos? Estoy impaciente para que se cumplan para el año que viene, porque:
"Cuando al deseo se le quita la espera, se convierte en impaciencia"
¡Os deseo un feliz año nuevo para todos vosotros y sobre todo salud!
Gracias por leerme, seguiremos en contacto de aquí a tres semanas.
Notas:
1ª El papa Francisco que dice que estamos en un "momento Noé", el pasado día 11, le dio audiencia a nuestra vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, que como ministra de trabajo le explicó al Papa la reforma de la ley laboral que prepara el Gobierno, y que al papa le debió resultar música celestial.
2ª El fallecimiento de Manolo Santana (R.I.P.) me ha hecho recordar mis comienzos con el tenis. Recuerdo que en aquella época se jugaba con raquetas de madera, la mía era de la marca Dunlop Maxpli, que además después de jugar, se ponía dentro de una prensa para evitar la deformación del aro. Me inicié en este deporte que aún lo cultivo, con los profesores y entrenadores: Joaquín Fernández (al que le mando un abrazo) y con Jaime Martí que falleció hace ya muchos años.