lunes, 18 de noviembre de 2024

EL CAMBIO CLIMÁTICO Y LOS CUENTOS DE MI INFANCIA

 

Dedicado a mi nieta Diana estudiosa del Cambio Climático

 


La situación de hoy día sobre los desastres ocasionados por el  Cambio Climático, y en concreto la Dana,  que hace unos días hizo acto de presencia en Valencia,  me hace recordar un cuento de mi infancia, que un pastorcillo gritaba falsamente con frecuencia: ¡Que viene el lobo!, ¡Que viene el lobo! y los  científicos gritan sin parar: ¡El Cambio Climático producirá desastres!, ¡El Cambio Climático producirá desastres!, tal  como el pastorcillo de mi cuento de mi infancia gritaba: ¡Que vine el lobo! ¡Que vine el lobo! y finalmente el lobo llegó.

 

El  Cambio Climático y otro cuento de mi infancia

El Cambio Climático es un fenómeno atmosférico y no es una opción ideológica, sino un hecho científicamente demostrable, que hemos provocado nuestra sociedad  en los últimos siglos por contaminar la atmósfera con gases, principalmente por el dióxido de carbono (CO2), con el 55 % de implicación en el Cambo Climático,  a causa de la combustión masiva del petróleo, del carbón y del gas, causando un efecto invernadero, que produce la subida paulatina de la temperatura en nuestro planeta.

Los otros gases que producen el efecto invernadero  son el gas metano (CH4) que proviene por descomposición de la materia orgánica, que junto  al  óxido nitroso (NO2) que se libera de los fertilizantes nitrogenados y estiércol, son los responsables de un 30 % del efecto invernadero,  y por la último,  los halocarburos, que son  compuestos orgánicos ricos en elementos halógenos que se encuentran en los aparatos de refrigeración, lámparas, anticongelantes,  en la industria papelera, en la industria farmacéutica, etc.

El gas metano procede gran parte de las ventosidades del ganado sobre todo por las vacas y  los bueyes, este hecho  me hace recordar el cuento de mi infancia “El Patufet”, que era un niño de tamaño muy  pequeño,  que para que no le pisaran los transeúntes,  les llamaba su atención cantando:

 

Patim, patam, patum, homes i dones del cap dret.
Patim, patam, patum, no trepitgeu en Patufet.


 Al final del cuento, Patufet se cobija de la lluvia  debajo de una col, y un buey se comió  la col y se tragó a Patufet.

 

Sus padres le buscaron por todos lados preguntando a gritos:

 

– Patufet, on ets?

– Sóc a la panxa del bou, que no hi neva ni hi plou.

 

Entonces sus padres atiborraron al buey de haces de trigo, y consiguieron que el buey se saciara  e  hizo una fuerte ventosidad, que expulsó a Patufet al exterior. Luego muy ufano  se marchó con sus padres a su casa cantando su canción.

Patim, patam, patum, homes i dones del cap dret.
Patim, patam, patum, no trepitgeu en Patufet.

Recuerdo que la ventosidad colosal del buey,  nos hizo  mucha gracia en nuestra infancia; pero en aquella época no eran  conscientes, nuestros padres, ni nuestros abuelos,  los que nos explicaban el cuento, y menos nosotros, de que esta flatulencia animal, influyera  en el Cambio Climático

 

Los prudentes, los escépticos,  los tergiversadores del Cambio Climático

Quiero rendir mi homenaje a James Hansen (1941), profesor de la Columbia University y excientífico  de la NASA, que fue el primer estudioso del cambio climático, y en el año 1988 alertó al Congreso de los Estados Unidos de los peligros del calentamiento global.


Desde entonces existen los prudentes, los escépticos (cada vez menos) y los tergiversadores interesados. La subida de la temperatura es palpable, ahora sudamos más, aparcamos el abrigo en invierno y utilizamos cada vez más las camisetas exteriores.  El otro día mi hermano Santiago,  me envió por correo electrónico una foto de nuestra infancia,  donde mi hermano José María y yo,  posamos  con americana y corbata (Santi  es el que está subido en la bicicleta) Como podéis ver,  en la época de mi infancia, hacía menos calor, y no utilizábamos camisetas exteriores, si no, las interiores.

 

No obstante, por mi edad no me preocupa que aumente la temperatura, sino sus consecuencias, que afecta a la cantidad e intensidad de los huracanes e inundaciones, como el desastre que nos ha acontecido en España con la Dana. Para constatar el aumento de la temperatura en nuestro planeta adjunto el siguiente grafico;

 


que pone en evidencia el aumento de la temperatura, y concretamente  en el año 2020 fue  de  1,2º C superior a la media de los años 1850 a 1900.

Recuerdo una canción  del valenciano cantautor Raimon que la letra  vaticinaba que en su país, Valencia, “la lluvia no sabe llover.”

Al meu país la pluja no sap ploure:
o plou poc o plou massa;
si plou poc és la sequera,
si plou massa és la catástrofe.
Qui portarà la pluja a escola?
Qui li dirà com s'ha de ploure?
Al meu país la pluja no sap ploure.

Los que me leéis  asiduamente, sabéis mi afición en apoyarme en obras artísticas en mis publicaciones. Hay una obra de Goya que nos puede dar la idea de representación de los peligros del Cambio Climático, se titula: “El Coloso” (Museo del Prado)


 

El Coloso, presenta un paisaje en el que una figura masculina de proporciones gigantescas camina de espaldas, rodeada de nubes, con sus ojos cerrados y el puño izquierdo levantado. En la parte baja, un valle, en donde hombres y mujeres, carruajes y animales corren en su huida.

 

Después de la tempestad,  viene la calma

Esto dice nuestro refranero español. Existe un fenómeno atmosférico que anuncia el final de la tempestad, es la visión del arco iris (L’arc de Sant Martí en catalán)  debida a la refracción, de cuando la luz del sol atraviesa una cortina fina de lluvia, se produce la descomposición de la luz en un arco de colores fundamentales, como los colores  de los lápices ALPINO, que utilizaba en mi infancia para pintar los cuentos para ilustrar con los colores: rojo, amarillo, verde, azul, y violeta.

Un pintor de la naturaleza,  fue el inglés John Constable (1776-1837) que realizó varias obras representando el arco iris. Por ejemplo, la titulada: Catedral de Salisbury vista a través de los campos (1931)

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Obra que fue criticada porque iluminó la parte superior derecha como si el sol estuviera allí, cuando se sabe que el sol está siempre detrás del observador del arco iris.

Su segunda obra que os presento, tiene la particularidad, de que representó  un doble arco iris, y la tituló: Londres desde Hampstead, con doble arco iris (1831)


 

También fue criticado porque sus doble arco iris  le faltaba la curvatura que tiene los arcos iris, y yo añado, le faltaban los colores de mis lápices ALPINO de mi infancia: rojo, amarillo, verde,  azul, y violeta.

 


El desastre de la Dana en España, debe servir de ejemplo para incentivar las políticas medioambientales acordadas para mejorar nuestro planeta, y no debemos  caer en la falacia de “bajar impuestos” que pregonan algunos partidos políticos, por el contrario se deben subir,  para realizar políticas preventivas contra los huracanes e inundaciones, y  otras medidas sociales;  es más barato prevenir  que la de reconstruir los desastres, y además,  salvaremos vidas, con lo cual  mejoraremos todos los españoles,  y seremos dignos de ser animales racionales.

Y para finalizar la entrada de hoy, acabaré con el entrañable final de mis cuentos de mi infancia:

I vet aquí un gos, vet aquí un gat que aquest conte s'ha acabat.

 

Notas:

  Está constatado que por el calentamiento global, el nivel del mar ha subido 19 centímetros desde 1901 a  año 2010.

2ª He apuntado que el dióxido de carbono (CO2), tiene una implicación del  55 % en los gases que producen el efecto invernadero, por lo que apreciados lectores, nosotros contribuimos con 192 gramos de CO2 por cada kilómetro que hacemos con nuestro coche. El cálculo no es sencillo, podéis pasar a la nota 3ª, o continuar leyendo.

(El cálculo: El peso atómico del carbono (C) es 12 y el oxigeno (O) del aire que se combina cuando se quema, 16. El CO2, tiene un peso molecular de 12 + 16 + 16 = 44, o sea 3,66 veces más que 12, antes de la combustión. Como que un litro de gasolina tiene unos 650 gramos de Carbono (C), por cada litro de gasolina que quemamos se forman 650 x 3,66 = 2.379 gramos de CO2, es decir unos 2,4 kilos. Si consumimos un promedio de 8 litros en 100 kilómetros, emitimos 8 x 2,/100 = = 0,192  kilos de CO2, es decir, 192 gramos por kilómetro)

3ª Estoy tan  indignado como los valencianos, por las actuaciones pasadas y actuales de sus  políticos,   y no lo he querido ponerlo en relieve en la publicación de hoy, todo lo contrario, lo he redactado con aire festivo. Todos los alcaldes de las poblaciones afectadas han salido muy compungidos en los programas de televisión, y yo os pregunto: ¿Quién concede las licencias de obras?


 

4ª Los estadounidense han preferido un presidente amoral, populista y conservador que a una mujer intachable y progresista. Estas elecciones me han hecho recordar  un pasaje de la Historia Sagrada que me explicaron de pequeño,  cuando una multitud judía eligieron  indultar  a Barrabás y en consecuencia condenar a muerte a Jesucristo. Ahora, de mayor, y con la nostalgia de mis cuentos de mi infancia, se que las armas y las urnas las carga el diablo.