El pasado 8 de marzo, fue el día de la mujer.
En pleno siglo XX, concretamente en el año 1977, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas
(ONU) proclamó el 8 de marzo como Día
Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.
A mi modo de ver, es más que un día de homenaje a la mujer, es un día para la
reflexión de los hombres, acerca de la
importancia del rol que desempeñan las mujeres
en cada ámbito de la vida social.
Desde la antigua Grecia, como primer antecedente histórico de la lucha de las mujeres por la
igualdad de derechos del hombre, en la obra Lisístrata de Aristófanes, la
protagonista realiza una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la
guerra, poniendo ya de relieve sus dotes de empatía y dialogo, muy opuesto como
norma general al del género masculino. Es decir, que si hubieran
gobernado más mujeres en el mudo, hubieran habido menos guerras.
Otro hito importante en la historia fue durante la revolución francesa, cuando las mujeres parisinas marcharon hacia
Versalles y pidieron el sufragio femenino, bajo el lema: “libertad, igualdad y
fraternidad”.
Finalmente, y ahora me refiero a España, en el siglo XX la diputada Clara Campoamor Rodríguez defensora de los
derechos de la mujer, logró el sufragio
femenino en 1931, y ejercido por primera vez por las mujeres en
las elecciones de 1933. En su libro “El
voto femenino y yo”, dice:
(...)Resolved
lo que queráis, pero afrontando la responsabilidad de dar entrada a esa mitad
de género humano en política, para que la política sea cosa de dos, porque solo
hay una cosa que hace un sexo solo: alumbrar; las demás las hacemos todos en
común, y no podéis venir aquí vosotros a legislar , a votar impuestos, a dictar
deberes, a legislar sobre la raza humana, sobre la mujer y sobre el hijo,
aislados, fuera de nosotras.
Hoy día se habla de ley de igualdad en la
composición de un gobierno o en un equipo empresarial, no obstante, aún hay
cierto recelo por el género masculino, pero como dice el viejo refrán, “el
tiempo pone a cada uno en su lugar”.
Notas:
1.-El 74 % de
las compañías españolas incumplen la ley de igualdad, sólo el 26 % de las compañías cuenta con más
de un 40 % de representación femenina en sus consejos de administración
2.- En mi
novela empresarial, se propone a una mujer como Directora General para
“gestionar el cambio en la organización de la empresa”. Las razones para su
nombramiento se describen en la página 111
(haz clic en VER LA NOVELA en el margen derecho).
3- Si quieres hacer alguna
consulta sobre este post, haz clic en mi
fotografía dónde encontrarás mi correo
electrónico
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