domingo, 15 de junio de 2014

EL HOMBRE EN LA EMPRESA, EN LA POLÍTICA Y EN LA SOCIEDAD


http://t2.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcTW0kXbNGs9tcqXgJn2nTyC-vXjmUbdgnhPBIZSXF8GQzDZoxQANQ

 

La evolución del hombre hasta nuestros días: del Homo sapiens sapiens al Homo sensus sapiens

Hoy hablaremos del “hombre” y cuando digo hombre es lo mismo que dijera mujer, o ambos, lo hago para abreviar. También sólo hablaré de  la bondad del hombre, olvidándome expresamente de su maldad.

El hombre o el homínido, que desde su origen ha ido evolucionando,  bajo el punto de vista de su clasificación, los seres humanos modernos quedamos definidos mediante la denominación  HOMO SAPIENS SAPIENS, de la misma, se desprende que nos consideramos como un  grupo de animales  doblemente sabios.

En esta clasificación se han dejado la parte emotiva del hombre, siendo esta primordial porque entre otras emociones está  la reproductiva y es la que conserva la especie.

El hombre ama, quiere ser feliz, es empático, se emociona, es sensible a las catástrofes, a la hambruna, a las guerras, etcétera, es decir que SIENTE.

Finalmente, en el punto de la evolución en que estamos, somos HOMO SENSUS SAPIENS, esto es, un grupo de animales que sienten y razonan.


El hombre y la empresa

Desde sus primeros pasos en áfrica, el homo sapiens, iba a cazar para la supervivencia de todos los suyos, con el tiempo, en vez de cazar, se dirige cada día a su empresa, para que a cambio de su trabajo le den un dinero  para llevarlo a su casa para el sustento de su familia. Esto, me da pie a decir que las empresas deben de existir y estar al servicio del hombre y no al revés, como es el pensamiento generalizado.

Esta crisis, hará mejorar el pensamiento de los nuevos empresarios (homos sensus sapiens)  y no gracias a las políticas del gobierno o de la mayoría de las empresas de la CEOE ancladas en la especulación económicas del pasado. La capacidad de los nuevos empresarios darán respuesta a los problemas de nuestra sociedad, dando una mayor satisfacción a sus empleados, calidad de vida y estabilidad social.

Toda política empresarial que no contemple el FACTOR HUMANO como su capital más preciado, está condenada al fracaso.

Hay un pasaje del libro “Las ciudades invisibles” de Italo Calvino (nota 1), que relata los viajes de Marco Polo, y que yo siempre cuento a las empresas que asesoro, cuando quiero destacar la importancia del factor humano. El corto relato que os cuento  a continuación,  yo  hago la analogía que  el “arco”, es la empresa, y las “piedras” que forman el arco, son los hombres y mujeres que trabajan en ella ….

 

Marco Polo describe un puente de piedra.

 - Pero, ¿cual es la piedra que sostiene el puente?- pregunta Khubilai Khan.

 - El puente no se sostiene por esta o por aquella piedra – responde Marco-, sino por la línea del arco que ellas forman.

 Khubilai Khan permanece silencioso, reflexionando. Después añade:

- ¿Por qué me hablas de las piedras? Tan sólo me importa el arco.

Marco Polo responde:

- Sin piedras no hay arco

 

Mariano Rajoy Brey / PP

El hombre político (Homo politicus)

El Estado actúa sobre el orden social, no sólo con el concurso de leyes y decretos, sino también a lo que afecta a la economía, con lo cual influye directamente en la sociedad. El dilema que siempre se ha planteado son las relaciones del individuo y de la sociedad frente al Estado. Este dilema viene desde la antigüedad con dos corrientes bien definidas la de Aristóteles (384-322 a.C.) que consideraba al hombre como lo principal de la sociedad y del Estado, y por el contrario, la de Platón (427-347 a.C.) que consideraba que el Estado es lo primero, mientras que el individuo en particular no es más que un producto del Estado. Estas dos líneas han persistido durante todo el transcurso de la historia de la humanidad, así la línea de Platón fue desarrollándose por medio de personajes como Nicolás Maquiavelo, Hegel, Kart Marx y Lenin hasta nuestros días. La línea de Aristóteles fue a su vez desarrollándose con Jean Calvino, Locke y David Hume, llegando a la versión democrática moderna de hoy, dónde el Estado debe de estar al servicio del hombre y de la sociedad.

Los hombres que gobiernan saben que el progreso económico de un país está relacionado con el progreso de los conocimientos de sus habitantes, de aquí su obligación inequívoca para el enriquecimiento de la formación en todas las áreas humanísticas y tecnológicas.

No quiero cansaros con  estadísticas de lo que el gobierno español invierte en la enseñanza y en el I+D+i en relación con otros países que más progresan económicamente, pero es evidente que lo que es obvio para otros países no lo sea para el nuestro.

Hay una  preciosa poesía china,  presumiblemente escrita por KUANG TZU 500 a. de C., (nota 2) que me impactó mucho, porque resume todo lo que significa la importancia de la formación de los ciudadanos de un país en relación con el progreso, espero poderla recordar integralmente, dice así:

Si tus proyectos son para un año, siembra grano.

Si son para diez años, planta un árbol.

Si son para cien años, instruye al pueblo.

 

Sembrando un grano, recogerás una vez.

Plantando un árbol, recogerás diez veces.

Instruyendo a un pueblo, recogerás cien veces.

 

Y lo resumía lo antes mencionado en dos versos:

 

Si das un pescado a un hombre, se alimentará una vez.

Si le enseñas a pescar, se alimentará toda la vida

 

 

Notas:

  1. Página 45  de  la novela UNA FÁBULA EMPRESARIAL colgada en este blog
  2. Página 72 de la novela UNA FÁBULA EMPRESARIAL colgada en este blog

No hay comentarios:

Publicar un comentario