La
evolución del hombre hasta nuestros días: del Homo sapiens sapiens al Homo sensus sapiens
Hoy hablaremos del “hombre” y cuando
digo hombre es lo mismo que dijera mujer, o ambos, lo hago para abreviar.
También sólo hablaré de la bondad del
hombre, olvidándome expresamente de su maldad.
El hombre o el homínido, que desde su
origen ha ido evolucionando, bajo el punto
de vista de su clasificación, los seres humanos modernos quedamos definidos
mediante la denominación HOMO SAPIENS SAPIENS, de la misma, se
desprende que nos consideramos como un
grupo de animales doblemente
sabios.
En esta clasificación se han dejado la
parte emotiva del hombre, siendo esta primordial porque entre otras emociones
está la reproductiva y es la que
conserva la especie.
El
hombre ama, quiere ser feliz, es empático, se emociona, es sensible a las catástrofes,
a la hambruna, a las guerras, etcétera, es decir que SIENTE.
Finalmente,
en el punto de la evolución en que estamos, somos HOMO SENSUS SAPIENS, esto es,
un grupo de animales que sienten y razonan.
El
hombre y la empresa
Desde
sus primeros pasos en áfrica, el homo
sapiens, iba a cazar para la supervivencia de todos los suyos, con el
tiempo, en vez de cazar, se dirige cada día a su empresa, para que a cambio de
su trabajo le den un dinero para llevarlo
a su casa para el sustento de su familia. Esto, me da pie a decir que las
empresas deben de existir y estar al servicio del hombre y no al revés, como es
el pensamiento generalizado.
Esta
crisis, hará mejorar el pensamiento de los nuevos empresarios (homos sensus
sapiens) y no gracias a las políticas
del gobierno o de la mayoría de las empresas de la CEOE ancladas en la
especulación económicas del pasado. La capacidad de los nuevos empresarios
darán respuesta a los problemas de nuestra sociedad, dando una mayor
satisfacción a sus empleados, calidad de vida y estabilidad social.
Toda
política empresarial que no contemple el FACTOR HUMANO como su capital más preciado,
está condenada al fracaso.
Hay un pasaje del libro “Las ciudades invisibles” de Italo Calvino
(nota 1), que relata los viajes de Marco Polo, y que yo siempre cuento a las
empresas que asesoro, cuando quiero destacar la importancia del factor humano. El
corto relato que os cuento a
continuación, yo hago la analogía que el “arco”, es la empresa, y las “piedras” que forman
el arco, son los hombres y mujeres que trabajan en ella ….
Marco Polo describe un
puente de piedra.
- Pero, ¿cual es la
piedra que sostiene el puente?- pregunta Khubilai Khan.
- El puente no se
sostiene por esta o por aquella piedra – responde Marco-, sino por la línea del
arco que ellas forman.
Khubilai Khan permanece
silencioso, reflexionando. Después añade:
- ¿Por qué me hablas de
las piedras? Tan sólo me importa el arco.
Marco Polo responde:
- Sin piedras no hay arco
El hombre político (Homo politicus)
El Estado actúa sobre el orden social,
no sólo con el concurso de leyes y decretos, sino también a lo que afecta a la
economía, con lo cual influye directamente en la sociedad. El dilema que
siempre se ha planteado son las relaciones del individuo y de la sociedad
frente al Estado. Este dilema viene
desde la antigüedad con dos corrientes bien definidas la de Aristóteles
(384-322 a.C.) que consideraba al hombre como lo principal de la sociedad y del
Estado, y por el contrario, la de Platón (427-347 a.C.) que consideraba que el
Estado es lo primero, mientras que el individuo en particular no es más que un
producto del Estado. Estas dos líneas han persistido durante todo el
transcurso de la historia de la humanidad, así la línea de Platón fue
desarrollándose por medio de personajes como Nicolás Maquiavelo, Hegel, Kart
Marx y Lenin hasta nuestros días. La línea de Aristóteles fue a su vez
desarrollándose con Jean Calvino, Locke y David Hume, llegando a la versión democrática moderna de hoy, dónde el Estado debe
de estar al servicio del hombre y de la sociedad.
Los
hombres que gobiernan saben que el progreso económico de un país está
relacionado con el progreso de los conocimientos de sus habitantes, de aquí su
obligación inequívoca para el enriquecimiento de la formación en todas las
áreas humanísticas y tecnológicas.
No quiero cansaros con estadísticas de lo que el gobierno español invierte
en la enseñanza y en el I+D+i en relación con otros países que más progresan
económicamente, pero es evidente que lo que es obvio para otros países no lo
sea para el nuestro.
Hay una preciosa poesía china, presumiblemente escrita por KUANG TZU 500 a. de C., (nota 2) que me impactó mucho, porque resume todo lo que significa la importancia
de la formación de los ciudadanos de un país en relación con el progreso,
espero poderla recordar integralmente, dice así:
Si tus proyectos son para un año, siembra grano.
Si son para diez años, planta un árbol.
Si son para cien años, instruye al pueblo.
Sembrando un grano, recogerás una vez.
Plantando un árbol, recogerás diez veces.
Instruyendo
a un pueblo, recogerás cien veces.
Y lo
resumía lo antes mencionado en dos versos:
Si das un pescado a un hombre, se alimentará una vez.
Si le enseñas a pescar, se alimentará toda la vida
Notas:
- Página 45 de la novela UNA FÁBULA EMPRESARIAL colgada en este blog
- Página 72 de la novela UNA FÁBULA EMPRESARIAL colgada en este blog
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