lunes, 4 de septiembre de 2023

LA PRENSA EN PAPEL Y EN DIGITAL

 

Dedicado a José R. un fan de la digitalización

La prensa en papel

Yo en el pasado había sido suscriptor del periódico La Vanguardia, y hoy día me gusta comprarla cuando me place en su edición en catalán.  La historia de hoy empieza este verano cuando compré un ejemplar, y José R. un fan de la digitalización me lo reprochó alegando que hoy día debe leerse en su edición digital.

Lo primero que hice es interesarme por la tirada en papel y en digital  de este periódico, siendo éste líder absoluto en prensa digital con 18 millones de "visitantes" en un mes, mientras que es el segundo después del El País en la prensa en papel  con tan solo un 1,6 millones de lectores mensuales.

Antes de empezar con mis reflexiones apunto dos recuerdos, el primero es  el edificio de La Vanguardia, sito en la confluencia de la Avenida Diagonal con la Plaça  Francesc Macià, donde pasé muchos años de mi profesión en aquel edificio antes que lo comprara el Grupo Godó.  El otro recuerdo,  es de una industria de artes graficas que asesoré en donde me encontré por primera vez con una gigantesca rotativa de cuatro colores de la marca Harris Marinoni donde imprimían  revistas.


 

Mi remordimiento por la sostenibilidad del medio ambiente por la prensa escrita duró poco,  ya que una mañana de este caluroso verano con la idea de comprar algunos libros visité la localidad de Calonge,  el "pueblo de libros", denominada así a esta pequeña población de la Costa Brava porque tienen 6 librerías. Uno de los libros que compré  fue el del filósofo y escritor Jordi Pigem (Barcelona, 1964) "Tècnica i totalitarisme" (Técnica y totalitarismo), el cual aboga por la prensa en papel aludiendo que es más sostenible que la digital.

Para la  prensa en papel,  su materia prima es la celulosa que proviene de la pulpa de la madera, y por lo tanto siempre que los bosques sean bien gestionados, es decir, que los árboles utilizados para la producción del papel sean renovados por otros, son además almacenes de carbono por lo que descontaminan la atmosfera.  Por otra parte,  las fibras de celulosa son reciclables varias veces, por lo que con las debidas precauciones, el papel tiene un ciclo de vida aceptable.

 

 La prensa digital

En primer lugar  la prensa digital se han cargado a los proveedores del papel, de las tintas, parte del  personal de la producción, mecánicos, los distribuidores, incluso al kiosquero. La digitalización de la prensa pone y pondrá en peligro muchos puestos de trabajo, como también lo hará la Inteligencia Artificial, mandando al ocio forzado a muchos trabajadores, cogiendo desprevenidos a los políticos de turno con sus reiterativos cambios  de la Ley de Educación, sin prever que deben de enseñar a la sociedad a ser trabajadores semiociosos, y que sepan ser felices cuando no hay trabajo, y no añorar el trabajo en la jubilación, es decir, enseñar a la sociedad a invertir en horas de ocio cuando no se trabaja,  y en sus años de jubilación.

Además, los aparatos electrónicos que utilizamos para leer la prensa digital, tienen productos químicos y materiales que van  a vertederos o son incinerados, con la emisión a la atmósfera de sustancias muy dañinas para el medioambiente y la salud.

Aquí,  el filósofo Jordi Pigem arremete contra la prensa digital diciendo: "que en el año 2022 se han producido 1 millón de toneladas de residuos electrónicos por semana, y al ritmo de hoy, produciremos el doble para el año 2050. Reciclar estos residuos es inviable. Los residuos que producimos en Occidente acaban en vertederos  a África (Agbogbloshie) y China (Guiyu, Dali Town, Longtang Town)"

 

Colofón final

Hay una  cita de Miguel Unamuno, que habla de árboles y de libros, con estas  bellas palabras:

"Hubo árboles antes de que hubieran libros, y acaso cuando acaben los libros continúen los árboles. Y acaso llegue la humanidad a un grado de cultura tal que no necesite ya de libros, pero siempre necesitarán de árboles, y entonces abonarán los árboles con libros"

 

Notas:

 

1ª Recuerdo que cuando yo era pequeño llevaba las Vanguardias leídas por mis padres al trapero del barrio y me las compraba según el peso del papel. En  aquellos años daba gusto reciclar.

 

2ª Recuerdo que con sólo cuatro tintas la rotativa Harris Marinoni: cyan, magenta, amarillo y negro la rotativa de cuatro colores imprimía bellísimas imágenes,  produciendo todo el abanico de colores del arco iris, y con sus 15,000 tonos de color, por ello, aquella  empresa que asesoré  estaba ubicada dentro de las Artes Gráficas.

 


 

·3ª Recuerdo que en la empresa que yo trabajé en el actual edificio de La Vanguardia, yo les enseñé las ventajas de la informática, que no deja de ser digitalización, y ellos me enseñaron a ser un trabajador semiocioso, ya que al final de algunas tardes, la Dirección General me convocaba en su despacho a mí y a dos directivos más  para jugar unas partidas de  póquer, y otras tardes jugábamos a los chinos, para ver quién pagaba la consumición alcohólica que bebíamos en el entrañable y desaparecido local "La Oca".

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