Dedicado a
José R. un fan de la digitalización
La prensa en papel
Yo en el pasado había sido suscriptor
del periódico La Vanguardia, y hoy día me gusta comprarla cuando me place en su
edición en catalán. La historia de hoy empieza este verano
cuando compré un ejemplar, y José R. un fan de la digitalización me lo reprochó
alegando que hoy día debe leerse en su edición digital.
Lo primero que hice es interesarme por
la tirada en papel y en digital de este
periódico, siendo éste líder absoluto en prensa digital con 18 millones de
"visitantes" en un mes, mientras que es el segundo después del El
País en la prensa en papel con tan solo
un 1,6 millones de lectores mensuales.
Antes de empezar con mis reflexiones
apunto dos recuerdos, el primero es el
edificio de La Vanguardia, sito en la confluencia de la Avenida Diagonal con la
Plaça Francesc Macià, donde pasé muchos
años de mi profesión en aquel edificio antes que lo comprara el Grupo
Godó. El otro recuerdo, es de una industria de artes graficas que
asesoré en donde me encontré por primera vez con una gigantesca rotativa de
cuatro colores de la marca Harris Marinoni donde imprimían revistas.
Mi remordimiento por la sostenibilidad
del medio ambiente por la prensa escrita duró poco, ya que una mañana de este caluroso verano con
la idea de comprar algunos libros visité la localidad de Calonge, el "pueblo de libros", denominada
así a esta pequeña población de la Costa Brava porque tienen 6 librerías. Uno
de los libros que compré fue el del filósofo
y escritor Jordi Pigem (Barcelona, 1964) "Tècnica i totalitarisme"
(Técnica y totalitarismo), el cual aboga por la prensa en papel aludiendo que
es más sostenible que la digital.
Para la prensa en papel, su materia prima es la celulosa que proviene
de la pulpa de la madera, y por lo tanto siempre que los bosques sean bien
gestionados, es decir, que los árboles utilizados para la producción del papel sean
renovados por otros, son además almacenes de carbono por lo que descontaminan
la atmosfera. Por otra parte, las fibras de celulosa son reciclables varias
veces, por lo que con las debidas precauciones, el papel tiene un ciclo de vida
aceptable.
En primer lugar la prensa digital se han cargado a los
proveedores del papel, de las tintas, parte del personal de la producción, mecánicos, los distribuidores,
incluso al kiosquero. La digitalización de la prensa pone y pondrá en peligro
muchos puestos de trabajo, como también lo hará la Inteligencia Artificial,
mandando al ocio forzado a muchos trabajadores, cogiendo desprevenidos a los
políticos de turno con sus reiterativos cambios
de la Ley de Educación, sin prever que deben de enseñar a la sociedad a
ser trabajadores semiociosos, y que sepan ser felices cuando no hay trabajo, y
no añorar el trabajo en la jubilación, es decir, enseñar a la sociedad a
invertir en horas de ocio cuando no se trabaja,
y en sus años de jubilación.
Además, los aparatos electrónicos que
utilizamos para leer la prensa digital, tienen productos químicos y materiales que
van a vertederos o son incinerados, con
la emisión a la atmósfera de sustancias muy dañinas para el medioambiente y la
salud.
Aquí, el filósofo Jordi Pigem arremete contra la
prensa digital diciendo: "que en el
año 2022 se han producido 1 millón de toneladas de residuos electrónicos por
semana, y al ritmo de hoy, produciremos el doble para el año 2050. Reciclar
estos residuos es inviable. Los residuos que producimos en Occidente acaban en
vertederos a África (Agbogbloshie) y
China (Guiyu, Dali Town, Longtang Town)"
Colofón final
Hay una cita de Miguel Unamuno,
que habla de árboles y de libros, con estas bellas palabras:
"Hubo árboles antes de que hubieran libros, y acaso cuando acaben los libros
continúen los árboles. Y acaso llegue la humanidad a un grado de cultura tal
que no necesite ya de libros, pero siempre necesitarán de árboles, y entonces abonarán
los árboles con libros"
Notas:
1ª
Recuerdo que cuando yo era pequeño llevaba las Vanguardias leídas por mis
padres al trapero del barrio y me las compraba según el peso del papel. En aquellos años daba gusto reciclar.
2ª
Recuerdo que con sólo cuatro tintas la rotativa Harris Marinoni: cyan, magenta,
amarillo y negro la rotativa de cuatro colores imprimía bellísimas imágenes, produciendo todo el abanico de colores del
arco iris, y con sus 15,000 tonos de color, por ello, aquella empresa que asesoré estaba ubicada dentro de las Artes Gráficas.
·3ª
Recuerdo que en la empresa que yo trabajé en el actual edificio de La
Vanguardia, yo les enseñé las ventajas de la informática, que no deja de ser
digitalización, y ellos me enseñaron a ser un trabajador semiocioso, ya que al final
de algunas tardes, la Dirección General me convocaba en su despacho a mí y a
dos directivos más para jugar unas
partidas de póquer, y otras tardes
jugábamos a los chinos, para ver quién pagaba la consumición alcohólica que
bebíamos en el entrañable y desaparecido local "La Oca".
Me ha encantado 🥰
ResponderEliminarGenial,como siempre!
ResponderEliminarMuy bueno! 😍
ResponderEliminarMuy ameno e interesante
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