lunes, 26 de agosto de 2024

LA FILANTROPÍA

 

Dedicado a mi vecino Thierry N. que trabajó en la Unión Europea en el sector humanitario.

“La eliminación de la pobreza no es un gesto de caridad. Es un acto de justicia. Es la protección de un derecho humano fundamental, el derecho a la dignidad y a una vida decente.”

 

Nelson Mandela, abogado y activista contra el apartheid

 

 

Cada  vez en la Tierra  hay una mayor  desigualdad entre pobres y ricos, y las cifras de hoy son alarmantes: 

 

- 700 millones de personas en el mundo viven en la pobreza extrema y subsisten con 2,25 dólares al día;

 

- y casi el 50% de la población mundial, unos 4.000 millones, vive con 6,85 dólares al día.

 

Para paliar esto hay dos medidas principales que deben de acometer los estados de la Tierra: favorecer la “filantropía” y que el impuesto de sucesiones sea universal, es decir, que cuando fallece una persona según sea su patrimonio, parte de él, revierta a la sociedad más desfavorecida.

 Afortunadamente  la “filantropía” se va extendiendo por los países más ricos. La palabra deriva del griego “filos” y “ánthropos” que se traducen como “amor” y “hombre” respectivamente, por lo que “filantropía” significa “amor a la humanidad”.

 La filantropía empieza con los donativos a organizaciones humanitarias, pasa por las  fundaciones filantrópicas, sin olvidar el trabajo voluntario para ayudar a los seres humanos más desfavorecidos, que participan para un acceso más equitativo de la salud, de la educación y de las estructuras básicas (agua potable, saneamiento, etc)

Un ejemplo de las fundaciones filantrópicas más conocida es la Fundación Bill y,  Melinda Gates que en mayo de 2006 fue galardonada con el Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, y que según la OCDE entre el año 2013 y el 2020, la fundación encabezó la lista de las entidades filantrópicas que con mayor dotación económica ha destinado a la cooperación y al desarrollo.

De los programas filantrópicos acometidos por la Fundación Bill y Melinda Gates, cito como ejemplo la erradicación de la polio en Nigeria, Afganistán y Pakistán, saneamiento adecuado en pueblos rurales para evitar el consumo de agua contaminada, incluso en países desarrollados han dotado complejas infraestructuras de alcantarillado, que según sus estudios de los 8.000 millones de habitantes que tiene la Tierra, una cuarta parte aún utiliza letrinas que no están drenadas adecuadamente, causando la muerte de 700.000 niños al año.

 

La Promesa de Dar (The Giving Pledge)

En junio de 2010, el gurú informático Bill Gates junto con el multimillonario estadounidense Warren Buffet iniciaron una campaña “The Giving Pledge” (La Promesa de Dar) para conseguir que los hombres o mujeres más ricos de los Estados Unidos donaran el 50 % de su fortuna en vida o  como herencia, filantrópicamente. Poco después, 40 multimillonarios se adhirieron a la campaña, que sumaron 125 mil millones.

En vista del éxito, Bill Gates y Warren Buffet hicieron una campaña en otros países de nuestros planeta,  y comentaron que: “esperamos que Estados Unidos, la sociedad más generosa de la Tierra, se vuelva más generosa con el paso del tiempo, y su ejemplo se extienda en otros países.”

 

Hacia una sociedad filantrópica

La sociedad actual debe de ir a paliar las desigualdades por medio de las fundaciones filantrópicas, es decir, aquel  que recibe mucho de la sociedad tiene la obligación de devolverle una parte, y la meritocracia para el ascenso social ha de relacionarse con el esfuerzo de cada uno y no con  la herencia, distinguiéndose el mérito de la lotería genética, por lo tanto, tal como hace Catalunya, que tiene un impuesto de sucesiones, tiene que extenderse en las demás comunidades autónomas, así como en todos los países.

La sociedad del siglo XXI no tiene nada que ver con el capitalismo que en  su día teorizaron  Adam Smith, Max Weber y Carlos Marx.

Yo que he recibido dos herencias, la de mi tía, la profesora de piano y la de mis padres, estoy satisfecho de haber pagado el impuesto de sucesiones, y espero que los demás también, con ello nos sentiremos que somos un poco filántropos en esta  sociedad tan desigual, y contribuiremos en el auge de la filantropía como nunca lo ha habido tanta en la  historia de la humanidad.

 

Notas:

1ª En el año 2014 hicimos en compañía de unos amigos un crucero por los  Fiordos de Noruega, y visitamos le ciudad de Bergen, pues bien, en el  puerto pudimos contemplar el yate de grandes dimensiones con helicóptero incluido, de Bill Gates


 

Sus dimensiones  eran tan  grandes que a pesar de la distancia,  solo pude retratar la proa, es decir menos de la mitad del yate..


2ª Os presento a mis entrañables compañeros de viaje,  porque  el amigo de la derecha de la foto  Frederic M. cumplirá este 14 de septiembre 16 lustros. Él no tiene un yate como Bill, pero si una preciosa lancha, y cada vez que pasa por la zona del Monsolís,  me envía una entrañable foto con la vista de una casa que fue de mi abuela Isabel,  y en donde pase mis primeros años de mi infancia y adolescencia. ¡Gràcies Frederic, felicitats i per molts anys!

lunes, 5 de agosto de 2024

LA ALEGRÍA (2)

 

“Si estás deprimido estás viviendo el pasado, si estás ansioso estás viviendo el futuro, si estás en paz estás viviendo el presente”

Lao Tsé

El pasado primero de agosto se celebró en muchos países del mundo, entre ellos España, el “Día mundial de la alegría”, una fecha que nos invita a celebrar momentos de felicidad y optimismo, sobre todo en este mes en que la mayoría de los mortales hacen sus vacaciones.

La alegría es una emoción agradable o positiva que se produce como respuesta a un suceso que percibimos como positivo, es decir, se trata de un sentimiento de placer. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, dice: “es aquel sentimiento grato que se expresa mediante signos exteriores.”

Algunos sinónimos de la palabra alegría son: regocijo, gozo, alborozo, satisfacción, júbilo, contento, placer, diversión, felicidad, jolgorio, juerga, delirio, diversión, regodeo,  etc..

Los estudiosos de la alegría manifiestan que tienen muchos beneficios para la salud mental como para la física, y enumeran varios ejemplos:

- Disminuye el estrés, porque está comprobado que cuando reírnos hace que se segreguen hormonas como la adrenalina o la endorfina.

- Aumenta nuestra  fortaleza para hacer frente a los problemas.

- Mejora nuestro rendimiento, tanto a nivel académico como laboral.

- Mejora el sistema inmune, la alegría y  las emociones positivas.

- Mejora nuestro sueño en calidad y cantidad.

- Mejora nuestro bienestar emocional.

- Ayuda a disminuir el dolor.

- Al reírnos hacemos ejercicio, ya que se ponen en marcha más de 35 músculos.

y el más importante:

- Incrementa la edad media de vida.

  

Alegría y la felicidad

Como habéis leído anteriormente la felicidad es un sinónimo de la alegría, sin embargo no lo es, porque la alegría es pasajera, es corta en el tiempo, mientras que la felicidad, es el resultado de una prolongación de bienestar en nuestro estado general. Por ejemplo, si nos va bien el trabajo, o a nivel personal, etc., es esta prolongación en el tiempo es lo que nos hace felices.

No obstante, la felicidad es utópica, es decir, depende de cada uno de nosotros, así es como opinó el filósofo Emanuel Kant: “EL humano nunca es feliz, sino que siempre está por serlo”, supongo que es porque  estamos desgraciadamente siempre en el camino para alcanzarla.

Otra mirada más optimista y que yo apoyo,  es la de Unamuno que aconsejó que  deberíamos aprender a reírnos de nosotros mismos. Para ilustrar esta idea explicó la siguiente anécdota: “Murió Don Quijote y bajó a los infiernos, y entró en ellos lanza en ristre, y liberó a todos los condenados, como a los galeotes. Cerró sus puertas y quitando de ellas el rótulo que allí viera Dante – Abandona tus ilusiones- puso el que decía ¡Viva la esperanza!, y escoltado por los libertados, que de él se reían, se fue al cielo”.

Unamuno señaló el poder del optimismo y el pesimismo sobre los pensamientos: “No suelen ser nuestras ideas las que nos hacen optimistas o pesimistas, sino es nuestro optimismo o nuestro pesimismo, de origen fisiológico o patológico, el que hace nuestras ideas”.

Recuerdo que cuando éramos pequeños, nuestra madre a mi hermano José María y a mí nos aplicaba dosis de alegría algunos sábados,  y algunos jueves por la tarde saliendo del cole. Los sábados por la tarde llevándonos a los polichinelas de los Almacenes Jorba que estaban situados en la Portal del Ángel de Barcelona, donde hoy está el Corte Inglés.

 


Además, recuerdo que con mi hermano disfrutábamos subiendo y bajando por sus escaleras automáticas, que fueron las primeras que se instalaron en Barcelona.

Y algunos jueves por la tarde, nuestra madre  nos llevaba al Circo Olympia situado en la Ronda de San Pablo no muy lejos de nuestro domicilio de la calle Floridablanca esquina calle Urgel.


 

A parte de los entrañables payasos, lo que más recuerdo con alegría, es que al final del espectáculo, desde lo alto del circo lanzaban paracaídas con golosinas.

 

La alegría en el arte

Hay muchos artistas que han reflejado la alegría en sus cuadros,  y me es difícil escoger una única obra para este escrito, pero me he decantado por el pintor barroco neerlandés Jan Steen (1626-1679), que es recurrente en este tema, y de ellas he escogido la obra: “La familia alegre” (1668), que tuve la suerte de contemplarla en el “Rijksmuseum” de Amsterdam en el año 2011.

 


El autor de este cuadro, además de presentarnos una familia alegre que está acompañada de la música, de la lectura, del tabaco, del vino, y de un animal de compañía, dejó un mensaje escrito en el papel de encima de la chimenea: “De tal palo tal astilla”, ya que el hijo pequeño está siguiendo el ejemplo de su padre, también está bebiendo. ¿Acaso Jan Steen quiso también representar que la alegría no es duradera? 

No me he querido extender en la explicación del cuadro con los instrumentos musicales y demás detalles,  tal como le hubiera gustado mi amigo Albert como he hecho otras veces. La casualidad ha sido que  mis amigos Rosa Mari y Enric, me han regalado como tradicionalmente lo hacen con motivo de mi cumpleaños, un libro, que precisamente trata de un ensayo sobre la descripción de detalles de cuadros famosos. El autor es el periodista  Martí Domínguez  y se titula “Del natural”, y como no,  me ha llenado de alegría.

 

La alegría en la música

Los que me seguís en este blog, ya sabéis mi devoción por Beethoven. Cuando compuso su última sinfonía la novena, estaba completamente sordo. ¿Nos podemos imaginar componer una sinfonía sin oír? , es como imaginarnos a Miguel Ángel que hubiera pintado la Capilla Sixtina estando ciego, aún así el maestro pensó: ¿qué puedo hacer para superar a mis ocho sinfonías anteriores? Su respuesta fue: "añadir la voz humana a los instrumentos musicales de las anteriores"

De esta forma, y solo en el cuarto movimiento, además de introducir por primera vez  en esta sinfonía, el instrumento de viento  el contrafagot, y los de percusión: bombo, triángulo  y platillos, introduce la alianza con la orquesta las voces de solistas y de un coro, que cantan la letra de los versos de la Oda Schiller en un canto a la alegría, a la libertad,  y a la hermandad de todas las criaturas: Hermanos, seguid vuestro camino alegremente, como un héroe que marcha hacia la victoria"

Acordaros del aforismo de William James: el filósofo estadounidense de principio del siglo pasado, que resumió en una frase el poder terapéutico de la música: “No soy feliz porque canto, canto porque soy feliz”.

Notas:

1ª Y como no, los acontecimiento externos pueden influir en nuestro estado de ánimo


 

2ª Una pincelada de alegría con una viñeta del dibujante Opisso (1880-1966) publicada el año 1927 en el periódico “L’esquella de la torratxa” (El cencerro del torreón), y que ha resultado ser profética.


 

3ª La ceremonia de los juegos olímpicos de Francia,  nos dieron momentos de alegría por su excelente puesta en escena, además me trajo a mi memoria los recuerdos de las visitas que hice a esta ciudad del amor.