Dedicado a mi vecino Thierry
N. que trabajó en la Unión Europea en el sector humanitario.
“La
eliminación de la pobreza no es un gesto de caridad. Es un acto de justicia. Es
la protección de un derecho humano fundamental, el derecho a la dignidad y a
una vida decente.”
Nelson Mandela, abogado y
activista contra el apartheid
Cada vez en la Tierra hay una mayor desigualdad entre pobres y ricos, y las cifras
de hoy son alarmantes:
- 700 millones de personas
en el mundo viven en la pobreza extrema y subsisten con 2,25 dólares al día;
- y casi el 50% de la
población mundial, unos 4.000 millones, vive con 6,85 dólares al día.
Para paliar esto hay dos
medidas principales que deben de acometer los estados de la Tierra: favorecer
la “filantropía” y que el impuesto de sucesiones sea universal, es decir,
que cuando fallece una persona según sea su patrimonio, parte de él, revierta a
la sociedad más desfavorecida.
Un ejemplo de las fundaciones filantrópicas
más conocida es la Fundación Bill y, Melinda Gates que en mayo de 2006 fue
galardonada con el Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, y que
según la OCDE entre el año 2013 y el 2020, la fundación encabezó la lista de
las entidades filantrópicas que con mayor dotación económica ha destinado a la
cooperación y al desarrollo.
De los programas filantrópicos acometidos
por la Fundación Bill y Melinda Gates, cito como ejemplo la erradicación de la
polio en Nigeria, Afganistán y Pakistán, saneamiento adecuado en pueblos
rurales para evitar el consumo de agua contaminada, incluso en países
desarrollados han dotado complejas infraestructuras de alcantarillado, que
según sus estudios de los 8.000 millones de habitantes que tiene la Tierra, una
cuarta parte aún utiliza letrinas que no están drenadas adecuadamente, causando
la muerte de 700.000 niños al año.
La Promesa de Dar (The Giving Pledge)
En junio de 2010, el gurú informático Bill
Gates junto con el multimillonario estadounidense Warren Buffet iniciaron una
campaña “The Giving Pledge” (La Promesa
de Dar) para conseguir que los hombres o mujeres más ricos de los Estados
Unidos donaran el 50 % de su fortuna en vida o
como herencia, filantrópicamente. Poco después, 40 multimillonarios se
adhirieron a la campaña, que sumaron 125 mil millones.
En vista del éxito, Bill Gates y Warren
Buffet hicieron una campaña en otros países de nuestros planeta, y comentaron que: “esperamos que Estados Unidos,
la sociedad más generosa de la Tierra, se vuelva más generosa con el paso del
tiempo, y su ejemplo se extienda en otros países.”
Hacia una sociedad
filantrópica
La sociedad actual debe de ir a paliar las
desigualdades por medio de las fundaciones filantrópicas, es decir, aquel que recibe mucho de la sociedad tiene la
obligación de devolverle una parte, y la meritocracia para el ascenso social ha
de relacionarse con el esfuerzo de cada uno y no con la herencia, distinguiéndose el mérito de la
lotería genética, por lo tanto, tal como hace Catalunya, que tiene un impuesto de sucesiones, tiene que extenderse en las demás comunidades autónomas, así como en
todos los países.
La sociedad del siglo XXI no tiene nada que ver con el
capitalismo que en su día teorizaron Adam Smith, Max Weber y Carlos Marx.
Yo que he recibido dos herencias, la de mi tía, la profesora de piano y la de mis padres, estoy satisfecho de haber pagado el impuesto de sucesiones, y espero que los demás también, con ello nos sentiremos que somos un poco filántropos en esta sociedad tan desigual, y contribuiremos en el auge de la filantropía como nunca lo ha habido tanta en la historia de la humanidad.
Notas:
1ª En el
año 2014 hicimos en compañía de unos amigos un crucero por los Fiordos de Noruega, y visitamos le ciudad de
Bergen, pues bien, en el puerto pudimos
contemplar el yate de grandes dimensiones con helicóptero incluido, de Bill
Gates
Sus dimensiones eran tan grandes que a pesar de la distancia, solo pude retratar la proa, es decir menos de
la mitad del yate..
2ª Os presento a mis entrañables
compañeros de viaje, porque el amigo de la derecha de la foto Frederic M. cumplirá este 14 de septiembre 16
lustros. Él no tiene un yate como Bill, pero si una preciosa lancha, y cada vez
que pasa por la zona del Monsolís, me
envía una entrañable foto con la vista de una casa que fue de mi abuela Isabel,
y en donde pase mis primeros años de mi
infancia y adolescencia. ¡Gràcies Frederic, felicitats i per molts anys!