lunes, 5 de agosto de 2024

LA ALEGRÍA (2)

 

“Si estás deprimido estás viviendo el pasado, si estás ansioso estás viviendo el futuro, si estás en paz estás viviendo el presente”

Lao Tsé

El pasado primero de agosto se celebró en muchos países del mundo, entre ellos España, el “Día mundial de la alegría”, una fecha que nos invita a celebrar momentos de felicidad y optimismo, sobre todo en este mes en que la mayoría de los mortales hacen sus vacaciones.

La alegría es una emoción agradable o positiva que se produce como respuesta a un suceso que percibimos como positivo, es decir, se trata de un sentimiento de placer. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, dice: “es aquel sentimiento grato que se expresa mediante signos exteriores.”

Algunos sinónimos de la palabra alegría son: regocijo, gozo, alborozo, satisfacción, júbilo, contento, placer, diversión, felicidad, jolgorio, juerga, delirio, diversión, regodeo,  etc..

Los estudiosos de la alegría manifiestan que tienen muchos beneficios para la salud mental como para la física, y enumeran varios ejemplos:

- Disminuye el estrés, porque está comprobado que cuando reírnos hace que se segreguen hormonas como la adrenalina o la endorfina.

- Aumenta nuestra  fortaleza para hacer frente a los problemas.

- Mejora nuestro rendimiento, tanto a nivel académico como laboral.

- Mejora el sistema inmune, la alegría y  las emociones positivas.

- Mejora nuestro sueño en calidad y cantidad.

- Mejora nuestro bienestar emocional.

- Ayuda a disminuir el dolor.

- Al reírnos hacemos ejercicio, ya que se ponen en marcha más de 35 músculos.

y el más importante:

- Incrementa la edad media de vida.

  

Alegría y la felicidad

Como habéis leído anteriormente la felicidad es un sinónimo de la alegría, sin embargo no lo es, porque la alegría es pasajera, es corta en el tiempo, mientras que la felicidad, es el resultado de una prolongación de bienestar en nuestro estado general. Por ejemplo, si nos va bien el trabajo, o a nivel personal, etc., es esta prolongación en el tiempo es lo que nos hace felices.

No obstante, la felicidad es utópica, es decir, depende de cada uno de nosotros, así es como opinó el filósofo Emanuel Kant: “EL humano nunca es feliz, sino que siempre está por serlo”, supongo que es porque  estamos desgraciadamente siempre en el camino para alcanzarla.

Otra mirada más optimista y que yo apoyo,  es la de Unamuno que aconsejó que  deberíamos aprender a reírnos de nosotros mismos. Para ilustrar esta idea explicó la siguiente anécdota: “Murió Don Quijote y bajó a los infiernos, y entró en ellos lanza en ristre, y liberó a todos los condenados, como a los galeotes. Cerró sus puertas y quitando de ellas el rótulo que allí viera Dante – Abandona tus ilusiones- puso el que decía ¡Viva la esperanza!, y escoltado por los libertados, que de él se reían, se fue al cielo”.

Unamuno señaló el poder del optimismo y el pesimismo sobre los pensamientos: “No suelen ser nuestras ideas las que nos hacen optimistas o pesimistas, sino es nuestro optimismo o nuestro pesimismo, de origen fisiológico o patológico, el que hace nuestras ideas”.

Recuerdo que cuando éramos pequeños, nuestra madre a mi hermano José María y a mí nos aplicaba dosis de alegría algunos sábados,  y algunos jueves por la tarde saliendo del cole. Los sábados por la tarde llevándonos a los polichinelas de los Almacenes Jorba que estaban situados en la Portal del Ángel de Barcelona, donde hoy está el Corte Inglés.

 


Además, recuerdo que con mi hermano disfrutábamos subiendo y bajando por sus escaleras automáticas, que fueron las primeras que se instalaron en Barcelona.

Y algunos jueves por la tarde, nuestra madre  nos llevaba al Circo Olympia situado en la Ronda de San Pablo no muy lejos de nuestro domicilio de la calle Floridablanca esquina calle Urgel.


 

A parte de los entrañables payasos, lo que más recuerdo con alegría, es que al final del espectáculo, desde lo alto del circo lanzaban paracaídas con golosinas.

 

La alegría en el arte

Hay muchos artistas que han reflejado la alegría en sus cuadros,  y me es difícil escoger una única obra para este escrito, pero me he decantado por el pintor barroco neerlandés Jan Steen (1626-1679), que es recurrente en este tema, y de ellas he escogido la obra: “La familia alegre” (1668), que tuve la suerte de contemplarla en el “Rijksmuseum” de Amsterdam en el año 2011.

 


El autor de este cuadro, además de presentarnos una familia alegre que está acompañada de la música, de la lectura, del tabaco, del vino, y de un animal de compañía, dejó un mensaje escrito en el papel de encima de la chimenea: “De tal palo tal astilla”, ya que el hijo pequeño está siguiendo el ejemplo de su padre, también está bebiendo. ¿Acaso Jan Steen quiso también representar que la alegría no es duradera? 

No me he querido extender en la explicación del cuadro con los instrumentos musicales y demás detalles,  tal como le hubiera gustado mi amigo Albert como he hecho otras veces. La casualidad ha sido que  mis amigos Rosa Mari y Enric, me han regalado como tradicionalmente lo hacen con motivo de mi cumpleaños, un libro, que precisamente trata de un ensayo sobre la descripción de detalles de cuadros famosos. El autor es el periodista  Martí Domínguez  y se titula “Del natural”, y como no,  me ha llenado de alegría.

 

La alegría en la música

Los que me seguís en este blog, ya sabéis mi devoción por Beethoven. Cuando compuso su última sinfonía la novena, estaba completamente sordo. ¿Nos podemos imaginar componer una sinfonía sin oír? , es como imaginarnos a Miguel Ángel que hubiera pintado la Capilla Sixtina estando ciego, aún así el maestro pensó: ¿qué puedo hacer para superar a mis ocho sinfonías anteriores? Su respuesta fue: "añadir la voz humana a los instrumentos musicales de las anteriores"

De esta forma, y solo en el cuarto movimiento, además de introducir por primera vez  en esta sinfonía, el instrumento de viento  el contrafagot, y los de percusión: bombo, triángulo  y platillos, introduce la alianza con la orquesta las voces de solistas y de un coro, que cantan la letra de los versos de la Oda Schiller en un canto a la alegría, a la libertad,  y a la hermandad de todas las criaturas: Hermanos, seguid vuestro camino alegremente, como un héroe que marcha hacia la victoria"

Acordaros del aforismo de William James: el filósofo estadounidense de principio del siglo pasado, que resumió en una frase el poder terapéutico de la música: “No soy feliz porque canto, canto porque soy feliz”.

Notas:

1ª Y como no, los acontecimiento externos pueden influir en nuestro estado de ánimo


 

2ª Una pincelada de alegría con una viñeta del dibujante Opisso (1880-1966) publicada el año 1927 en el periódico “L’esquella de la torratxa” (El cencerro del torreón), y que ha resultado ser profética.


 

3ª La ceremonia de los juegos olímpicos de Francia,  nos dieron momentos de alegría por su excelente puesta en escena, además me trajo a mi memoria los recuerdos de las visitas que hice a esta ciudad del amor.

2 comentarios:

  1. Molt be Francesc. De tots els sinonims de la paraula "al·legria" que has esmentat jo em quedo amb el "goig". Hem sona com a un estat de felicitat. Alló que ens deien que era l'estat en gracia de Deu, pero que ho hem pogut experimentar per exemple amb la satisfacció de la feina ben feta, en l'ajut a un amic etc. i tambè en ocasions de contacta amb la natura.
    Goig en definitiva "de viure"
    Gràcies Francesc

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    1. Gràcies a tu pel teu excel·lent comentari. L'escriptor xinès *Lin *Yutang, va comentar: "El secret de l'alegria és conèixer com gaudir del que tens, i ser capaç de perdre tot desig per tenir coses més enllà del teu abast."

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