“Si estás deprimido estás
viviendo el pasado, si estás ansioso estás viviendo el futuro, si estás en paz
estás viviendo el presente”
Lao Tsé
El pasado primero de agosto se celebró en muchos países del mundo,
entre ellos España, el “Día mundial de la alegría”, una fecha que nos invita a
celebrar momentos de felicidad y optimismo, sobre todo en este mes en que la
mayoría de los mortales hacen sus vacaciones.
La alegría es una emoción agradable o positiva que se produce como
respuesta a un suceso que percibimos como positivo, es decir, se trata de un
sentimiento de placer. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua
Española, dice: “es aquel sentimiento
grato que se expresa mediante signos exteriores.”
Algunos sinónimos de la palabra alegría son: regocijo, gozo,
alborozo, satisfacción, júbilo, contento, placer, diversión, felicidad, jolgorio, juerga, delirio,
diversión, regodeo, etc..
Los estudiosos de la alegría manifiestan que tienen muchos
beneficios para la salud mental como para la física, y enumeran varios
ejemplos:
- Disminuye el estrés,
porque está comprobado que cuando reírnos hace que se segreguen hormonas como
la adrenalina o la endorfina.
- Aumenta nuestra fortaleza para hacer frente a los problemas.
- Mejora nuestro
rendimiento, tanto a nivel académico como laboral.
- Mejora el sistema
inmune, la alegría y las emociones positivas.
- Mejora nuestro sueño en
calidad y cantidad.
- Mejora nuestro bienestar
emocional.
- Ayuda a disminuir el
dolor.
- Al reírnos hacemos
ejercicio, ya que se ponen en marcha más de 35 músculos.
y el más importante:
- Incrementa la edad media
de vida.
Alegría y la felicidad
Como habéis leído anteriormente la felicidad es un
sinónimo de la alegría, sin embargo no lo es, porque la alegría es pasajera, es
corta en el tiempo, mientras que la felicidad, es el resultado de una
prolongación de bienestar en nuestro estado general. Por ejemplo, si nos va
bien el trabajo, o a nivel personal, etc., es esta prolongación en el tiempo es
lo que nos hace felices.
No obstante, la felicidad
es utópica, es decir, depende de cada uno de nosotros, así es como opinó el
filósofo Emanuel Kant: “EL humano nunca es feliz, sino que siempre está
por serlo”, supongo que es porque estamos desgraciadamente siempre en el camino
para alcanzarla.
Otra mirada más optimista
y que yo apoyo, es la de Unamuno que
aconsejó que deberíamos aprender a reírnos
de nosotros mismos. Para ilustrar esta idea explicó la siguiente anécdota: “Murió Don Quijote y bajó a los infiernos, y
entró en ellos lanza en ristre, y liberó a todos los condenados, como a los
galeotes. Cerró sus puertas y quitando de ellas el rótulo que allí viera Dante
– Abandona tus ilusiones- puso el que decía ¡Viva la esperanza!, y escoltado
por los libertados, que de él se reían, se fue al cielo”.
Unamuno señaló el poder
del optimismo y el pesimismo sobre los pensamientos: “No suelen ser nuestras ideas las
que nos hacen optimistas o pesimistas, sino es nuestro optimismo o nuestro
pesimismo, de origen fisiológico o patológico, el que hace nuestras ideas”.
Recuerdo que cuando
éramos pequeños, nuestra madre a mi hermano José María y a mí nos aplicaba
dosis de alegría algunos sábados, y algunos
jueves por la tarde saliendo del cole. Los sábados por la tarde llevándonos a
los polichinelas de los Almacenes Jorba que estaban situados en la Portal del
Ángel de Barcelona, donde hoy está el Corte Inglés.
Además, recuerdo que con
mi hermano disfrutábamos subiendo y bajando por sus escaleras automáticas, que
fueron las primeras que se instalaron en Barcelona.
Y algunos jueves por la
tarde, nuestra madre nos llevaba al
Circo Olympia situado en la Ronda de San Pablo no muy lejos de nuestro
domicilio de la calle Floridablanca esquina calle Urgel.
A parte de los entrañables payasos, lo que más recuerdo
con alegría, es que al final del espectáculo, desde lo alto del circo lanzaban
paracaídas con golosinas.
La alegría en el arte
Hay muchos artistas que han
reflejado la alegría en sus cuadros, y me
es difícil escoger una única obra para este escrito, pero me he decantado por
el pintor barroco neerlandés Jan Steen (1626-1679), que es recurrente en este
tema, y de ellas he escogido la obra: “La familia alegre” (1668), que tuve la
suerte de contemplarla en el “Rijksmuseum” de Amsterdam en el año 2011.
El autor de este cuadro,
además de presentarnos una familia alegre que está acompañada de la música, de
la lectura, del tabaco, del vino, y de un animal de compañía, dejó un mensaje
escrito en el papel de encima de la chimenea: “De tal palo tal astilla”, ya que
el hijo pequeño está siguiendo el ejemplo de su padre, también está bebiendo. ¿Acaso
Jan Steen quiso también representar que la alegría no es duradera?
No me he querido extender
en la explicación del cuadro con los instrumentos musicales y demás
detalles, tal como le hubiera gustado mi
amigo Albert como he hecho otras veces. La casualidad ha sido que mis amigos Rosa Mari y Enric, me han regalado
como tradicionalmente lo hacen con motivo de mi cumpleaños, un libro, que precisamente
trata de un ensayo sobre la descripción de detalles de cuadros famosos. El
autor es el periodista Martí
Domínguez y se titula “Del natural”, y
como no, me ha llenado de alegría.
La alegría en la música
Los
que me seguís en este blog, ya sabéis mi devoción por Beethoven. Cuando compuso
su última sinfonía la novena, estaba completamente sordo. ¿Nos podemos imaginar
componer una sinfonía sin oír? , es como imaginarnos a Miguel Ángel que hubiera
pintado la Capilla Sixtina estando ciego, aún así el maestro pensó: ¿qué puedo
hacer para superar a mis ocho sinfonías anteriores? Su respuesta fue: "añadir
la voz humana a los instrumentos musicales de las anteriores"
De
esta forma, y solo en el cuarto movimiento, además de introducir por primera
vez en esta sinfonía, el instrumento de
viento el contrafagot, y los de
percusión: bombo, triángulo y platillos,
introduce la alianza con la orquesta las voces de solistas y de un coro, que
cantan la letra de los versos de la Oda Schiller en un canto a la alegría, a la
libertad, y a la hermandad de todas las
criaturas: Hermanos, seguid vuestro camino alegremente, como un héroe que marcha
hacia la victoria"
Acordaros del aforismo de
William James: el filósofo estadounidense de principio del siglo pasado, que
resumió en una frase el poder terapéutico de la música: “No soy feliz porque canto, canto
porque soy feliz”.
Notas:
1ª Y como no, los
acontecimiento externos pueden influir en nuestro estado de ánimo
2ª Una pincelada de
alegría con una viñeta del dibujante Opisso (1880-1966) publicada el año 1927
en el periódico “L’esquella de la torratxa” (El cencerro del torreón), y que ha
resultado ser profética.
3ª La ceremonia de los
juegos olímpicos de Francia, nos dieron
momentos de alegría por su excelente puesta en escena, además me trajo a mi
memoria los recuerdos de las visitas que hice a esta ciudad del amor.
Molt be Francesc. De tots els sinonims de la paraula "al·legria" que has esmentat jo em quedo amb el "goig". Hem sona com a un estat de felicitat. Alló que ens deien que era l'estat en gracia de Deu, pero que ho hem pogut experimentar per exemple amb la satisfacció de la feina ben feta, en l'ajut a un amic etc. i tambè en ocasions de contacta amb la natura.
ResponderEliminarGoig en definitiva "de viure"
Gràcies Francesc
Gràcies a tu pel teu excel·lent comentari. L'escriptor xinès *Lin *Yutang, va comentar: "El secret de l'alegria és conèixer com gaudir del que tens, i ser capaç de perdre tot desig per tenir coses més enllà del teu abast."
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