lunes, 5 de octubre de 2015

LOS PRESENTIMIENTOS



Donde veraneo en la Costa Brava tengo dos amigos ya entrados en años, Lluís y Jordi (los nombres son ficticios). El primero, Lluís, me explicaba sus innumerables  proyectos, cosa inaudita por la edad avanzada que tiene. El segundo, Jordi, lo encontré apagado y sin chispa, en un momento,  de  nuestra primera conversación del verano- me dijo:-"tengo el presentimiento que éste es mi último verano".

Vaya, dos actitudes bien diferentes para afrontar el futuro inmediato de los doce meses a la vista.

No voy hablar del primero, ya que no necesitaba ningún apoyo por mi parte. Pero a Jordi le dije: - el presentimiento es cierto movimiento interior  que nos hace entrever y presagiar lo que ha de acontecer, y que influye el estado de ánimo del presente,  y tú  que has roto con la rutina del invierno,  esto te puede ocasionar cierta DEPRESION que te arrastra a este presentimiento lúgubre.

Una tarde de aquél verano coincidimos los tres por el paseo marítimo de Palamós. Nos preguntamos ¿qué hacemos? Lluís contestó- no lo sé. Por el contrario Jordi, propuso sentarnos en una terraza de un bar para tomar algo. Su propuesta fue aceptada por nuestra parte.

 
Cuando vino el camarero a tomar nota, Lluís y yo nos quedamos un momento pensativos, en cambio Jordi tomó la iniciativa - tráigame una copa de helado, la más grande que tenga, y un gin-tonic de Ginebra Bombay Sapphire con agua tónica San Pellegrino.

Cuando nos había servido el camarero y nos quedamos solos, y Lluís y yo estábamos degustando un pobre café, mientras Jordí, estaba eufórico de felicidad, con una copa de helado con la fruta que rebosaba de la copa y su gin-tonic- entonces le pregunté - ¿te lo podrás acabar todo? - Espero que sí - me contestó - es en previsión por si es mi último verano.

1ª moraleja que me aportó mi amigo Jordi: " Las pequeñas cosas (o grandes,  a la vista de su copa de helado) de nuestra vida cotidiana,  nos deben servir para darnos un momento de  felicidad que todos buscamos"

Aquella noche, me sentí inquieto y nervioso y decidí salir a dar una vuelta. Por el paseo marítimo  y me encontré a Lluís. Los dos nos miramos con complicidad, seguros que nuestra intención era tomarnos un helado de copa grande con fruta a rebosar, y un gin-tonic de Ginebra Bombay Sapphire con agua tónica San Pellegrino.

Buscando sitio en la misma terraza de la tarde, encontramos a Jordi tomándose un café.
Mira Jordi - le dijimos - nosotros pensamos emular tu gesta de esta tarde y pedir un helado de copa grande con fruta a rebosar y un gin-tonic de Ginebra Bombay Sapphire con agua tónica San Pellegrino. ¿Quieres acompañarnos". No - contesto Jordi - con este café y con vuestra compañía y amistad,  me basta.

2ª moraleja que me aportó mi amigo Jordi: "Una buena compañía y amistad es mejor que un helado de copa grande con fruta a rebosar y con un gin-tonic de Ginebra Bombay Sapphire con agua tónica San Pellegrino".

Al día siguiente, noté en mis carnes el exceso de la noche anterior. Poco después, salí a comprar el diario. En el estanco, me encontré a mi amigo Lluís que me comentó que había pasado una noche fatal. A continuación salimos hacia el paseo marítimo con nuestros periódicos.

En el paseo nos cruzamos con Jordi, que estaba haciendo footing, y nos dijo gritando: ¡Buenos días amigos míos, recordad que la vida son dos días, y la mitad de ellos los pasamos durmiendo!

3ª moraleja que me aportó mi amigo Jordi: " A mal tiempo buena cara", es decir, no importa el mal presentimiento que tengamos, lo debemos afrontar con una buena actitud de optimismo.

Notas:

1ª Cuando Don Quijote tiene el presentimiento que se muere (al final de sus andanzas), su fiel escudero Sancho Panza, le aconsejó:

"No se muera vuestra merced, señor mío, sino tome mi consejo, y viva muchos años; porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir, sin más ni más, sin que nadie le mate, ni otras manos le acaben que las de la melancolía." (2ª parte, capítulo LXXIV)

2ª El pasado día 2 de octubre, el santoral celebró los Santos Ángeles de la Guarda. Los que ya tenemos años y crecimos en un régimen católico, de pequeños teníamos el presentimiento de perdernos, y rezábamos antes de irnos dormir  al  "Ángel de la Guarda":

"Ángel de la Guarda,
dulce compañía,
no me desampares
ni de noche ni de día.
No me dejes sólo
que me perdería".

3º Presentimientos sobre las conversaciones  entre el  Gobierno Central y  la Generalitat sobre la independencia de Catalunya:

a) es tan difícil como encontrar una aguja en un pajar

b) nos podemos perder por el camino y no encontrar el pajar (oración al Ángel de la Guarda)

c) nos sentamos en el pajar y nos clavamos la aguja

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