Donde
veraneo en la Costa Brava tengo dos amigos ya entrados en años, Lluís y Jordi
(los nombres son ficticios). El primero, Lluís, me explicaba sus
innumerables proyectos, cosa inaudita
por la edad avanzada que tiene. El segundo, Jordi, lo encontré apagado y sin
chispa, en un momento, de nuestra primera conversación del verano- me
dijo:-"tengo el presentimiento que
éste es mi último verano".
Vaya,
dos actitudes bien diferentes para afrontar el futuro inmediato de los doce
meses a la vista.
No
voy hablar del primero, ya que no necesitaba ningún apoyo por mi parte. Pero a
Jordi le dije: - el presentimiento es cierto movimiento interior que nos hace entrever y presagiar lo que ha
de acontecer, y que influye el estado de ánimo del presente, y tú
que has roto con la rutina del invierno,
esto te puede ocasionar cierta DEPRESION que te arrastra a este
presentimiento lúgubre.
Una
tarde de aquél verano coincidimos los tres por el paseo marítimo de Palamós.
Nos preguntamos ¿qué hacemos? Lluís contestó- no lo sé. Por el contrario Jordi,
propuso sentarnos en una terraza de un bar para tomar algo. Su propuesta fue
aceptada por nuestra parte.
Cuando
vino el camarero a tomar nota, Lluís y yo nos quedamos un momento pensativos,
en cambio Jordi tomó la iniciativa - tráigame una copa de helado, la más grande
que tenga, y un gin-tonic de Ginebra Bombay Sapphire con agua tónica San
Pellegrino.
Cuando
nos había servido el camarero y nos quedamos solos, y Lluís y yo estábamos
degustando un pobre café, mientras Jordí, estaba eufórico de felicidad, con una
copa de helado con la fruta que rebosaba de la copa y su gin-tonic- entonces le
pregunté - ¿te lo podrás acabar todo? - Espero que sí - me contestó - es en previsión
por si es mi último verano.
1ª
moraleja que me aportó mi amigo Jordi: " Las pequeñas cosas (o grandes, a la vista de su copa de helado) de nuestra
vida cotidiana, nos deben servir para
darnos un momento de felicidad que todos
buscamos"
Aquella
noche, me sentí inquieto y nervioso y decidí salir a dar una vuelta. Por el
paseo marítimo y me encontré a Lluís.
Los dos nos miramos con complicidad, seguros que nuestra intención era tomarnos
un helado de copa grande con fruta a rebosar, y un gin-tonic de Ginebra Bombay
Sapphire con agua tónica San Pellegrino.
Buscando
sitio en la misma terraza de la tarde, encontramos a Jordi tomándose un café.
Mira
Jordi - le dijimos - nosotros pensamos emular tu gesta de esta tarde y pedir un
helado de copa grande con fruta a rebosar y un gin-tonic de Ginebra Bombay
Sapphire con agua tónica San Pellegrino. ¿Quieres acompañarnos". No -
contesto Jordi - con este café y con vuestra compañía y amistad, me basta.
2ª
moraleja que me aportó mi amigo Jordi: "Una buena compañía y amistad es mejor
que un helado de copa grande con fruta a rebosar y con un gin-tonic de Ginebra
Bombay Sapphire con agua tónica San Pellegrino".
Al
día siguiente, noté en mis carnes el exceso de la noche anterior. Poco después,
salí a comprar el diario. En el estanco, me encontré a mi amigo Lluís que me
comentó que había pasado una noche fatal. A continuación salimos hacia el paseo
marítimo con nuestros periódicos.
En
el paseo nos cruzamos con Jordi, que estaba haciendo footing, y nos dijo gritando: ¡Buenos días amigos míos, recordad
que la vida son dos días, y la mitad de ellos los pasamos durmiendo!
3ª
moraleja que me aportó mi amigo Jordi: "
A mal tiempo buena cara", es decir, no importa el mal presentimiento que
tengamos, lo debemos afrontar con una buena actitud de optimismo.
Notas:
1ª
Cuando Don Quijote tiene el presentimiento que se muere (al final de sus
andanzas), su fiel escudero Sancho Panza, le aconsejó:
"No se muera vuestra merced, señor mío,
sino tome mi consejo, y viva muchos años; porque la mayor locura que puede
hacer un hombre en esta vida es dejarse morir, sin más ni más, sin que nadie le
mate, ni otras manos le acaben que las
de la melancolía." (2ª parte, capítulo LXXIV)
2ª El pasado día 2 de
octubre, el santoral celebró los Santos Ángeles de la Guarda. Los que ya
tenemos años y crecimos en un régimen católico, de pequeños teníamos el presentimiento de perdernos, y rezábamos antes
de irnos dormir al "Ángel de la Guarda":
"Ángel de la
Guarda,
dulce compañía,
no me desampares
ni de noche ni de
día.
No me dejes sólo
que me
perdería".
3º
Presentimientos sobre las conversaciones entre el Gobierno Central y la Generalitat sobre la independencia de
Catalunya:
a) es tan difícil
como encontrar una aguja en un pajar
b) nos podemos perder
por el camino y no encontrar el pajar (oración al Ángel de la Guarda)
c) nos sentamos en el
pajar y nos clavamos la aguja
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