Ahora
que se está acabando un verano más (o menos) desde mi apartamento de Begur, y
observando el mar, me vienen a mi memoria los veraneos de mi niñez y de mi
adolescencia.
Mis veraneos en mi niñez, en Monsolís
Estuve hasta los doce
años veraneando en Monsolis.
Para haceros una idea de su situación,
en la realidad pertenece a
Montgat, es una calle a las afueras, paralela a la carretera nacional,
que traspasando ésta y la vía férrea,
llegábamos a la playa. El nombre le vino por estar próxima a la mansión y terrenos del Marqués de Monsolís y que actualmente la
calle lleva su nombre.
La casa de mis abuelos en la actualidad (es la de dos
pisos)
En aquel entonces no pasaban los coches por la calle.
Mis padres se
conocieron allí, y mis abuelos maternos construyeron una casa de dos pisos donde finalmente veraneamos. Eran tiempos de
la postguerra española y en plena II Guerra Mundial. Los padres de los veraneantes llegaban en tren desde Barcelona y nuestras madres nos
llevaban todas las tardes a la estación
de Montgat, para recibirlos, hasta que por petición popular e influencia del
marqués, la RENFE puso un apeadero enfrente
de la emblemática calle de nuestros juegos con el nombre de Monsolis.
Recuerdo
que un día nuestros padres llegaron aquella tarde llenos de júbilo. Lo que se
decía era que: "la guerra había terminado". Con los lanzamientos de las dos bombas atómicas
americanas, habían ocasionado el rendimiento de Japón que era el último reducto
de la II Guerra Mundial que quedaba. Anteriormente se había acabado la
contienda en Europa.
En
aquella calle jugábamos con peonzas, el aro, a las balas con sus canicas, y sobre todo íbamos en bici.
Pescábamos
(no la acción sino en la realidad) a la orilla del mar con cañas de la riera,
hilo de coser vez de sedal y con una aguja doblada que hacía de anzuelo.
Los
veraneos eran muy largos ya que los colegios empezaban en octubre.
Recuerdo,
que cuando regresábamos en coche a
Barcelona al final de nuestro veraneo,
en el momento en que miraba por el cristal posterior y veía que
nos alejábamos de aquel entrañable lugar de veraneo, en ocasiones
me llegué a emocionar Esto no me ha ocurrido nunca más.
Ya de mayor, me he paseado por la calle de los
juegos de mi infancia. De aquella calle
que no pasaban los coches salvo esporádicamente el carro del lechero, ahora
casi no se podía pasar por los coches aparcados. Como muchos recuerdos del pasado, la cruel realidad del presente ha
roto su encanto.
Ahora,
nos reunimos a comer periódicamente un grupito de compañeros de juegos de
aquella época: Ángeles, Montse, Loli, Carmen, Pepe y Gaspar, y hasta hace poco,
también mi hermanos José Mª que en paz
descanse.
Mis veraneos en mi
adolescencia, en La Roca del Vallés
Cosas
de la vida o más bien la voluntad de mi padre,
del mar nos pasamos a la montaña e incluso con un castillo en ruinas. Esta etapa duró hasta que me casé.
En
la casa de la calle de la Iglesia, y concretamente en las "golfas"
pusimos una mesa de ping-pong. Recuerdo las innumerables partidas que hice con
mi hermano José Mª. De la bicicleta nos pasamos a la Mobylette.
Era
la época en que las familias pudientes tenían servicio. Nosotros, después de
algunas malas experiencias, mi madre
decidió que en vez de servicio, prefería ir a comer cada día a la fonda del
pueblo, denominada "El Parque". En Barcelona, lo hacíamos los sábados
y domingos en el primitivo restaurante "Can Miserias" sito en la
calle Borrell cerca de nuestra casa.
La
música de mi tía Isabel, retornó de nuevo en mí, a través de la trompeta de Alfonso, la
armónica de Fredy y las canciones Franch Sinatra de Javier.
Mi
padre con otros padres veraneantes fundaron el "Casino de La Roca",
que lo equiparon con piscina, ping-pong y frontón.
Hace
unos días me paseé con Ignacio por el pueblo y fuimos a comer en "El
Parque" y el hijo de los dueños con que yo había jugado con él en el pasado, dejó la cocina
por un momento para venirme abrazar.
Ahora no tienen Casino,
ni frontón, ni piscina, y el
castillo en ruinas en que yo jugaba por dentro, ahora está restaurado, es
privado y inaccesible, ¡que pena!
La
amistad perdura y nos reunimos a comer
periódicamente un puñado de compañeros de juegos de aquella época: Mari Carmen,
Montse, Lourdes, Marisa, Ana Mª, Fredy, Ignacio, Joaquín, y mi hermano
Santiago.
Mis veraneos en Begur
Aquí
he salido ganando, tengo mar y montañas y una de ellas con un castillo en
ruinas que con mis hijos y con mis nietos he
transitado por su interior. Cerca de mi apartamento tenemos cuatro
preciosas "Calas": Sa Riera, Aiguafreda, Sa Tuna y Aigua Blava y que
en todas ellas nos bañamos.
Begur,
entre otras famas hay dos que quiero destacar, y no porque sean honorables, las
hermosas casas de los indianos construidas algunas de ellas con las ganancias
del tráfico de esclavos, y por la
película que se rodó en sus calles, en agosto de 1959 "De repente , el último verano" (Suddenly, last summer)
con Elisabeth Taylor, Montgomery Clift y la mítica Katherine Hepburn, la trama
estaba basada a una obra teatral de Tennessee Williams y trataba de temas como la homosexualidad y el
canibalismo, dirigida por Mankiewicz. Lo malo de la película es que los Begurenses
quedan en muy mal lugar, matando y "comiéndose" al hijo en la
ficción de Katherine Hepburn de camino
al castillo de Begur. Los españoles no la pudimos ver por la censura de la
época hasta la muerte de Franco.
Elisabeth
Taylor, en un plano desde el castillo de Begur
Cuando
compramos el apartamento en el año 1988, me dio por pintar varios cuadros obras
relacionadas con mi arquitecto preferido Gaudí, y algunas de ellas incluso las
llegué a colgar en el apartamento y en mi piso de Barcelona. Ahora no pinto, además últimamente
tengo complejo de inferioridad al admirar las obras de mis amigos: Mª Angels,
Julián y Marc. Ahora me da por escribir
en mi blog, comentando la actualidad y
mis recuerdos del pasado abusando de todos vosotros.
Desde mi
terraza de mi apartamento de Begur y contemplando el mar, me viene a mi memoria
una cita del filósofo Arthur Schopenhauer, que dice:
“En
la juventud, la
vida se nos
presenta como un
futuro ilimitado; en la
ancianidad, como un
pasado muy breve.
A medida que nos adentramos en el mar, los objetos de la costa se
vuelven cada vez más pequeños y difíciles de reconocer y distinguir, lo mismo
ocurre con los años del pasado y todos sus acontecimientos y actividades”.
Notas:
He
hablado de mis recuerdos, ahora voy a comentar la actualidad política.
1ª
CIUDADANOS firmó un pacto con el PSOE en la anterior investidura, que fracasó
por no apoyarles PODEMOS. Ahora CIUDADANOS pacta con el PP, para investir a
Rajoy que lo negaba durante toda su
campaña electoral. Como estoy en un lugar marinero citaré un refrán que dice:
"Quien no sabe dónde va, ni el mejor viento le lleva". Yo añado,
también es necesario saber manejar el timón de la barca.
2ª
Los pactos y las alianzas ponen en evidencia que los unos necesitan de los
otros, es decir, que el poder será una realidad compartida, y para mí esto es
bueno para nuestra democracia actual, porque pactar es transigir, y nos
alejamos del totalitarismo de la
pasada legislatura.
3ª
Recuerdo muchos años atrás habían unos humoristas llamados TIP Y COLL que decían en cada
actuación: "La próxima semana
hablaremos del gobierno", como estábamos en la dictadura de Franco, nunca hablaron del
gobierno. Afortunadamente los tiempos
cambian y estamos en una democracia, por ello puedo afirmar que en mi próxima entrada hablaré del gobierno.
4ª
Ayer, como culminación del veraneo de
este año, regresé de un entrañable viaje
a la isla de Lanzarote, que fui unos días para asistir a la boda de mi sobrina
Alicia, en compañía de todos mis hijos y nietos. La boda se realizó en la playa, y la cena
cercana a ella, y bajo unas enormes
palmeras, fue el marco más bonito que he asistido en una boda.
La
cordialidad de sus habitantes, sus exóticos paisajes, las entrañables
actividades que he realizado con mi familia, me he quedado con ganas de volver.
Pero lo más importante para mí, es el
deseo de felicidad para mi sobrina Alicia, y que como mínimo, que le pase como
a mí, que llevo más de 50 años de matrimonio.
Bon dia!!!
ResponderEliminarsóc la Rosa, amiga de la Marta...
preciós, m'has fet emocionar...un petó gegant!