EL
viaje definitivo
Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando,
y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Todas las tardes el cielo será azul y plácido,
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron,
y el pueblo se hará nuevo cada año,
y en el rincón de aquel mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará, nostálgico.
Y yo me iré, y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando.
Mañana, 1º de
noviembre, es un día para el recuerdo de los parientes fallecidos, y se conoce
como el "Día de Todos los Santos".
Hoy,
mi escrito no va sobre nuestras costumbres, ya que fue el tema
del año pasado (2-11-15 El olvido), hoy quiero exponer ciertas reflexiones
sobre el fin inexorable de nuestras vidas.
Si
hubiera un censor para este escrito, como en mi niñez y adolescencia para las
películas que se proyectaban, dictaminaría: NO APTO PARA MAYORES.
El miedo a la muerte
La
pregunta de la entrada de hoy, es una pregunta universalmente hecha por la
humanidad. El miedo a la muerte, es el
estado de ánimo más generalizado entre los seres humanos, sobre todo a los
como yo, que ya hemos acumulado muchas
décadas de años. Pensamos en el
inevitable final de nuestras vidas, y si
además, la asociamos, al dolor, o sufrimiento,
o con la pérdida de la memoria, así como, de movilidad, etc., todo ello nos provoca angustia.
Eduard Punset, después
de haber pasado muchos años reflexionando sobre la felicidad, llegó a la
conclusión de que su mejor definición es "la ausencia del miedo".
Tenemos
miedo porque nos han enseñado a tenerlo, lo importante es encontrar una
estrategia para convivir con él y controlarlo. Lo más importante es asumir que
nuestra vida tiene un principio y un
final, y creer en algo que de sentido a nuestras vidas: una filosofía, una
religión o una idea que nos reconforte, como aquellas cosas que te apetecen hacer hoy (no lo dejes para mañana, ya que puede
ser tarde), y sobre todo, disfrutar de las cosas buenas de la vida, de tus aficiones, de la
compañía de tus seres queridos, etcétera.
La respuesta de la
Iglesia Católica
La
Biblia que está inspirada por Dios no deja lugar a dudas, que todos los
Católicos resucitarán, pero no todos irán al Cielo. Sobre esta última
aseveración no voy hacer comentarios.
Cuando
visité Toledo y concretamente la Iglesia de Santo Tomé, y contemplé el cuadro
"El entierro de Conde de Orgaz", me di cuenta que "El Greco", supo plasmar la respuesta de la Iglesia a la
pregunta de hoy.
No voy a explicar el significado de
toda la obra, ya que necesitaría bastante espacio, sólo me centraré en la
respuesta de la pregunta de hoy.
La lección teológica
que nos describe el artista, en la escena principal, es que el difunto "señor de Orgaz" es recogido en los
brazos de San Agustín con su vestimenta de Obispo y San Esteban, y en la mitad del cuadro, entre el Cielo y la Tierra, un ángel
transporta hacia el cielo su alma (la
forma es como la de un bebé). Esta será juzgada por Dios (personaje con vestidura
blanca), si va al cielo o será condenado por toda la eternidad. A la derecha de
Dios, está San Pedro con las llaves del Cielo. La Virgen María (manto azul y
rojo) y San Juan Bautista con taparrabos de piel de camello, están intercediendo para que el alma vaya al
Cielo.
Es obvio, que muchas otras religiones siguen estas
creencias.
La reencarnación
La imagen muestra varias
reencarnaciones hasta la iluminación
Para los
budistas e hinduistas la muerte no es más que un tránsito. Creen en el karma, es
decir, que los actos buenos hacen que tengamos un buen karma, lo que
condicionará el renacimiento futuro. Creen que si uno alcanza la Iluminación,
sale de la rueda de las reencarnaciones, lo que para ellos es la meta final.
La opinión de la ciencia
No
expondré la opinión de la ciencia convencional porque ya la sabéis todos.
No
obstante, se han iniciado teorías que con la física cuántica, pudiera ser el
principio de la respuesta afirmativa. La opinión del investigador
norteamericano, Robert
Lanza, de la escuela de Medicina de la Universidad Wake
Forest, en Carolina del Norte, tiene una teoría sobre "biocentrismo" que explica que hay
vida después de la muerte.
Despedidas
Tengo
amigos que como despedida utilizan siempre la palabra "salud", y yo por mi parte utilizo el formulismo "que lo pases bien", el primer
formulismo, y sobre todo en la altura de mi vida, es fundamental para vivir, el
segundo, el mío, es una invitación a la felicidad, es un deseo para el que lo recibe de que no tenga miedo y por lo tanto sea feliz. Uno y el otro mensaje, la salud y el miedo
te rondan toda la vida, pero seguro que se agudizan en el trecho final de
nuestras vidas.
El Conde de Orgaz, la ética, y los valores de nuestros políticos
En el año 1940 fue emitido por el Banco de
España un billete de 500 pesetas con un detalle del cuadro que os he comentado,
es el Conde de Orgaz en los brazos de San Agustín.
El
valor importante de "aquellas quinientas pesetas", se han
transformado en la actualidad en la menudencia de tres euros, es una importante
pérdida de valor de nuestra moneda, como
un presagio de que perderíamos con el tiempo la "vara de medir lo ético y la de los
valores", de lo contrario no se explica que el Sr. Rajoy después de
animar con sus SMS a su ex tesorero Sr. Bárcenas, no dimitió, como hubiera sido
coherente en cualquier país democrático, y por vergüenza nuestra, el sábado
pasado fue investido Presidente del
Gobierno de España, apoyado por dos partidos importantes como son Ciudadanos y
PSOE (salvo los diputados que por coherencia ética y moral no han seguido las
directrices de la Gestora). Menos mal que para nosotros los catalanes, de aquí a
un año no perteneceremos a este fiasco político, ya que seremos un
estado independiente ¿O es que también nuestros políticos catalanes nos han
engañado?
Yo por mi parte os deseo
salud y que seáis felices en esta vida, ya que la vida que hay después de la
muerte, que reiteradamente os he
apuntado puede ser también otra mentira.
Notas:
1ª
El autor de este blog, cuestionándose la pregunta trascendental ¿Hay vida
después de la muerte?
2ª El
cuadro que he presentado de El Greco
(Domenikos Theotokopoulos), realizado en 1586,
es un cúmulo de detalles y de personajes conocidos, junto a San Juan
Bautista, están San Pablo (con la espada de su martirio) y Santiago patrón de
España vestido de peregrino y con una concha, María magdalena, San
Sebastián, Noé con su arca, Moisés con
sus Tablas, el rey Felipe II que aún vivía, el mismo Greco que nos mira encima
de San Esteban, invitando al espectador entrar en el misterio que está
ocurriendo, de la misma forma que lo hace su hijo en la parte inferior
izquierda del cuadro y que en el pañuelo
que asoma de su bolsillo está la firma de su padre.
3ª Los
versos de mi entrada de hoy, son de Juan Ramón Jiménez, que nació en Moguer (Huelva) en el año 1981,
y murió en Puerto Rico en 1958, por su exilio debido a que cuando estalló
nuestra guerra civil estaba a favor de la República. Le concedieron el Premio Nobel de Literatura
en el año 1956. Sus versos de "El viaje definitivo", se despide del mundo en el que vive, siendo
realista y sabiendo que aunque él se vaya de aquí, la vida seguirá su
transcurso de la misma manera y haciendo las mismas cosas que antes.
4ª Cuando
visité el Palacio Real de Ludwigburg (Alemania) en compañía de m esposa y de mi
cuñada Traudel, que nació en esta hermosa localidad, me encontré con una
escultura que me impresionó, y que cuya fotografía os adjunto. En ella se puede
contemplar la imagen de la muerte con su guadaña, y en su mano derecha un reloj
de arena que nos avisa que nuestra vida tiene los días contados.
5ª Dedico esta entrada de hoy, a mi
hermano Santiago el único que me queda de mis familiares próximos ascendentes.
En paz descansen, mis abuelos, mis padres y mi hermano José Mª.