En el mundo, entre artistas anónimos y conocidos, hay miles obras inspiradas en la "adoración de los Reyes Magos".
Hoy para conmemorar el día
de los Reyes Magos, quiero presentaros
una pequeña selección de obras de arte cuyo artista de renombre hizo en su obra
alguna "pifia" por ignorancia debida a no documentarse previamente, o
por narcisismo al hacerse su autorretrato y el de los "paganos" de la
obra o por el contrario, en la pintura figuraba una ambientación acertada a las
escrituras de la biblia y otros libros que recogían estos hechos según la
tradición oral trasmitida.
El
pesebre de mi infancia
Recuerdo que cuando mis
hermanos y yo hacíamos el pesebre a mediados de diciembre, colocábamos los tres
Reyes Magos: Gaspar, Melchor y Baltasar alejados del pesebre, en el que cohabitaban con el niño Jesús, el buey
y el asno que le daban calor al recién nacido, y los íbamos adelantando cada
día un poco hasta llegar el día de Reyes que llegaban al pesebre. También, había una estrella con cola (como si en vez de
estrella fuera un cometa), que guiaban a
los Reyes Magos.
Esta escenificación creo que
no era buena ya que los Magos adoraron a Jesús
cuando debía tener entre uno y dos años. Ya que estos astrólogos vieron una
estrella singular (o un cometa) y la siguieron, pero tardaron bastante tiempo en reaccionar, y reunirse, ya que vivían en diferentes países de oriente, y por lo tanto, tardaron tiempo en llegar a la morada de Jesús. En su paso por Jerusalén
alertaron a Herodes que iban adorar al
Rey de Judea, y éste, al no tener noticias de ellos, ordenó matar a
todos los niños menores de dos años, y no menores de un año.
Por lo tanto, el pesebre de mi infancia que conmemoraba la natividad de Jesús, al
calor de buey y del asno, es incompatible con el momento de la "adoración
de los tres Reyes Magos" como se observan en muchas obras, y que como ejemplo os incluyo dos, la Durero ahora, y la de Diego Velázquez
después.
Alberto Durero, 1504,
(Galería Uffizi, Florencia)
La
pezuña del camello y los tres reyes
blancos
En la obra de Giotto,
realizada en al año 1301, reflejó un
estrella con cola como si se tratara de un cometa como la que mis hermanos y yo
colocábamos encima del portal.
Dio la casualidad que en
este año pasó por la Tierra el cometa Halley y lo quiso transmitir en su obra, y me
temo que debió pasar otro cometa en la época de los Reyes Magos. Un detalle positivo es la ausencia del buey y del
asno, y el niño Jesús crecidito. Pero la pifia monumental son los camellos,
con pezuña de caballo y los tres reyes son blancos.
Fresco
de la Capilla Scrovegni, 1301. (Padua, Italia)
Una
pezuña es una uña muy desarrollada, compuesta de queratina que cubre los dedos
de las patas, el camello posee dos pezuñas y el caballo una.
La aparición del rey negro en la
iconografía fue en el siglo XV. La
justificación de esta nueva manifestación, en la iconografía cristiana, y del
porqué no se había representado anteriormente, se remontó al Antiguo Testamento
cuando uno de los hijos de Noé, Cam, se
burló de su padre que estaba borracho y desnudo. Noé maldijo a su vástago y a
toda su descendencia.
Éste
fue enviado a África, y a
sus dos hermanos fueron a otros
continentes, con el objetivo de repoblar
el mundo después del diluvio.
Cam fue maldecido no sólo
por su padre de esa burla cruel, sino también por Dios, Yahvé, que hizo que en
el continente que él habitara no creciera semilla de cereal en abundancia.
Es por esto, que durante
la Edad Media la raza africana fuera maldita, y ésta no fuera representada.
Es con la Edad Moderna
cuando la concepción filosófica y social cambió y con ella, las representaciones
artísticas en el mundo, y al penetrar en la Edad Moderna nos trajo un rey africano,
negro.
El camarote
de los hermanos Marx y los autorretratos
Pedro Pablo Rubens, 1609, Museo del Prado
Unos años antes Lutero
había dado lugar al protestantismo y como respuesta vino la contrarreforma católica, reafirmando, entre
otras cosas, la validez del culto a la virgen y los santos. Dicha doctrina,
Rubens lo reflejó en este cuadro, en el
que aparece una Virgen María dotada de un gran protagonismo, con esa columna
que parece señalarla, frente al barrullo de reyes, esclavos, caballos y
dromedarios, que al final, parece el camarote
de los hermanos
Marx. El personaje que lleva una túnica granate
es el propio pintor.
Sandro
Botticelli, 1475, Museo
Lo
más grave, fue en la obra de Botticelli
que puso a toda la familia de los Medici y él tuvo la desfachatez de ponerse
mirando al espectador (es el personaje de la derecha)
Otra caso flagrante de "autorretrato",
es la obra de Diego Velázquez, en que junto a él retrata a toda su familia.
Diego Velázquez, 1619,
Museo del Prado
La
Virgen es su mujer, Juana, que sostiene
a su propia hija en brazos. Es decir, el Niño Jesús, no es tal niño, sino una
niña que, además, va fajada como lo hacían en aquella época. El rey
arrodillado, no es, como correspondería
a la iconografía con esta temática, el más anciano, sino al representarse
así mismo es el de mediana edad. Detrás de
él aparece el busto del rey Melchor, que es su suegro y maestro, Francisco
Pacheco.
¡Ah!, se me olvidaba entre el
"Niño" Jesús y el Rey Negro, se puede observar la imagen muy tenue de un buey.
Los verdaderos Reyes Magos
La obra perfecta para mi gusto, es
la de Murillo, que no aparecen las imágenes del buey y ni la del asno, el rey más anciano es el que está arrodillado
y es el que está más próximo al niño Jesús,
y éste no es un recién nacido, no está el mito de la estrella con cola, y está presente el rey negro, por todo
ello, lo he enmarcado para vosotros.
Murillo, 1660-65, Museo de Arte de Toledo (Ohio,
Estados Unidos)
Los Reyes Magos, como sabéis eran muy sabios y muy
mágicos, y llevaron regalos al niño Jesús: oro, incienso y mirra. Ellos fueron
los que inventaron los regalos de reyes,
que ha perdurado hasta hoy día, e incluso ahora, estamos en ventaja con la "tarjeta
regalo", que posibilita el poder cambiar el regalo si no te gusta, o sobre todo si está repetido.
Os he contado como he sabido, la historia de ellos a
través de algunos cuadros famosos, pero los verdaderos Reyes Magos, no os quepa
la menor duda, que sois vosotros.
Notas:
1. Ahora
de mayor sigo con mi belén muy particular, cuya fotografía os adjunto. Sólo
escenifico la Natividad de Jesús, y los
Reyes Magos no están, bueno, me refiero en el belén, es decir, como os podéis imaginar somos mi
mujer y yo.
2. Me
acuerdo, que incluso hubo una época, que
el fondo que decoraba el belén lo
pintaba yo mismo, con témpera blanca sobre un fondo azul para las estrellas, un ocre para las montañas, un verde para los
árboles, y también de blanco las casitas de aquellos moradores que habitan
hace ya 2017 años.
3. Si
hacéis un belén, para vosotros, o para vuestros hijos, o para vuestros nietos,
os recomiendo que pongáis los Reyes Magos alejados del pesebre, es decir en el
camino, y no los adelantéis, como hacíamos nosotros, pero lo más
importante del belén es el decorado del fondo que debe ser pintado por vosotros, o por vuestros hijos o por vuestros
nietos emulando a los pintores que os he presentado.
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