lunes, 20 de febrero de 2017

CUPIDO, SU PADRE Y LA MADRE QUE LO PARIÓ



«Yo soy el dios poderoso
en el aire y en la tierra
y en el ancho mar undoso (ondulado),
y en cuanto el abismo encierra
en su báratro (infierno) espantoso.
Nunca conocí qué es miedo;
todo cuanto quiero puedo,
aunque quiera lo imposible,
y en todo lo que es posible
mando, quito, pongo y vedo (prohíbo).»
Miguel de Cervantes, en el capítulo XX de la segunda parte de Don Quijote de la Mancha, pone estos versos en boca de Cupido.

El pasado día 14 de febrero, día de San Valentín  se celebró el día de los enamorados, por ello mi entrada de hoy va desde el deseo amoroso, pasando por la infidelidad,  y acabando con el  desamor.

Cupido
Cupido, como ya sabéis, en la mitología romana es el dios del "deseo amoroso". Séneca y otros autores, afirman  que fue hijo de Venus y de Vulcano (dios del fuego).

A Cupido  se le representa generalmente como un niño alado, con los ojos vendados y armado de un arco, y con un carcaj lleno de flechas de oro y de plomo:  las de oro son para infundir el deseo amoroso, y las de plomo para quitarlo.

Las alas indican que el amor es pasajero, y los ojos vendados prueban que el amor no ve los méritos o los deméritos de la persona a quién se dirige, es decir, el amor es ciego como dijo Shakespeare:
"El amor no mira con los ojos, sino con el espíritu por eso pintan ciego al alado Cupido"

Cupido y la madre que lo parió

Hace ya unos años que estuve en Florencia,  y visité la Galería de los Uffici. En esta pude ver "el nacimiento de Venus" por Sandro Botticelli, en donde  su pintura destaca la belleza de Venus, cuya imagen  era la de Simonetta Vespucci modelo del pintor,  y que él  le profesó un amor platónico. En aquel día creí que la belleza de Venus no podía ser superada hasta que descubrí una pintura que muestra  a Venus jugando con su hijo Cupido, del artista florentino Alessandro Allori (1570) pintura que se exhibe en el Museo Fabre en Montpellier y que he querido compartirla con todos vosotros.



El padre de Cupido
Júpiter y Juno tuvieron un hijo muy feo y además tullido que le llamaron Vulcano, y por todo ello lo enviaron del Olimpo a la Tierra.

Vulcano enseguida se destacó por su laboriosidad e ingenio, y  en su fragua  (de aquí la denominación del dios del fuego),  hacía toda clase de armaduras, espadas puñales, flechas, corazas y escudos.

Vulcano forjando los rayos de Júpiter
 Rubens (1638). Museo del Prado.

 El ingenioso Vulcano construyó un trono para su madre Juno. Cuando ésta tomó posesión del mismo, notó que estaba cogida de tal forma que era imposible poderse levantar. El ingenioso vulcano, para mí el primer ingeniero de la historia mitológica, pidió a sus padres, que a cambio de liberar a su madre, poder contraer matrimonio con la mujer más bella de entonces, Venus.

Juno recibió su libertad y Vulcano a Venus,  la futura madre de Cupido.

La infidelidad

De la infidelidad de Júpiter a su mujer Juno, nacieron Diana (diosa de la caza) y Apolo (el dios Sol que todo lo ve), ambos hijos de Latona.

Apolo, hermanastro de Vulcano le  visita a su fragua,  y le avisa de las infidelidades de Venus con Marte  (el dios de la guerra).


"La fragua de Vulcano" por Diego Velázquez (1960)
Museo del Prado (Madrid)

 En 1992, un equipo del Hospital de Sant Pau de Barcelona, hizo un estudio que alertaba de que entre el 5% y el 7% de las paternidades eran falsas.

 Hace ya unos años la Audiencia de Valencia condenó a una mujer a pagar una indemnización de 100.000 euros a su marido por ocultarle que tres de sus cuatro hijos eran de otro hombre.
Ya lo dice el refranero español:
"Los hijos de mi hija, nietos míos son; lo hijos de mi hijo .... sábelo Dios".

Cupido, su padre, el amante y la madre que lo parió
 

“Venus, Vulcano y Marte” por Tintoretto (1545-1550). Alte Pinakothek (Munich)
Tintoretto nos describe con una iconografía cómica, lo que ocurrió posteriormente del aviso de Apolo. Vulcano se presenta de improviso en el  dormitorio de Venus.  Marte se esconde debajo de la mesa  y saca la cabeza (casco incluido), incluso el indiscreto perrito ladra para delatarlo. A Marte se la ha olvidado esconder su escudo,  que sigue sobre la mesa donde se ve reflejado en él a Vulcano  y a Venus. Cupido duerme en su cuna ajeno a la infidelidad de la madre que lo parió. Y como colofón final, el laborioso e ingenioso  Vulcano, busca a Marte en un lugar equivocado.


Notas:

Un cuento de amor,  una historia de desamor y un recuerdo:

1.       El cuento, al  que quiero referirme hoy,  viene al caso con la festividad de  San Valentín en que  la sociedad nos obliga una vez más al consumismo, no obstante, el cuento corto de amor al que me refiero,  lo sitúa  en otra fecha de consumo, el día de Reyes. El cuento se titula: El regalo de los Reyes Magos del escritor estadounidense que escribió bajo el seudónimo  O. Henry (1862-1910), y  que cuando en su día lo leí me emocioné mucho. El que no lo conozca podéis buscarlo en la red y  leerlo, vale la pena.

2.     La historia del "desamor". Es la historia  que nos recordó el pasado 13 de febrero,  que se conmemoró el 80º aniversario del bombardeo de Barcelona desde un barco Italiano, a 9 km de la costa, sobre el Elizalde, que era una fábrica de motores de aviones,  situada delante de  mi domicilio actual, donde vine a vivir cuando me casé hace más de 52 años, me refiero a la manzana Paseo de Sant Joan,  Bailèn  Rosselló  y Còrsega, donde en aquel trance hubo muchos heridos y murieron 17 personas.

3.     Recuerdo que en la biblioteca de mi abuelo y padrino, Francisco, había unos libros que relataban la primera guerra mundial (1914-1918). Recuerdo que eran libros con muchas fotografías de la guerra. El arte de la fotografía comenzaba en aquella época y sus fotos del horror de  aquella guerra me impactaron entonces y aún subyacen en mi memoria. No os voy mostrar fotos de los muertos en combate que habían muchas, pero sí, de dos peculiaridades de aquella guerra: los gases venenosos y las trincheras que se hicieron por primera vez en la historia de la guerra.


Durante los ataques con gases venenosos (lacrimógeno, cloro, fosgeno, mostaza….),  también los perros, mulas y caballos del ejercito se protegían con máscaras anti-gas.


Las trincheras servían para el descanso y  la defensa.

Mi abuelo Francisco murió cuando yo tenía 7 años, no obstante  intuí que fue una gran aficionado a la  fotografíe porque en su despacho había una vitrina con bandejas, pipetas, probetas, vasos de ensayo, etcétera, es decir,  todo lo necesario para el revelado de las mismas. Parte de este material  aún lo  conservo, y lo he guardado de recuerdo en un estante de mi librería.

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