LA FIESTA
DEL TRABAJO Y MI VISITA A PRAGA
"Los hombres están atados entre sí por
cuerdas, y la cosa ya anda mal cuando las cuerdas se aflojan en torno a
alguien y cae al vacío más abajo que los
otros, pero cuando las cuerdas se rompen y cae del todo, es horrible. Por
esto debemos sostenernos los unos a los otros."
Franz Kafka (1883-1924, escritor nacido en la
actual Praga)
Hoy celebramos la "Fiesta del Trabajo", que se estableció en
memoria de la lucha de unos trabajadores en la ciudad de Chicago tras una
huelga en el 1º de mayo de 1886 y que
alcanzó su punto más dramático el 4 de mayo con lo que se conoce con "La
revuelta de Haymarket".
La revuelta de Haymarket y los mártires de Chicago
Todo comenzó el 1 de Mayo de 1886, día en el que se inició una
huelga general para imponer la jornada
de ocho horas. En aquella época Chicago era la segunda ciudad más
grande de Estados Unidos y el movimiento obrero se concentró en esa ciudad. Tras varios días de protesta y de
represión policial, los anarquistas locales distribuyeron propaganda llamando a un mitin en Haymarket Square, un
importante centro comercial de la ciudad.
Este
dibujo de la época, describe lo que
ocurrió, el discurso de Fielden, la bomba
explotando, y el consiguiente disturbio
El mitin comenzó pacíficamente hasta después del discurso de
Samuel Fielden, un anarquista y activista, cuando un desconocido arrojó una
bomba de dinamita hacia un grupo de policías. En el atentado murieron 8
policías y cuatro trabajadores, además
de muchos heridos.
Ocho personas, conectadas al
mitin directa o indirectamente, fueron condenadas.
a la horca, y Fielden, a cadena perpetua.
A finales de 1886, se
logró obtener la jornada de ocho horas en muchos sectores laborales.
Desde aquél
día, al futuro inmediato de "la era
de los robots"
Afortunadamente, los hombres se han sostenido los unos a los
otros, me refiero a las clases débiles, tal como acaba la cita de Kafka con que
he empezado mi escrito. Por esto, para que hoy se viva mejor, otros hombres
(cuando digo hombres me refiero a los dos sexos) han luchado para reivindicar
las mejoras sociales que hoy día tenemos.
Hoy, asistimos al debate
sobre el futuro de las pensiones en un momento en el que la natalidad, y la
esperanza de vida de las personas hacen peligrar su viabilidad. Sin embargo,
vinculamos su sostenibilidad con la pirámide poblacional y la creación de
empleo sin tener en cuenta las insospechadas posibilidades y peligros abiertos
por la cuarta revolución industrial.
El problema no reside ya en que habrá menos trabajadores, sino menos empleo. La digitalización y la robotización no
sólo crearán menos puestos de trabajo de los que destruyen, sino que producirán
alteraciones profundas en el trabajo, en las costumbres sociales y en nuestra
propia visión sobre el mundo.
El miedo a que las máquinas acaben con el trabajo
que desempeñan los hombres, y por tanto, con su sustento, es tan antiguo como
la propia industria. A principios del siglo XIX, los trabajadores ingleses se
organizaron en uno de los primeros movimientos obreros, el LUDISMO, cuyo principal
objetivo era acabar con las máquinas que, pensaban, eran las responsables de
los despidos y los bajos salarios. En 1812, un grupo de
trabajadores incendió en Nottingham sesenta máquinas de tejer medias,
una acción que antecede en décadas a la creación de los sindicatos y las
primeras huelgas.
Podríamos
pensar que este miedo a la tecnología, o al menos a la idea de que su avance
puede suponer un problema para los trabajadores, y en general, para la sociedad, es cosa del
pasado, estaríamos equivocados. El
ludismo sigue muy presente, y tiene más argumentos que nunca en nuestra
historia económica.
Reflexiones finales en el día de la fiesta del trabajo
Las anteriores revoluciones
tecnológicas fueron mucho más lentas, así que la gente tuvo más tiempo para
adaptarse y moverse de un a trabajo no cualificado a otro. Los robots y la
Inteligencia Artificial amenazan incluso a los trabajos cualificados. Por ejemplo,
los taxis y camiones serán conducidos con pilotos automáticos, acabando con los
taxistas y camioneros, la ocupación número uno en los Estados Unidos.
Aunque los robots acaben con algunos trabajos manuales, tendremos que desarrollar y fabricar los robots y esto creará un enorme nicho laboral de empleos cualificados (ingenieros y programadores) y no cualificados (ensambladores).
Hay trabajos que sólo los humanos pueden hacer: todo aquello que requiera creatividad, capacidad de síntesis, innovación, etcétera, y se crearán nuevos trabajos que ahora son difíciles de prever.
Notas:
1ª.- La semana pasada
visité Praga y tuve interés de ver la estatua Memorial a Frank Kafka
junto a la emblemática Sinagoga Española (1889) en el barrio judío de Josefov.
2ª.- Tuve una agradable sorpresa al descubrir una colección de
cajas de cerillas de finales del siglo XIX, en una vitrina de la Sinagoga
Española, dónde procedía el cromo del collage de Picasso: "Hombre apoyado
en una pared" (1899), que lo comenté en mi entrada del día 03-04-2017.
Con
el extraño término de “filumenismo”, del griego "filos" (amar) y "lumen"
(luz/fuego), se conoce la afición por coleccionar cajas de cerillas
3ª.- Cenamos una noche con Axel físico cuántico que trabaja en
Praga, que lo he visto crecer, y que como muchos jóvenes españoles se han
tenido que ir de España por motivos laborales. Entre otras cosas hablamos de la
Inteligencia Artificial y de los robots. Mila, que es psicóloga clínica, le preocupó de que si los robots llegarán a
tener emociones.
4º.- La corrupción que tenemos en España, por falta de
transparencia en forma generalizada, contrasta con la del cristal de Bohemia
que pudimos contemplar en muchas tiendas y en una de sus peculiares fábricas
que visitamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario