Mi abuelo Francisco
El
próximo 4 de octubre en el santoral católico se celebra San Francisco de Asís, y es el
nombre que me pusieron mis padres
siguiendo la costumbre de la época, por
llamarse así, mi abuelo materno y que
además fue mi padrino.
Recuerdo
que mi abuelo Francisco era contable y apoderado de la empresa Industrias del
Cuero Armado, Bailén 65, Barcelona, donde entre otras cosas, fabricaban
lanzaderas y tacos para la industria textil, y como buen contable de aquellos
tiempos recuerdo su preciosa letra de redondilla. En un mueble auxiliar de mi
despacho tengo expuesto su tintero, su
secante, sus plumas y sus plumillas. El secante era un utensilio que se
equipaba con un papel que absorbía la humedad de la tinta para no emborronar.
Este secante tiene grabado la razón social de la empresa y la dirección con que
he empezado este párrafo.
Recuerdo
que mi abuelo Francisco era muy aficionado al cine y tenía un proyector con
manivela y nos proyectaba en fechas
festivas una sesión de cine mudo
con películas de Charlot,
Pamplinas, del Gordo y el Flaco, etcétera.
Recuerdo
que mi abuelo Francisco todos los domingos desayunaba huevos fritos con sobrasada. Yo que vivía en el mismo rellano de la
escalera, coincidía muchos domingos con él, contemplando el colorido rojo y
amarillo que se echaba a la boca, Yo le pedía que me lo dejara probar. Él
siempre me decía lo mismo - es muy fuerte e indigesto para un niño pequeño como
tú-. Como es obvio con esta respuesta reiterada nunca me los dejó tastar.
El 3
de febrero de 1945, haciendo cola con toda la familia en el Cine Excélsior de
Barcelona (estaba situado en Gran Vía - Casanova), su corazón, quizás
debilitado por los horrores de nuestra guerra civil, dejó de funcionar. Él fue
el único que estuvo para proteger y proveer a su esposa, sus dos hijas (mi madre y mi tía) y sus dos nietos durante la mencionada
guerra civil. Mi padre estaba en el frente,
primero con los Republicanos y
luego prisionero del ejército de Franco.
A
Mila no le gusta la sobrasada, y yo me la compro personalmente en el super
cercano a mi domicilio. Luego, me hago unos huevos fritos y le echo una rodaja
de sobrasada por encima. Unto el pan de amarillo y rojo, y me lo como muy a
gusto, acompañado de los recuerdos de mi niñez con mi abuelo Francisco.
El lobo de Gubbio
En la
ciudad de Gubbio había un lobo feroz que no solo devoraba animales sino también
a sus habitantes.
San
Francisco de Asís movido por la compasión del pueblo se fue a dialogar con el lobo, cosa que
entrañaba mucho peligro, y lo más sorprendente del caso, es que llegó a un
acuerdo de paz.
Desde
aquel día los habitantes de Gubbio vivieron felices.
El derecho a decidir
El
"lobo" ha llegado a Catalunya en forma de la fuerza totalitaria del Estado que ha hecho todo lo imposible para
impedir el "derecho a decidir"
en el día de ayer a los catalanes.
Tomando
las mascotas del toro de Osborne y el burro catalán como simbología de las dos
partes litigantes, les diría a los políticos que para que el animal vaya hacia adelante, no se debe estirar de la
cola del animal, se debe poner un paño rojo a la vista del toro o estirar
suavemente de la rienda del burro, es decir, que los políticos deben de
dialogar y dar unas soluciones políticas y no de "fuerza".
Estas
banderas siempre me han recordado a mi abuelo Francisco, eran los colores de
sus huevos fritos con sobrasada.
Notas:
1ª El burro catalán es una raza de asno originaria de la provincia de
Girona que en la actualidad se encuentra en peligro de extinción.
En el año 2004 dos jóvenes de Banyolas crearon una pegatina para los coches
con la intención de llamar la atención sobre el peligro de que esta raza
desapareciera. Posteriormente, se convirtió como un emblema de los catalanes
2ª Las películas que proyectaban aquel día fatídico que falleció mi abuelo
a la puerta del cine, daban estas dos películas y el NO-DO, según la
cartelera que he encontrado en la hemeroteca de La Vanguardia.
La máscara de hierro
estaba basada en la novela de Alejandro Dumas, y recuerdo que en la
biblioteca de mi abuelo Francisco,
estaba toda la colección de sus novelas.
3ª
En mi colegio electoral pude votar a pesar de los "lobos y los coyotes". Agradezco, a
los ciudadanos que han puesto en peligro su integridad física para defender las
urnas, la colaboración de los estibadores, de los universitarios, de
los payeses, de los bomberos, de los Mossos,
de los voluntarios, etcétera, que todos ellos han hecho posible mi voto.
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