lunes, 28 de enero de 2019

EL HUMANISMO POLITICO EN EL SIGLO XXI


"Si el honor rentase dinero, todos seriamos muy honorables"
Tomás Moro (Londres, 1478-1535)
"La paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa"
Erasmo (Róterdam, 1466-1536)

Origen del humanismo

El Humanismo es un movimiento filosófico, intelectual, y cultural europeo,  surgido en el siglo XV, y que se basaba en la integración de ciertos valores universales e inalienables de ser humano. Esta corriente de pensamiento,  surgió en oposición al pensamiento religioso, donde Dios era el centro de la vida, y desde entonces,  el protagonismo pasó al ser humano.

El movimiento humanista estableció  los derechos humanos reconocidos por todas las naciones en la actualidad, de tal modo que el bienestar humano esté garantizado.

Tomaron acciones para expandir el conocimiento a través de la imprenta y crear una sociedad más culta a través de la formación de las personas en las universidades.

Fueron muchos pensadores los precursores de este movimiento, pero hoy os voy a  destacar a dos, uno de ellos es Tomás Moro recurrente en mi blog y el otro es Erasmo que "coincidí con él" en unos de mis viajes por Europa y no precisamente  en su ciudad de Róterdam. De los dos voy a daros unas pinceladas de sus biografías y una obra de cada uno de ellos, para mí la más destacada.


El humanista Tomás Moro

Con Tomás Moro empezaré por su funesto final, ya que este inglés cuando tenía 57 años le cortaron su cabeza en 1535, después de haber sido jurista, escritor, teólogo y un grandísimo político al servicio del rey de Inglaterra Enrique VIII, del que fue lord canciller y su principal consejero.

Su final empezó el día que el rey Enrique VIII quiso que el Papa de Roma, anulase su matrimonio católico con Catalina de Aragón,  para poderse casar con Ana Bolena alegando que Catalina no le daba ningún heredero varón.

El papa Clemente VII se negó,  y el rey redactó un Acta de Supremacía, que otorgaba todo el poder de la Iglesia a Inglaterra, y los prelados, nobles, lores,  y cancilleres firmaron el Acta salvo Tomás Moro, que le comportó la pena capital por alta traición (1535).

Tomás Moro fue uno de los pensadores más preclaros del humanismo, poniéndolo por escrito en su obra de ensayo político Utopía (1515), que describe un país con  una sociedad basada en los valores de paz, igualdad, libertad y solidaridad, dos siglos antes de la Revolución Francesa.
Paradójicamente esta obra estuvo en el Índice de los libros prohibidos por la Santa Sede, por preconizar el socialismo y la eutanasia, hasta que fue beatificado  en 1886 y canonizado en 1935 después de 4 siglos después su muerte.

Santo Tomás Moro es el santo patrón de los gobernantes y los políticos.



El humanista Erasmo

Me reencontré  con Erasmo,  cuando visité con Mila y unos amigos la ciudad de Friburgo situada en la Selva Negra alemana, y concretamente en  La Casa de la Ballena donde residió este humanista durante su estancia en esta ciudad. 

(foto del autor de este blog)

Recuerdo que esta ciudad estaba plagada de pequeños canales de agua,  que tenias que sortear con peligro de meter el pie, Erasmo de Rotterdam escribió sobre ellos:

"Riachuelos hechos artificialmente y  que discurren  por todas las calles de esta ciudad, el cual absorbe los jugos sangrientos de las carnicerías, el hedor de todas las cocinas, la suciedad de todas las casas... Con este agua se lavan las telas, se limpian las copas de vino e incluso las ollas". 

Cuando pregunté la utilidad de aquellos "mini canales" en tiempos pasados, me dijeron que servían para apagar los incendios de las casas. Hoy día molestan, ya que tienes el riesgo de meter el píe en ellos y lastimarte. El Ayuntamiento de la ciudad expone carteles de advertencia del peligro,  y además puntualiza  que no se indemnizará a los transeúntes accidentados.

Erasmo de Rótterdam, fue un pensador holandés que nació en 1467 en Gonda, cerca de Rótterdam y murió en el año 1536 en Basilea.

Solo citaré una obra suya,  el "Elogio de la locura", dedicada su amigo Tomás Moro.

En la obra se hace una relación puntual de las "ventajas" de la Locura sobre la Razón; señala cuán felices son los hombres cuando viven arropados por la necedad, situación de la que no escapan nadie de toda  la escala social.


Perdonarme que casi siempre os hable de Don Quijote, pero hoy no tengo más remedio, ya que su autor Cervantes, no me cabe ninguna duda de que era un erasmista convencido, y ahí está su Don Quijote, ejemplo de loco feliz que dejó atrás la razón,  y se lanzó a la aventura que, sin duda, acabará dando  sentido a su vida.  Quien va por la vida bajo el dominio de la razón, sin pasión, sin emociones  (sin inteligencia emocional, diríamos hoy) es un ser monolítico, aburrido, serio,  que no despierta afectos  ni compasión. Don Quijote, sin embargo, vanidoso, loco de atar, temerario, etc. se granjea la admiración y el afecto de todos. Lo mismo podríamos decir de su “alter ego”, Sancho Panza.

Erasmo vivió y trabajó en varios lugares de Europa en busca del conocimiento,  y la experiencia que podían aportarle los contactos con gente de otros países. Por esa forma de ser, particularmente destacada para aquella época, la Unión Europa decidió bautizar con su nombre a uno de los  proyectos más exitosos: Erasmus, el  conocido programa de becas, del cual ya se han beneficiados varios millones de estudiantes europeos.  En 2018 cumplió  su 31 aniversario con más financiación que nunca: 2.700 millones de euros para educación, formación, juventud y deporte (200 millones más que en 2017).



El humanismo político en el siglo XXI

Podría presentar una lista muy larga de dicotomías entre el "humanismo de ayer" y la "realidad de hoy", pero para no cansaros os presentaré una lista reducida:

Humanismo (sus objetivos)
(Ayer)
Realidad
(Hoy)
Virtudes
 Únicamente citaré los vicios:
 (corrupción, falta de ética, mentir, etc.)
Sabiduría
Cibercultura
Libertad
Comento la perdida de libertades (de expresión, manifestación, derecho a decidir, etc,)
Fraternidad
Insolidaridad (emigración, refugiados, presos, exiliados, etc.)
Igualdad  
Desigualdad
 (de género, económico, de justicia, etc.)
Religiosidad
Agnosticismo
Escases
Consumismo
La imprenta
Internet
Hechos nacionales
Mundialización
Artesanía
Industria
No contaminación
Cambio climático
Fuente: Blog Francecs  Gisbert Giménez

En el siglo XXI, todo ha cambiado, el presente ya no es eterno, sino una amenaza, la pregunta que nos hacemos hoy es ¿hasta cuándo?:

¿Hasta cuándo tendré empleo? ¿Hasta cuándo podré independizarme? ¿Hasta cuándo viviré en pareja? ¿Hasta cuándo habrá pensiones? ¿Hasta cuándo durará la Unión Europea? ¿Hasta cuándo durará la incredulidad del calentamiento de la Tierra? ¿Hasta cuándo se parará el crecimiento de la desigualdad?  ¿Hasta cuándo creeremos en la democracia? ....¿Hasta cuándo .....?

Nos definimos como animales racionales, es decir, que  tenemos razón y por ello reflexionamos. Además, tenemos emociones, y habremos  de gestionar la razón y las emociones en este  mundo complejo;  nuestros conocimientos además de  los libros impresos, los recibimos por Internet, y se ha de  destacar, que los acontecimientos antes eran locales o nacionales, y hoy son mundiales, y hasta somos capaces de vulnerar la soberanía interna de una país,  como es el caso actual de Venezuela.

El animal racional que somos lo hemos de convertir en digno, o sea en ético,  porque en lo de  listos nos pasamos, y habremos de aceptar  que  el cambio climático va afectar a  los derechos de los ciudadanos.

Por lo tanto, los políticos del siglo XXI deberían aplicar estos cuatro preceptos humanísticos, para cambiar la pregunta: ¿Hasta cuándo? por la ¿Hacia dónde? 

1º Experto en complejidad o caos.

La  sociedad de hoy no debe de tratar producir mucho,  sino de ser lúcida en sus planteamientos, los arreglos de un problema no es la solución de una parte del mismo, sino de todas ellas. Tal como ya expuse en mi entrada  9-06-2014 titulada "El pensamiento sistémico en la política..."

2º Experto en gestionar las emociones de sus conciudadanos.

El político del siglo XXI debe ser empático y gestionar favorablemente las emociones de sus conciudadanos para hacerlos felices.

El siglo XXI, tendría  que ser  el siglo de los "buenos políticos" y con una ficha superior a los futbolistas. Desgraciadamente,  reiteradamente se cumple la cita de Jean Le Rond d'Alembert (1717-1783) que dijo:

"La guerra es el arte de destruir hombres, la política es el arte de engañarlos"

3º El político del siglo XXI debe ser especialista en cibercultura y en los avances tecnológicos 

En algunos casos los avances tecnológicos pondrán más de una vez en jaque a la ética.

4º El político del siglo XXI debe ser un estratega de la mundialización

Lo que antes se hacía en una localidad o nación, hoy día por medio de las comunicaciones de todo tipo, lo bueno (ético)  y lo malo (no ético) repercute en todo el planeta.  A menudo, se tendrán que tomar medidas que afectan a todo el Mundo, por ejemplo, la regularización de la población, el hambre, la pobreza y la regularización de medidas medioambientales.

Si nos preguntamos si el humanismo de hoy es mejor que en el pasado, os contestaré rotundamente que sí, aunque partidos de la ultra derecha europeos quieran frenarlo, como el caso de VOX en España. Una de sus peticiones para investir al PP en la comunidad andaluza era la expulsión de 52.000 emigrantes de España y anular la ley contra la violencia de género.  Les recomiendo a los señores de VOX que vean la película LAS UVAS DE LA IRA (1940), que tuve la suerte de verla hace pocos días, en "cinefórum", sobre el tema de las "migraciones", donde el director John Ford a través del protagonista (Henry Fonda) y su familia retrata las diferentes problemáticas sobre este tema, en la época después de la Gran Depresión (1935) y en los E.E.U.U.

Después de 80 años que se estreno de esta película, aún hay partidos políticos que la ponen en vigencia.

Hay una escena que el hijo (Henry Fonda),  se despide de su madre porque tiene que huir del seno familiar, y la madre le dice ¿dónde iras? ¿dónde te encontraré?, y él le dice: "Yo estaré en todas partes, en todas partes dondequiera que mires; donde exista un hombre que sufra, allí estaré; y estaré en la risa de los niños cuando sientan hambre y la cena esté ya preparada; y cuando los hombres coman de la tierra que trabajan y vivan en casas que levantan, allí estaré también".

La banda sonora de esta película es la famosa balada de "Red River Walley", y hay un momento de la película que el legendario Henry Fonda la canta.

En el fórum, Uno de los asistentes, precisamente aludió el caso de los andaluces que sobre los años 60 migraron de Andalucía a Catalunya a través del tren que le llamaban "El Sevillano" y que cuyo trayecto hasta la Estación de Francia (Barcelona) duraba unas de 17 horas.

Otro, asistente,   que emigró fuera de España,  puso en relieve  la añoranza que sentía al estar alejado de Catalunya. Esto me hizo recordar una placa metálica con que me encuentro muchas mañanas cuando paseo por mi  barrio del  paseo de Sant Joan de Barcelona, antes de llegar al Monumento a Jacinto Verdaguer, cuya inscripción dice:

Dolça Catalunya
pàtria del meu cor,
quan de tu s’allunya
d’enyorança es mor.

Dulce Catalunya
patria de mi corazón,
cuando de ti se aleja
de añoranza se muere.

Jacint Verdaguer,  L'emigrant” (El emigrante)

Notas:
1ª La película mencionada está basada en la novela que lleva el mismo título de John Steinbek que ganó el Premio Pulitzer en el año 1939, y posteriormente debido a su trayectoria literaria le concedieron el Premio Nobel de literatura en 1962.


2ª Reivindico una vez más el color amarillo, esta vez con el color amarillo característico de una variedad de uvas.

lunes, 14 de enero de 2019

EL ÚLTIMO VIAJE DE LOS REYES MAGO Y MI TIA ISABEL


"Dichoso aquél que recuerda con agrado a sus antepasados, que gustosamente habla de sus acciones y de su grandeza y que serenamente se alegra viéndose al final de tan hermosa fila"
Goethe (1749-1832)

En mi entrada de hoy, os quiero comentar el periplo póstumo del viaje de los restos  de los Reyes Magos,  hasta llegar a su última morada en  la Catedral de Colonia.

Santa Elena, madre del emperador Constantino era ávida en la búsqueda de reliquias, y en su haber constan el encuentro de la "santa cruz", "la escalera santa", "los clavos del sacrificio", el "titulus Crucis" (rótulo INRI),  "la santa túnica", "la cuna de Jesús", "el santo sepulcro", etcétera, y como no, los restos de los Reyes Magos, que es el tema de hoy.

Los restos de los Magos se los llevó a la basílica de Santa Sofía en  Constantinopla (hoy Estambul). En el año 343,  San Eustorgio fue a Constantinopla para recibir la confirmación de su nombramiento como Obispo de Milán, y volvió no sólo confirmado de obispo, sino también con un enorme sarcófago que contenían los restos de los Reyes Magos como regalo del emperador.

   





El pesado sarcófago de mármol con la inscripción "Sepulcrum Trium Magorum" y con una estrella con cola  de cometa, lo transportó  en un carro tirado por bueyes, tal como  consta en  un capitel de la basílica de San Eustorgio, y  cuando llegaron a Milán, en un determinado lugar, los bueyes se pararon y no quisieron avanzar más, por lo que San Eustorgio, abandonó la idea de llevar el sarcófago  a la catedral de Milán, y en aquel punto construyó la basílica que lleva su nombre.

Cuando en el año 1162 Federico I, llamado Federico Barbarroja por el color de su barba, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, saqueó la ciudad de Milán, y tomó como botín las reliquias de los Reyes Magos y se las donó al arzobispo de Colonia, Rainaldo de Dassel.




Éste arzobispo, enemistado con el papa de Roma,  tomó la decisión de que los Reyes Magos tuvieran una digna morada y un precioso relicario. La morada es la actual catedral de Colonia,  y el relicario que está situado detrás del altar mayor de la misma,  y que fue construido con madera y plata dorada, siendo el relicario más grande del mundo.

Estos hechos, convirtieron a la ciudad de Colonia en un importante centro de peregrinación junto con Santiago  de Compostela y Roma,  lo que comportó importantes beneficios para la ciudad, y es por lo que desde finales del siglo XV en el escudo de la ciudad aparecen las tres coronas correspondientes a los Reyes Magos.

               
Abajo del escudo, hay once colas de armiño, que simbolizan  a Santa Úrsula y las 10 vírgenes,  haciendo referencia a la historia de Colonia, cuando fue invadida por los hunos en el año 451, y  su rey Atila se enamoro de Úrsula, pero la joven se resistió y junto a otras 10 doncellas que se negaron a entregarse a los apetitos sexuales de los bárbaros, fueron martirizadas.  En el lugar del martirio se construyó  la basílica de Santa Úrsula, y aunque se la venera desde entonces, la Iglesia nunca la canonizó oficialmente.

Fue tan importante la Catedral de Colonia,  que las direcciones  de las casas eran un número secuencial que partía de ella, siendo el 4711 la dirección donde se inició la fabricación de la intemporal y famosa  Agua de Colonia 4711.



Recuerdo  que  mi tía Isabel,  la profesora de música que tantas veces ha salido en mis apuntes autobiográficos,   era muy perseverante  en sus regalos de Navidad y Reyes.  Para la Navidad siempre obsequiaba a todos los componentes de  la familia con un frasco de Agua de Colonia  4711,   y  en la festividad de los Magos, nos regalaba a mis hermanos y a mí el clásico roscón de Reyes, que cada 6 de enero, pasábamos por su domicilio  a recogerlo hasta su fallecimiento.

Quizás,  por estos regalos de Navidad y Reyes de mi tía, la música para mí es más que sonidos, es también olor; la de la aroma de una colonia y la del roscón de Reyes, que me transportan  rápidamente al olor a campo  y al olor  a comida campestre de la  Sinfonía Pastoral de Beethoven  que nos tocaba al piano mi tía Isabel.

Puede ser que el relicario dorado de la catedral de Colonia no albergue  los restos de los Tres Reyes Magos,  pero  si guarda una bonita historia, tal como la he contado, y con más autoridad que la mía, la definió Goethe:

 “Historia, tradición, probable, improbable, fábula con naturaleza, probabilidad, realidad, fundido todo hasta con el último y más individual relato, desarma como un cuento de hadas toda la crítica”.


Notas:
1ª Unos grandes almacenes con centros comerciales en toda España,  anunciaba en las pasadas fiestas la llegada del Papá Noel y con la advertencia de que los niños les trajesen sus cartas. No todo vale, tiene que haber una ética comercial, y la tradición española apunta que las cartas de los niños con la petición de los juguetes son para los Reyes Magos.

2ª Reivindico una vez más el color amarillo, esta vez sin duda, con el amarillo del dorado del relicario de los Magos de la catedral de Colonia.