"Todo lo que oyes es
una opinión, no un hecho. Todo lo que ves es una perspectiva, no la
verdad"
Marco
Aurelio (121-180)
Mañana se conmemora en Catalunya la
fiesta de sant Jordi y se celebra también el día del libro, y la costumbre en
nuestro país es que las mujeres regalen un libro a sus parejas y ellos una rosa.
Antes de entrar en el tema propuesto,
me he informado del origen de la escritura como un pequeño homenaje a los
escritores que a todos nosotros nos han deleitado con sus historias.
El primer
escritor fue un contable
Entre 3.500 y 3.000 a. C., unos genios
sumerios (Sumeria, estaba situada en la actual Irak) inventaron un sistema de almacenar y procesar información
fuera de su cerebro que se llamó "escritura". El sistema de escritura
de los sumerios combinó con dos tipos de signos, que eran impresos sobre una
tablilla de arcilla, un tipo de signos representaban los números y los otros
tipos de signos representaban personas, animales, mercancías, territorios,
fechas, etcétera.
De esta forma, se encontró en una tablilla de arcilla uno de
los primeros escritos que decía: "29.086 medidas de cebada se recibieron a lo largo de 37 meses
Kushim"
¡Qué lástima!, que los primeros textos
de la historia no contenían ideas filosóficas, ni poesías, ni leyendas, ni
historias, eran documentos aburridos que
registraban pagos, deudas o la posesión de propiedades. Así pues, el primer escritor
que se ha encontrado fue Kushim, que no fue un filósofo, ni un poeta, ni un contador
de historias, fue un simple contable.
Lo que leía
la Virgen
En las pinacotecas de todo el mundo están llenas de cuadros con
la Virgen María con el niño Jesús y un libro. De todas ellas, he escogido dos que enlazan entre sí, con el
tema de hoy; y las dos obras se deben a
mi admirado Sandro Botticelli.
Esta Virgen con el Niño,
conocida con el nombre de Virgen del
libro (1480-1482) y que actualmente se puede ver en el Museo Poldi Pezzoli
de Milán, la virgen está leyendo un libro y según las palabras que se pueden
leer se trata de un "libro de horas".
Botticelli, a través de este bellísimo cuadro y el que os
mostraré más tarde, nos transmitió unas
noticias falsas (fake news) tan de moda hoy día en los medios de comunicación,
ya que los "libros de horas" eran un
tipo de manuscritos que se elaboraron en la Edad Media. Cada "libro
de horas" era único, debido a que se realizaba exclusivamente para una
persona determinada, solía contener rezos, salmos, así como abundantes dibujos
a todo color alusivos a la devoción cristiana. Además, si después de dos mil
años aún hoy hay analfabetos, no hay garantías que la Virgen María supiera leer
un papiro o un pergamino.
Volviendo, a la
escenificación del cuadro, vemos al Niño Jesús que sostiene, los tres clavos de
la cruz y una corona de espinas, como símbolo de su futura Pasión, y que
también lo simboliza en la siguiente obra que os voy a comentar, y que están de
acorde con la Semana Santa que hemos culminado.
Lo
que escribía la Virgen
Cuando visité en el año
2009, con Mila y unos amigos, "La Galería Los Uffizi" (en Florencia) me
quedé prendado de las obras de Sandro Botticelli, y entre sus madonnas, y de forma destacada, "La
Virgen del Magnificat" pintado en 1481.
Se trata de un tondo o
cuadro circular de un diámetro de 118 centímetros, en donde la Virgen
María está rodeada de cinco ángeles vestidos de paje, y suponiendo que supiera escribir, por lo que
se lee en el libro, con una encuadernación no adecuada a la época, está escribiendo el Magnificat o cántico que hizo la Virgen María cuando visitó a su
prima Isabel, y que concretamente se describe en el evangelio de san Lucas (1,
47-55), el cántico de María dice:
"Mi
alma glorifica al Señor,
y mi
espíritu se regocija en Dios, mi Salvador.
Porque
ha mirado la pequeñez de su sierva; si, desde ahora me felicitarán todas las
generaciones.
Porque
ha hecho en mí cosas grandes el Poderoso; cuyo nombre es Santo.
Su
misericordia de generación en generación, para los que le temen.
Desplegó
la fuerza de su brazo, y dispersó a los soberbios de corazón.
Derribó
a los poderosos de sus tronos, y levantó a los humildes.
Colmó
de bienes a los hambrientos y a los ricos los despidió vacíos.
Tomó
de la mano a Israel, su siervo, acordándose de su misericordia,
como
había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y su descendencia para
siempre"
Este momento, ha sido trasladado también a la música,
por medio de grandes compositores.
Como en el cuadro anterior, Botticelli, simboliza la
futura Pasión, poniéndole al Niño Jesús en su mano izquierda una granada.
Del "AVUI"
a "EL PUNT AVUI"
Mañana,
día de sant Jordi, hará 43 años que se publicó
en Barcelona, el número inicial del diario AVUI (1976), primer diario escrito
en catalán desde el final de la guerra civil española.
En su primera
portada, hay un chiste de Cesc,
que dice un niño a su padre, rodeado de gente que lee el AVUI y cada uno de ellos lleva la rosa de sant Jordi: Aixi,
ara, ja només ens falta l'Estatut? (¿Así, ahora, ya solo nos falta el
Estatut?)
Para dar
respuesta a la pregunta del niño, fue en el año 1979 que se aprobó el Estatut d'Autonomía de Catalunya,
también conocido como el Estatuto de Sau, por el lugar donde se elaboró el
anteproyecto, constituyéndose Catalunya
en comunidad autónoma dentro de España, y que ha estado vigente hasta el nuevo
estatuto del año 2006.
El 27 de
noviembre de 2009, la empresa editora
del diario EL PUNT adquirió el diario AVUI y finalmente, el 31 de julio de
2011, las dos cabeceras del grupo, AVUI
y EL PUNT se fusionan
formando el nuevo diario EL PUN AVUI, y del cual os muestro la portada del 23
de abril del año pasado, que como veréis del negro ha pasado al amarillo de las
rosas y del lazo de la cabecera, después de 42 años entre sus dos portadas.
Mañana,
día de sant Jordi, compraré este diario en señal de mi reconocimiento, no sé nada
de su contenido, pero me gustaría encontrar el poema "Abril" de Miquel
Martí i Pol:
Per l’abril,
si cada gota en val mil,
cada rosa en val deu mil
i cada llibre cent mil.
si cada gota en val mil,
cada rosa en val deu mil
i cada llibre cent mil.
Amb pluja, roses i llibres
celebrem la festa gran,
que ningú no en quedi fora,
ni els d’ara ni els qui vindran;
els d’ara, per fer patxoca
al costat de l’alt patró,
els qui vindran, per si toca
d’afegir-hi més saó,
perquè sant Jordi se senti
sempre ben acompanyat
i ens ajudi, als uns i als altres,
a poder guanyar el combat
que fa tants segles que dura
i encara no s’ha acabat.
celebrem la festa gran,
que ningú no en quedi fora,
ni els d’ara ni els qui vindran;
els d’ara, per fer patxoca
al costat de l’alt patró,
els qui vindran, per si toca
d’afegir-hi més saó,
perquè sant Jordi se senti
sempre ben acompanyat
i ens ajudi, als uns i als altres,
a poder guanyar el combat
que fa tants segles que dura
i encara no s’ha acabat.
Per això, quan l’abril pinta
tots els marges de color
i fa les nits molt més tèbies
i el cel més encisador,
convé que tots, nois i noies,
cantem ben fort la cançó:
tots els marges de color
i fa les nits molt més tèbies
i el cel més encisador,
convé que tots, nois i noies,
cantem ben fort la cançó:
Per l’abril,
si cada gota en val mil,
cada rosa en val deu mil
i cada llibre cent mil.
si cada gota en val mil,
cada rosa en val deu mil
i cada llibre cent mil.
Notas:
1ª
Reivindico una vez más el color amarillo, esta vez, con el amarillo del lazo
prohibido de la cabecera de EL PUNT AVUI y sus preciosas rosas.
2ª
Sandro Botticelli repite el niño Jesús con la granada, en otro bonito tondo, llamado la Virgen de la
granada (1487). Si os fiais, la cara de
las dos Vírgenes que os he presentado coinciden, y también con la cara de la protagonista
del Nacimiento de Venus, porque es el
rostro de su modelo Simonetta Vespucci, su amor platónico, ya que estaba casada
y fue fiel a su marido, y a la que la
inmortalizó en todas sus obras.
En
1510, 34 años después del adiós de Simonetta Vespucci, Botticelli fue enterrado
a los pies del sepulcro del amor no correspondido de su musa, en la Iglesia de
todos los Santos de Florencia.
3ª
En el comedor de mi casa tengo colgado un esmalte realizado en el taller de
artista Modest Morató donde trabajaba Carmen (mi segunda madre, artesana de la
técnica de los esmaltes), que es una bellísima reproducción de otra madonna, Os adjunto la fotografía del detalle del
esmalte junto a la obra completa de Sandro Botticelli. La cara sigue siendo la
de su musa Simonetta.
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