"El arte de escribir historias
está en sacar de lo poco que se ha comprendido de la vida todo lo demás; pero
acabada la página se reanuda la vida y uno se da cuenta de que lo que sabía es
muy poco"
Italo Calvino (Cuba 1923-Siena 1985)
A mi hermano José Mª
(1936-2014), que hoy habría cumplido 84 años
En
la casa de mis abuelos matrnos había un reloj de péndulo de pared. Recuerdo
que cuando mi abuela y su hija, mi tía Isabel, ya eran mayores, mi hermano José
Mª era el encargado de darle cuerda en sus visitas periódicas, para ello se
subía a una silla del comedor, abría la puerta de cristal del reloj de péndulo,
y le daba cuerda con una llave
"tipo mariposa", introduciéndola por dos orificios diferentes, uno era la cuerda para el movimiento de la
maquinaria, y el otro para el "sonido de campana" que anunciaba las
horas.
Cuando
falleció mi tía Isabel, mi hermano se quedó con el reloj de péndulo de pared, y
en estos momentos no sé dónde está, pero seguro que está parado, como se
pararon los corazones de mis abuelos, el de mi tía Isabel y el de mi hermano
José Mª.
Mi encuentro con el reloj de péndulo de Galileo
Recuerdo
que en el año 2009, visité la ciudad de Florencia en compañía con unos amigos; para mí es la ciudad más artística que he
visto, y también la más bella, porque
tiene una gran plaza como si fuera un museo al aire libre, tiene espectaculares palacios, bellas
iglesias, y una de ellas, con una
cúpula espectacular, muchos museos, y además,
se adorna con un rio que atraviesa la ciudad, y sobre él
un precioso puente viejo, y por si fuera poco, cuando te alejas de ella, te encuentras la belleza de la vegetación de
la Toscana.
Tal
es su belleza, que muchos turistas que vistan Florencia padecen el
"síndrome de Stendhal", que así se denomina la enfermedad
psicosomática que causa la elevación del
ritmo cardíaco, vértigos, confusión, alucinaciones, todo ello, por haber estado expuestos a una sobredosis de
belleza, tal como lo experimentó el famoso escritor francés Stendhal en su
visita a esta ciudad.
Me
acordaré toda mi vida, ya que fue el 24
de junio (Sant Joan), cuando visité la Iglesia de la Santa Croce, en donde en
su interior están las tumbas de Dante
Alighieri, Miguel Ángel y la de Galileo
Galilei. Éste último, en el año 1609, se construyó su propio telescopio, por ello en
aquel año de mi visita se conmemoraba el cuarto centenario, y por este
acontecimiento, se celebraba el "año internacional de la astronomía",
tal como indicaba el letrero junto a las banderas en la foto.
Tumba de Galileo Galilei (1564-1642)
Féretro custodiado por dos damas: la
Geometría y la Astronomía.
(Foto realizada por el autor de este blog)
Me senté
en un banco para recrearme en la contemplación
del precioso mausoleo de de Galileo, y alcé la vista hacia el techo de
la Iglesia, y aconteció lo que le pasó al gran Galileo, cuando asistió a un
acto litúrgico en una iglesia, se
percató que la lámpara que colgaba del
techo de una larga cadena y que oscilaba. Galileo, apreció que al principio la
lámpara se movía deprisa y después, pasado un rato, cuando las oscilaciones
eran más pequeñas, a menor velocidad. Intrigado por el asunto, midió cada
oscilación contando las pulsaciones de
su muñeca. El tiempo que tardaba la lámpara en realizar una oscilación era
siempre el mismo, y no dependía de la
amplitud de las oscilaciones. Acababa de descubrir una propiedad del péndulo
simple, que se cumple para pequeñas oscilaciones, conocida como isocronismo y
que luego lo aplicó para medir el tiempo, a su reloj de péndulo.
Mi encuentro con los relojes de péndulo de Christiaan Hygens
Dos
años después, en el 2011, visité la
ciudad de Ámsterdam acompañando a la Coral
del Colegio de Ingenieros Industriales de Catalunya, y en un edificio entre
balcón y balcón, había un mosaico ornamental de azulejos que representaba a
Christiaan Huygens (1629-1695) rodeado de relojes de péndulo.
Tengo que
confesar que en el momento que hice la fotografía desconocía la importancia del
personaje, la hice en recuerdo del reloj de mis abuelos maternos, luego supe
que aquél insigne holandés había inventado o perfeccionado entre otros
descubrimientos físicos y astronómicos, el reloj de péndulo.
Fotografía realizada
por el autor de este blog
Parece ser que Galileo informó de su invento al gobernador de Holanda, siendo casualmente el secretario
del gobernador el padre del inventor del reloj de péndulo, Huygens, por lo que existe la polémica sobre
si Huygens se inspiró en Galileo a través de informes confidenciales que el padre le pasase al hijo. El caso es que en
1656, Huygens hizo su primer reloj de péndulo en el que las oscilaciones fuesen
totalmente controladas y, a su vez, éste diera el movimiento exacto a unas
manecillas que indicaban las horas y los minutos.
Con este
invento del reloj de péndulo, se pudo
medir la "longitud" por diferencia horaria de la hora local y la hora
en el punto de salida, y que junto con la "latitud" situaba la
embarcación en el plano terráqueo (ubicación)
por unas coordenadas.
Recordad que la longitud se mide a partir del meridiano que pasa por el
observatorio de Greenwich,
en Essex (Reino Unido), y la latitud a partir del paralelo
del ecuador tal como muy bien lo ilustra
la figura siguiente.
De esta forma la ubicación de Barcelona tiene las siguientes coordenadas:
Latitud: 41,4º
Norte
Longitud: 2,2º
Este
El tiempo en la poesía y de rebote
en la música (adhiriéndome a la celebración del Día Mundial de la Poesía del
pasado día 21 de marzo)
Medid
bien el tiempo.
¡Qué desagradable es la dulce música,
cuando no se miden bien los tiempos
y no se guarda el compás!
¡Qué desagradable es la dulce música,
cuando no se miden bien los tiempos
y no se guarda el compás!
Lo
mismo ocurre
en la música de la vida humana.
en la música de la vida humana.
He abusado
del tiempo
y ahora el tiempo abusa de mí,
pues ahora el tiempo
me ha tomado por el reloj que marca sus divisiones;
mis pensamientos son los minutos.
y ahora el tiempo abusa de mí,
pues ahora el tiempo
me ha tomado por el reloj que marca sus divisiones;
mis pensamientos son los minutos.
William Shakespeare, Ricardo II
El
reloj de péndulo de mis abuelos (continuación)
El reloj
de péndulo de mis abuelos marcaba sonoramente el tiempo, pero éste, se negó a ser embotellado como el genio de mi
infancia y adolescencia dentro de la lámpara de Aladino, aquel tiempo se
escapó a través del moviendo de sus ruedas dentadas, y es que el
tiempo se escapa irrecuperablemente, y cuando la cuerda de los relojes se agota, al extremo de detener sus manecillas,
como la cuerda de nuestras vidas, el
tiempo sigue adelante.
Notas:
1ª Sería injusto que no mencionara la pandemia del coronavirus que
nos está azotando en estas tres últimas semanas de lapso entre mis dos escritos
de este blog. Con ello, nos hemos dado cuenta
que, cuando aireábamos nuestra
inmortalidad para la década del año 2050, hemos constatado nuestra fragilidad a través de este nuevo
virus, que ha causado bajas a la población, nos ha empobrecido una vez más,
y nos ha coartado las relaciones
académicas y sociales.
Y para que conste para el futuro, en el día de ayer los fallecidos en toda
España fue de 6.606.
Según las últimas noticias, desde el pasado martes el número de
infectados ha ido a la baja en Catalunya.
El Gobierno ha decretado quince días más de confinamiento hasta 9
de abril, que afecta también a los
trabajadores no esenciales, y con el slogan que "entre todos
venceremos", lo cual me ha hecho recordar la cita del genio del Arte Pop
Andy Warhol, que dice:
"Se dice
que el tiempo cambia las cosas, pero en realidad es uno el que tiene que
cambiarlas"
2ª Mi felicitación al grupo de ingenieros catalanes, que han diseñado respiradores producidos por
impresoras 3D, con ello debo pensar que se acabará la discriminación por edad
en los ingresos en la UCI.
3º En esta confinación he visto series y películas de NETFLIX, y de
todas ellas, destaco la película
"Los dos Papas", que os la recomiendo. En ella se cita una frase de San Francisco de Asís (mi
santo patrón) que dice: "Si tiene
que haber lágrimas que sean de alegría". Además, me hizo recordar el
13 de marzo de 2013, que estaba invitado a un acto del Colegio de Ingenieros
Industriales de Catalunya, para hacernos entrega de la insignia de oro,
conmemorativa de los 50 años de profesión. Estábamos convocados previamente a oír
misa en la Iglesia Sant Sever (San Severo),
y cuando ésta estaba a punto de finalizar, concretamente a las 19,05
horas, sonaron todas las campanas de las iglesias de Barcelona, anunciando: "Habemus Papam", había sido
elegido el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio bajo el nombre, como no, de
Francisco.
Os pongo una pequeña muestra del momento de la despedida del
encuentro, entre Benedito XVI que le
había anunciado que se retiraba como Papa, y el aspirante y actual Papa Jorge Mario
Bergoglio, donde este último, cita una vez más a San Francisco de Asís.
4º Con todo, y desde mi confinación, hoy me siento afortunado por tener este blog para poderme comunicar
con todos vosotros, y así poderos desearos salud y agradeceros esta lectura, pero me gustaría que me dijerais aunque sea un
simple "hola" en "comentarios", gracias.
Hola Francesc; tal com dius aquest coronavirus ens ha canviat una mica la manera de viure. Esperem que no sigui gaire més llarg aquest confinament tant restrictiu... Molt interessant el que expliques del pèndul de Galileo i la seva aplicació en els rellotges de precisió usats també fins no fa gaire en astronomia. A casa sempre n'hi havia hagut. No m'agradava que anessin "coixos"; tot i que no influïa en la precisió, sempre procurava que el tic-tac fos regular... La regularitat del pèndul va ser una altra troballa de les moltes que va fer aquest insigne personatge al que Newton va incloure en la seva referència als "gegants" en que va dir que es va recolzar per a veure-hi més. T'animo a desenvolupar el tema que has insinuat sobre la determinació de la longitud en la navegació marítima on les condicions inestables dels vaixells no permetien la utilització del rellotge de pèndul per gravetat i com se les va manegar John Harrison per a resoldre-ho. Cuida't molt. Una abraçada.
ResponderEliminarBona nit Jesús, tens raó a indicar que el moviment del vaixell perillava l'exactitud del rellotge de pèndol, fins que com el teu John Harrison va trobar una carcassa externa que pogués pal·liar dos graus pel vaivé de l'ones. T'adjunto un curt vídeo que et recordarà lo que m'has esmentat. Una abraçada i salut
Eliminarhttps://youtu.be/s2BAlHio_jo