sábado, 20 de junio de 2020

LA PESTE Y PANDORA


"La vida es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir"
Gabriel García  Márquez

La actual situación de la pandemia por el Covid-19, me ha hecho reflexionar sobre las pandemias pasadas en la historia de la humanidad, sobre todo en Europa, y fue  la peste la peor de todas ellas,  y  que azotó a nuestro continente de forma reiterada en el pasado.


LA PESTE

La peste negra o bubónica, que así se llamaba, y que asoló varias veces a Europa,  a diferencia de la pandemia de ahora que es un virus, era producida por la bacteria yersinia pestis que afectaba a las ratas y se  contagiaba a los humanos por las picaduras de las pulgas que habitaban en ellas.

 En la historia de Europa, consta que  han padecido varias pestes negras, siendo la mayor la que asoló nuestro continente entre 1345 y 1351,  y esta pandemia se inició en  Asia y llegó a nuestro continente, mediante la primera guerra bacteriológica de la historia.


La primera guerra bacteriológica de la historia

En 1345, los mongoles atacaron a la ciudad de Kaffa, una colonia genovesa en Crimea, situada en la costa del Mar Negro. En consecuencia de que la ciudad resistía el asedio  recurrieron a la guerra bacteriológica, cargaron sus catapultas con cadáveres contagiados de peste,   y los lanzaros por encima de las murallas de  la ciudad.

Posteriormente las naves genovesas,  que estaban plagadas de ratas negras, vehículo favorito de las pulgas, partieron del puerto hacia Mesina, Génova, Venecia y otros puertos europeos infectando a toda Europa,  y que alrededor de quince años, fallecieron  una cuarta parte  de su población.

Concretamente en España, la enfermedad penetró por Cataluña, primero por las provincias costeras de  Girona, Barcelona y Tarragona en la primavera de 1348. El 23 de abril de dicho año, Jaume d’Agramont, un médico y profesor del Estudio General de Lérida, publicó una epístola dirigida a los regidores de la ciudad en la que describía la naturaleza de la terrible enfermedad, y se considera como el  primer texto médico escrito en catalán. La medicina que se explicaba por entonces en aquellas primeras universidades europeas era sobre todo la árabe, recopilada por lo general en los territorios cristianos a través de textos judíos, un ejemplo más de la convivencia de las tres culturas. Jaume d’Agramont murió  de la peste cuando esta llegó a Lérida.


La cuarentena

El remedio más efectivo era huir de la ciudad afectada hasta que la epidemia hubiera pasado,  un recurso que sólo podían permitirse a los ricos propietarios de fincas y casas de recreo, tal como lo describe Giovanni Boccaccio (1313-1375) en  su Decamerón, donde un grupo de diez jóvenes patricios, en el año 1347,  se refugiaron en una lujosa villa a las afueras de Florencia huyendo de la peste.

El narrador de la obra dice que las causas de la mortífera peste, son debidas: "o por obra de cuerpos superiores,  o por nuestras acciones inicuas fue enviada  sobre los mortales,  por la justa ira de Dios para nuestra corrección".


Los médicos de la peste negra

Los médicos de la peste negra en el pasado,  no tenían la instrucción tradicional de los médicos convencionales, eran unos funcionarios contratados por las ciudades para que cuidaran de este menester.

Estos médicos utilizaban máscaras en forma de pico de ave, donde en su extremo depositaban productos aromáticos que les protegía de la mal olor,  y del aire contaminado, también se ponían unas gafas protectoras, unos guantes y un sombrero, tal como se observa en el gravado siguiente.


No obstante,  en aquella época no había ninguna medicina efectiva, por lo que huían los que podían de la enfermedad. Así, Francesco Petrarca (1304-1374), considerado el padre del humanismo, decía en una carta en 1365 a Boccaccio: "No hay mejor manera de curarse que hacerlo sin médico". Petrarca también había afirmado en otro lugar que "Sólo al médico se le permite matar a los hombres impunemente".


Los monumentos a la peste

Cuando he visitado ciudades europeas, he visto varios monumentos dedicados al recuerdo de esta plaga, y de todos ellos,  os comentaré uno, el que vi en una población próxima a Praga, concretamente en Karlosvy Vary (Baños de Carlos) en la primavera del año  2017.

Precisamente esta población fue fundada, por Carlos IV Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico poseedor de media Europa, en el año 1350,  y que tal como he mencionado en su reinado fue  la época de mayores brotes de peste.

En la foto que realicé del monumento en cuestión, se aprecia en la parte alta la Santísima Trinidad, en la parte central una estrella dorada del sello salomónico que representa a los cuatro elementos de la madre naturaleza: el fuego, el aire, el agua y tierra, y en la peana inferior dos personajes, uno de ellos es  san Carlos Borromeo patrono de los contagiados por la peste.


Monumento a la peste en Karlosvy  Vary
(Foto realizada por el autor de este blog)


La  Peste (1947) de Albert Camus

Os tengo que confesar, que en los días de confinamiento y de desescalada he leído bastante,  y cuando  preparé este escrito, se me ocurrió releer "La peste" de Albert Camus (1905-1980). No recordaba los detalles de la primera lectura y si la pude terminar por el tema muy ajeno al ambiente de aquellos años de mi juventud. Por el contrario, en esta nueva lectura, he visto muchos pasajes coincidentes  con  estos días de angustia por el Covid-19,  como la que pasaron los  protagonistas de esta novela por la peste en la ciudad de Omán, las medidas de protección que se tomaron según la novela, la abnegación de los médicos, las reflexiones religiosas que se pueden llegar a hacer, los problemas sociales originados, la muerte de seres queridos, etcétera, y que si en aquel entonces no lo pude apreciar, esta vez, me he sentido dentro de la trama argumental.

En esta novela como en el Decamerón, la peste es un castigo divino, según el padre Paneloux, jesuita intransigente, junto con las demás autoridades eclesiásticas, opinan que la única forma de luchar contra la enfermedad es con las plegarias, y en un sermón en la catedral dice: "Hermanos míos, la desgracia ha caído sobre vosotros, hermanos míos, vosotros la habéis merecido". Afortunadamente, doctor Rieux, difiere de esta afirmación.

El mensaje que  Albert Camus que nos aporta en esta obra es el siguiente:
"En el hombre hay más cosas dignas de admiración que de desprecio"

En 1957 se le concedió el Premio Nobel de Literatura. La Academia Real de Estocolmo se lo otorgó "por su importante obra literaria, que ilumina con clarividente seriedad los problemas de la conciencia humana de nuestro tiempo".


PANDORA Y LOS MALES DE LA HUMANIDAD

La mitología griega explica que Zeus encargó al dios Hefesto  que modelara la imagen de una hermosa mujer y le infundiera vida, y ordenó a cada dios que  le concediera un don.  Afrodita,  le dio la sensualidad amorosa, Atenea, el dominio de las artes, Hermes, la elocuencia y la astucia, y así sucesivamente,  recibió sendos dones de  otros dioses,  y le pusieron el nombre de PANDORA.

Zeus, para compensar tantas virtudes, le entregó una caja cerrada que contenía todos los males para la humanidad, con advertencia que no la abriera. Pero, Pandora llena de curiosidad abrió la caja, y es cuando las guerras, las enfermedades, y otros males, se escaparon de la caja y se extendieron por el mundo. Mas su astucia, que le había sido dada, observó  que había algo en el fondo de la caja,  y  la pudo cerrar a tiempo para que no se escapara,  y así  pudo conservar al fondo de la misma,   LA VIRTUD DE LA ESPERANZA. Y esta,  es  el consuelo de todos los males que han azotado a la humanidad, y es  la ilusión anticipada de la felicidad.

Aristóteles dijo: "La esperanza es el sueño del hombre despierto", y la hemos de mantenerla siembre viva, de esta forma la pandemia que nos ha azotado acabará, porque la esperanza no la hemos de perder nunca, en ningún infortunio, ya que Pandora la tiene a buen recaudo en el fondo de  su caja.


Notas:
1ª Si en el monumento de la peste de Karlosvy Vary tiene la advocación de San Carlos Borromeo, en  la obra de Albert Camus, se menciona a San Roque como santo pestífero.

"San Roque como patrón de la peste" por Rubens (1623)
Colección Thyssen-Bornemisza, en depósito (no expuesta) en el MNAC.

Se cuenta que estando curando a los apestados de Plasencia,  se contagio también de la peste y se vio obligado a retirarse a una cueva abandonada, y alejada de la ciudad. Un perro cada día entraba a ella trayéndole alimentos y ropa.  Los habitantes  descubrieron el paradero del Santo y acudieron a socorrerle, y lo llevaron al hospital donde él había sido enfermero,  y al verle los enfermos quedaron curados.

2ª En las afueras de  Karlosvy Vary se puede visitar la fábrica de cristales Moser con más de 150 años de historia, y ofrecen un circuito que permite ver a los maestros artesanos del cristal en su labor diaria. Recuerdo que en su tienda de Praga compramos media docena de vasos multicolores para refrescos, que es un deleite ver los preciosos colores con  que están decorados.

Operario en pleno trabajo para la fabricación de una pieza de cristal de bohemia              
(Foto realizada por el autor de este blog)

Todo ello lo he recordado, por las críticas que ha recibido el Gobierno y su Ministerio de Salud,  por la gestión de la pandemia y sus cifras estadísticas, que muy bien define esta  situación  unos versos del poema "Las dos linternas" (1846) de Ramón Campoamor  (1917-1901):

"Y es que en el mundo traidor
nada hay verdad ni mentira:
todo es según el color
del cristal con que se mira."

3ª La Generalitat, decretó que a partir de la medianoche del jueves 18, al recuperar todas sus competencias, sustituyó la fase 3 decretada por el Gobierno central, a una "fase de reanudación".

Las estadísticas de las "cifras oficiales" de los países  en aquel momento eran:



4ª Los países que mejor han gestionado la pandemia del coronavirus son: Islandia, Taiwán, Noruega, Finlandia, Dinamarca, Alemania, y Nueva Zelanda. Todos estos países tienen un elemento en común: tienen como primer ministro a una mujer.

Para una mayor redundancia,  el papel de las mujeres no termina con la noticia que os he dado sobre la pandemia. Europa tiene tres mujeres que han impuesto sus criterios para conseguir una rápida recuperación económica, se trata de la canciller alemana  Merkel, la presidenta de la Comisión Leyen, y la presidenta BCE Lagarde. Han propuesto un plan de 750.000 millones de euros de ayudas y de los cuales medio millón son a fondo perdido.

Es evidente, que las mujeres priorizan más que los hombres en  las cuestiones del bienestar.

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