"El camino más largo se empieza dando el primer paso"
Proverbio
chino
Faltan 20 días para ir a votar, por lo
que me he permitido reflexionar sobre lo
que nos deparará la filosofía de la economía
social y automatizada en un futuro próximo o lejano, que
dependerá de la velocidad de los cambios
tecnológicos en nuestro país y de la altura de miras de nuestros políticos
La economía
capitalista actual
En la economía actual reza la máxima
de "Tanto tienes, tanto vales", es decir, por encima
de todo se valora el éxito medido por el
dinero, sin tener en cuenta la valía intelectual o humana de las personas.
Los empresarios buscan el máximo
beneficio, a veces en detrimento de la calidad de sus productos o servicios, hacen caso omiso del bienestar de sus trabajadores, y no tienen en
cuenta los impactos negativos que propinan al medio ambiente.
En la economía globalizada de hoy
impera la ley de la jungla en lo que se refiere a competitividad de las empresas, dejando al margen del mercado a las empresas
de proximidad. Por otra parte, las empresas de servicios básicos pasaron en su
día del poder del Estado que tenía la potestad para regular los precios, a la privatización de las mismas, con el agravante de una subida de precios
constante y fuera del dominio del Estado,
y que además estos oligopolios nos hacen dudar de la transparencia con que
fijan los precios.
La economía actual es una economía de consumo, que
fomenta en la población la creación de constantes necesidades. Hoy día, por pobre que seas tienes que tener un móvil o
estás perdido con la burocracia actual. El móvil ha sido la semilla de lo que
veremos en el futuro con la Inteligencia Artificial y la robótica.
Con todo, hay un paro elevado, una
desigualdad exagerada en los ingresos de
los ciudadanos, una carestía en los alquileres y en las compras de viviendas, una
inseguridad generalizada por un futuro halagüeño, y con el agravante de una guerra en la Europa Oriental, etcétera, que pone en evidencia que debe haber
un cambio económico y social por parte del Estado.
La
economía social y automatizada
Reflexionando como será la futura
economía social y automatizada, parece ser que pondrá el punto final a la maldición bíblica (Génesis 3,19): "ganarás el pan
con el sudor de tu frente", porque se referirá al sudor de las generaciones pasadas, que han
atesorado tecnologías como la que hemos apuntado de la Inteligencia Artificial y
de la robótica, que invadirán los procesos empresariales, desplazando a los trabajadores al ocio.
En la economía social y automatizada,
todos los ciudadanos percibirán mensualmente una renta mínima que lo decidirá
la sociedad en función de la renta per cápita que alcance nuestro país.
Por otra parte, los ciudadanos podrán optar de conseguir otros ingresos trabajando
hasta un cierto límite de horas, porque el trabajo será voluntario y escaso. y se
tendrá que repartir.
Otro punto importante, es que los
bienes básicos y los servicios públicos serán gratuitos. La economía social y
automatizada girará en torno a la
energía y los recursos, y no del capital y de la mano de obra.
La sociedad futura ociosa será más
culta, más rica en valores, y habrán muchos emprendedores filántropos, es decir, parte o
la totalidad de sus beneficios, serán entregados a la comunidad para favorecer las carencias.
Si descartamos las guerras, el ahorro
por la gasto militar será cuantioso, aunque el peligro de una guerra atómica aún es posible. Cuando le preguntaron a
Einstein que si había una guerra atómica, cómo sería la siguiente, el físico
respondió: "A pedradas".
Manos a la
obra
Perdonadme por el titulo muy alejado
del futuro ocioso que he apuntado, posiblemente es porque aún tengo el estigma
del trabajo en mi memoria.
Para poder llegar a la economía social
y automatizada, ahora tenemos la
oportunidad con nuestro voto en las próximas elecciones, a elegir a aquellos políticos que están mejor preparados para afrontar los
segundos pasos de este cambio radical futuro, y que nos representen en el
Congreso de Diputados en los 350 escaños.
Cada uno de nosotros somos uno de
los 37,4 millones de votantes, pero lo
que vale es la suma de los votos con apetencias sociales. Hay muchos electores que están en contra de la
emigración, y no saben que de los votantes que he mencionado anteriormente, 2,3
millones nada menos que el 6,6 %
son españoles que residen en el extranjero.
Ahora que os he apuntado el futuro
ocioso que les deparará a nuestros
descendientes, solo me queda soñar, como
soñaba Segismundo y murmuraba:
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una
ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Notas:
1ª Los
días 17 y 18 de junio acompañé a la Coral dels Enginyers Industrials de Catalunya,
a
Cervera donde realizaron un concierto, y tuve la dicha de visitar dos empresas
filantrópicas de la mano de mi amigo Javier J. que le doy las gracias, la cooperativa L'Olivera situada en Vallbona de les Monges, que produce vino y
aceite
"Para
L'Olivera, la fórmula cooperativa representa un modelo de empresa en que los
objetivos económicos y empresariales se integran en los de carácter social y
permiten un crecimiento económico basado en la ocupación digna, la equidad
social y la igualdad"
y la
otra, La Fundació Casa Dalmases, situada en Cervera que producen cerveza artesanal
y chocolate.
"La
Fundació Casa Dalmases es una entidad sin ánimo de lucro que se fundamenta
sobre tres pilares: la promoción de la cultura, el impulso sostenible del
territorio y el compromiso con la economía social.
Y os
puedo asegurar la calidad de sus
productos porque degusté sus vinos, sus cervezas artesanales, sus
chocolates, y en casa, su aceite de
oliva virgen extra.
Os adjunto sus páginas Web, para vuestra
información y posibles pedios
https://olivera.org/es/
https://casadalmases.org/
2ª En Cervera hay una calle muy
estrecha, que da a la plaza Mayor e hice una instantánea recordando al gato de Schorödinger y que me sugirió la siguiente pregunta para las próximas elecciones, ¿subiremos o bajaremos peldaños hacia la economía social y
automatizada?
El día que el estado asigne un "minimum vital" a los ciudadanos de a pie y los oligarcas asuman como propios los beneficios del trabajo popular, habrá finalizado la civilización occidental, los pueblos perderán la ilusión por el trabajo y el progreso, y se impondrá el caos, la destrucción y la violencia.
ResponderEliminarGracias por su comentario. Es obvio que en todas las revoluciones industriales causen polémica, como la de la I.A. y la robótica, pero el progreso de las tecnologías no lo parará nadie, y la sociedad se tendrá que acostumbrar al ocio. Por otra parte el trabajador voluntario irá al trabajo con más ilusión que ahora, ya que cobrará el mínimo vital y recibirá un salario de mayor cuantía que ahora. Espero que sea como eran antes, que uno cobraba los suficiente para mantener a su pareja.
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