EL SENTIDO COMÚN Y LOS IMPLANTES

 

Dedicado a mi esposa y a mis tres hijos

EL SENTIDO COMÚN

Para mí el sentido común es la herramienta más útil y extremadamente necesaria  para nuestra vida profesional y para nuestra vida cotidiana, a pesar de ello resulta difícil de definir.  Una definición podría ser. “la capacidad para decidir y actuar acertadamente”, y por lo tanto,  no me queda ninguna duda, que el sentido común se adquiere mediante la observación, la formación  y la experiencia.

Yo, que me he dedicado al asesoramiento de todo tipo de empresas, he podido constatar que el sentido común no lo aplican, como también constataré en su momento que tampoco lo aplican los políticos.

Descartes dijo, que el sentido común era la cualidad mejor repartida del mundo; no había persona que no dispusiera de ese regalo juicioso. El célebre matemático y filósofo entendía que esta dimensión, más allá de la idiosincrasia de cada uno, nos permitía tener claro a todos por igual que era lo correcto, lo aceptable y lo razonable.

 

En cambio, el célebre filósofo francés,  Voltaire,  opinaba (y yo estoy de acuerdo con él) que  el sentido común es en realidad el menos común de los sentidos.

 

Mi sentido común

El pasado 22 de mayo me pusieron una prótesis en la cadera, a mis 86 años, la buena noticia es que me estoy recuperando  como ocurre hoy día en la mayoría de las intervenciones quirúrgicas, la mala noticia es que la prótesis durará solo unos quince años, por lo que me la tendrán que cambiarla  por otra al finalizar este plazo.  Con razón, me lo advirtió mi traumatólogo con su sentido común,  hace ya más de  10 años,  que me aconsejó que me esperara por el plazo de caducidad de la prótesis,  ya que tenía tiempo de ponérmela hasta los 90 años.

A pesar que estoy convaleciente he tenido  ánimos para colgar en mi blog, una vez más,  una nueva entrada con  una intención desafiante  de quien durará más, si  mi reciente implante incorporado en mi cuerpo,  o la existencia de mi querido blog.

Recuerdo que concretamente en el año 1999 asesoré en la implantación de las normas ISO de calidad a un hospital de traumatología en Bilbao. En la primera entrevista con el Director General  (médico traumatólogo) me hizo una pregunta demoledora ¿Dígame,  a qué hospitales ha asesorado usted para la implantación de las normas ISO?

Mi sincera respuesta hubiese sido: ninguno, ustedes son los primeros. Pero tal afirmación corría  el peligro de mi continuidad en el proyecto. Por lo qué  apliqué mi sentido común, y le respondí  que no estaba autorizado por mi compañía en  dar esta información, y que si él  quería saber este detalle se tendría  que poner en contacto con la dirección de la misma.  Cosa que no lo hizo afortunadamente.

Solo expondré dos ejemplos de la falta del sentido común que me encontré en este hospital, el primer caso,  es cuando me informaron que en aquella noche habían desviado un paciente ingresado en urgencias por una lesión en la mano a otro hospital por no encontrar el “corta anillos”, que es una herramienta que corta el anillo, ya que la la lesión  en una mano, hace que el dedo se inflame y no se puede extraer el anillo del dedo de forma convencional. Para el futuro se solucionó este problema con solo  definir un sitio en donde estaría siempre depositado el “corta anillos”.

 

El segundo ejemplo, fue que ingresaron un paciente una vez abierta la cadera en el quirófano en la UCI,  porque  la prótesis recibida del proveedor era de la cadera izquierda y el paciente la necesitaba la de la  derecha. El protocolo que se implantó fue que la enfermera jefa del quirófano comprobara la prótesis recibida del proveedor antes de empezar la intervención.

 

El sentido común en la política

La falta del sentido común de los políticos es ostentosa, sean los nuestros o de otros países. Pero por poner unos ejemplos, hablaré de los nuestros, los de Catalunya. Una de las más sonadas lo ha protagonizado el President Pere Aragonés al convocar las pasadas elecciones a sabiendas que las encuestas no le eran favorables. El batacazo del resultado de las elecciones,  le ha abocado a abandonar la primera línea de su partido y propiciar un follón en la política catalana.

Otros ejemplos de la carencia del sentido común, es por  parte de los partidos independentistas que van cada uno por su lado, ignorando las ventajas del trabajo en equipo, y lo más lamentable es el que el President Carles Puigdemont quiera presidir de nuevo la Generalitat, cuando se encuentra en el exilio. Cuánta razón tenía Voltaire.

 

LOS IMPLANTES

¿Quién de nosotros no tiene un implante en su vida, aunque sea dental? Nuestro futuro está en manos de los fisiólogos y de los ingenieros. Los fisiólogos indican a los ingenieros cómo funciona el cuerpo  humano  y estos construyen máquinas, herramientas,  prótesis, etc.  para ayudar a los fisiólogos a alargar nuestras vidas y hacerlas más placenteras.

Yo,  que ahora ando con dos muletas, por lo que esta circunstancia, me ha hecho recordar  el mito de Edipo y la Esfinge, cuando ésta le sometió  a Edipo al siguiente enigma:

¿Qué animal camina con cuatro patas por la mañana, con dos al mediodía y tres al atardecer?”

Edipo y la Esfinge (1806.08), del pintor francés de temas históricos  Francois-Xavier Fabre

Edipo respondió, “éste animal es el hombre, por la mañana de la vida se vale de sus dos pies y sus dos manos para andar; en pleno día de su existencia sus dos piernas le bastan, y cuando llega la noche, es decir la vejez, se vale de un bastón, su tercer sostén”

Sófocles (Atenas, 496 a.C. a 406 a. C.) no previó que en el siglo XXI que se practica la implantación de artroplastia de cadera, sales del hospital con dos muletas es decir, que según él he vuelto a la infancia. Lo triste es que durará poco, ya que dentro de unos días de dos pasaré a una muleta, es decir, desgraciadamente pasaré  otra vez a la vejez.

 

Notas:

1ª Me he quedado gratamente sorprendido  por la  atención excesiva que he recibido de mi esposa y de mis tres hijos en el post operatorio, yo que me creía con tanto sentido común, las atenciones que he recibido, han sobrepasado todos los límites de lo que había imaginado. Muchas gracias a todos.

2ª Con un poco de dolor y molestias,  he acudido un lunes más a ponerme en contacto con vosotros, mis incondicionales lectores, y tal como digo siempre, para mi escribir es una terapia, y ahora en este momento me encuentro mejor.