lunes, 7 de octubre de 2024

LAS OTRAS FACETAS DE GOETHE

  Dedicado a  la memoria de mi amigo el Doctor Frederic C. i G.

Este verano, reiteradamente, desde la terraza de mi apartamento contemplé el cielo iluminado por la luz del sol,  y me quedaba a veces extasiado  por las figuras de colores que formaban las nubes,  y su constante movimiento como si se tratara de una función teatral,  con un decorado azul celeste de fondo. Esta belleza de la naturaleza de formas y colores,  me ha inspirado el siguiente artículo.


 Todos recordamos las dotes de dramaturgo, novelista, poeta, filósofo  y naturalista alemán Goethe (1749-1832), pero hoy quiero destacar  sus dos aficiones favoritas:  la pintura y la meteorología.

 Estas  aficiones del consagrado autor de Werther, las inició con  37 años, y fue cuando se traslado a Roma a casa del pintor Tischbein,  el cual  fue su primer maestro en el arte pictórico.

 Su afición por la pintura le llevó a pintar unas 2.500 acuarelas, la mayoría de ellas eran paisajes que predominaban los cielos con todo tipo de nubes  con sus formas y sus colores, todo ello por su otra afición, la meteorología. De todas sus obras destaco: “Cúmulos ascendiendo detrás de las montañas”, pintado en 1815,  es decir, cuando  contaba con 66 años y,  ya entonces había escrito su obra cumbre “Fausto”

 


 

No nos hemos de extrañar que Goethe definiera tan bien las nubes de su cuadro,  porque un coetáneo suyo el farmacéutico inglés Luke Howard,   también miraba las nubes como Goethe y como un servidor de ustedes, y las definió con nombres latinos. Goethe tanto  le admiró que le dedicó innumerables poesías a él y a la definición de las nubes.

 “Para descubrir el infinito,

debes distinguir, a continuación asociar;

llevado por las alas de la gratitud, canto pues

al hombre que supo  distinguir  las nubes.”

 

El tratado que escribió Howard con su clasificación y definición de las nubes aun hoy día es vigente. Os muestro un gráfico de las diversas formas de las nubes y luego paso a describirlas

  


 

 Howard basó  su nomenclatura de las nubes según la forma que adoptaban, así , cuando es en forma de cabellera, “cirrus”, en forma de capa, “stratus” o forma de montón, “cúmulus”, ,que además podían ser generadoras de lluvia, “nimbus”, y en función de su altitud:  en las  “nubes altas” encontramos cirros, cirrocúmulos, y cirrostratos, en ”nubes medias”, se denominan altostratos, altocúmulos y nimbostratos, en ”nubes bajas” los estratos y estratocúmulos, y de desarrollo vertical los cúmulos, y cumulonimbos.

 Goethe en honor a Howard, que lo definió como “el hombre que distinguió la nube de la nube”, le dedicó también unos versos según la forma que toman.


Stratus

Cuando sobre el seno silencioso del mar
la fría niebla cuelga como un dosel tendido;
y la luna, mezclando allí sus rayos sombríos,
parece un espíritu que forma otros espíritus;
sentimos, en momentos puros y brillantes como este,
la alegría de la inocencia, el estremecimiento de la dicha.
entonces, elevándose en la ladera de la montaña que se oscurece,
y extendiéndose mientras enrolla sus cortinas,
cubre la mitad de la altura, y allí
se hunde en gotas de agua, o se eleva en el aire.

 

 

 

Cúmulus

Aún se eleva, como si un llamado celestial
lo impulsara hacia el salón más sublime del cielo;
alto como las nubes, vestido con pompa y poder,
consagrado en fuerza,
exhibido en majestad;
parece mover todos los pensamientos secretos del alma,
tiembla por debajo, mientras frunce el ceño por encima.

 

Cirrus


Y más alto, más alto aún se elevan los vapores:
¡el triunfo es el impulso más noble del alma!
entonces, como un cordero cuyas vestiduras plateadas se despojan,
los velludos ovillos se extienden disueltos en gotas de rocío;
o suavemente flotan hacia los reinos del descanso,
y encuentran una dulce bienvenida en el pecho del padre.

 

Nimbus


Ahora desciende impulsado por la atracción del mundo,
que tiende a la tierra, que se había elevado al cielo;
amenazando en la loca nube de tormenta, como cuando
legiones feroces chocan y desaparecen de la llanura;
¡triste destino del mundo atribulado! pero mira,
la niebla ahora se está dispersando gloriosamente:
y el lenguaje nos falla en su vano esfuerzo;
el espíritu se eleva por encima y vive para siempre.

 

 Las nubes tienen colores

 Haciendo honor al romanticismo de las pinturas de Goethe, os transcribo y os adjunto un video de un trozo del dialogo de la película “La joven de la perla” rodada en el año 2003,  en el momento que el pintor  Johannes Vermeer abre la ventana de su estudio y pregunta a Griet, su sirvienta:

 - fíjate, mira las nubes  ¿de qué color son?

 Griet responde son blancas y se da cuenta de su error. Algo dubitativa, sigue mirando con atención y responde

 - amarillas…..azules ….y grises. Las nubes tienen colores.

 video


 

Notas:

 

1ª Goethe el gran autor de ·”Fausto”,  y mi admirado genio musical  Beethoven tienen unos encuentros en la ciudad de Teplice  (hoy perteneciente a la República Checa)  durante unos días del verano del 1812.

 Parece ser que Beethoven le echó en cara por su comportamiento cortesano y su conservadora vida artística, porque opinaba: “a Goethe le gusta demasiado la atmósfera de la corte, más de lo que le conviene a un poeta. No hay mucho más que decir aquí sobre la ridiculez de los virtuosos, cuando los poetas, que deben ser vistos como los primeros maestros de la nación, pueden olvidar por ese deslumbramiento todo lo demás.”

2ª Goethe era huésped asiduo también de la ciudad balneario  Karlovy Vary  (República Checa), y al contrario que Beethoven, se movía hábilmente y con enorme placer entre la elegante sociedad, y gozaba de la atención que le dispensaban los distinguidos huéspedes del balneario, y sobre todo,  la joven emperatriz María Luisa, la tercera esposa de Francisco I, que admiraba hasta la exaltación a Goethe; lo que le halagaba mucho al mujeriego poeta de casi 63 años.

Este último párrafo me hace recordar mi visita  a Praga y a la ciudad balneario Karlovy Vary en el año 2017, y en donde visitamos  una fábrica de cristal de Bohemia, y que en una de sus tiendas compramos media docena de  vasos para refrescos de  preciosos colores y una hermosa botellita para adornar un estante de nuestro baño.


 

En el escaparate de la tienda había una foto de  la boda de los reyes (2004), porque publicitaban que las copas de cristal de Bohemia del brindis nupcial, eran un modelo fabricado por ellos.  

3ª Hace unos días en la cuarta planta de Colegio de Médicos,  la familia del Doctor Frederic C. i G. le rindió un entrañable homenaje en compañía de sus  amigos.


 

De todos es conocido  tu afición por la música, querido Fredy, y mientras que una coral que tú habías participado cantaban la Hallelujah de Leonard Cohen,   salí a la terraza  de la sala, y alcé mi vista hasta el cielo,  y me pareció observar que las nubes vinieron de oyentes y además eran de colores.

3 comentarios:

  1. Muy interesante como siempre,y un final muy bonito y poetico.
    Un abrazo.

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  2. Muy interesante tanto el escrito como el fragmento de vídeo y un final muy emotivo. A partir de ahora miraré las nubes de forma diferente!

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  3. Gracias por vuestros comentarios. Al mirar las nubes se produce el fenómeno psicológico con el nombre de "pareidolia" cuando creemos ver toda clase de figuras en ellas.

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