En Begur,
donde paso mis veranos, en la primera semana de septiembre, organizan la FIra
d’Indians, que es la celebración de los emigrantes que regresaron de Cuba y
se establecieron en Begur.
A lo largo del
siglo XIX, 500 begurenses abandonaron su
pueblo y decidieron cruzar el Atlántico, el 87 % es establecieron en la isla de
Cuba, mientras el 13 % restantes en otros países de América.
Cuando España perdió la guerra de Cuba,
algunos de los begurenses que regresaron,
construyeron sus casas con inspiración
cubana por nostalgia de los años que habían vivido en la isla.
Los emigrantes españoles en Cuba
La población de Cuba se desarrolló a lo largo del siglo XIX con el
progreso del azúcar. La masiva llegada de emigrantes españoles y esclavos
africanos (1) la población pasó de 272.301 habitantes del año 1791 a
1.007.624 en 1842. Es decir, en medio
siglo la población se multiplicó casi por cuatro.
La guerra contra los Estados Unidos de América
La Guerra hispano-estadounidense se desató entre el Reino de España y los Estados Unidos de América en 1898 que apoyaron a los insurrectos cubanos, durante la infancia del rey Alfonso XIII, cuando ejercía la regencia la reina María Cristina de Habsburgo-Lorena, viuda de Alfonso XII, siendo presidente del gobierno español Práxedes Mateo Sagasta y el presidente de los Estados Unidos, William McKinley.Según la historia, la guerra se desató por el hundimiento del buque americano el Maine varado en el puerto de la Habana debido a una explosión, y que los yanquis adjudicaron la autoria a los españoles.
La Guerra hispano-estadounidense se desató entre el Reino de España y los Estados Unidos de América en 1898 que apoyaron a los insurrectos cubanos, durante la infancia del rey Alfonso XIII, cuando ejercía la regencia la reina María Cristina de Habsburgo-Lorena, viuda de Alfonso XII, siendo presidente del gobierno español Práxedes Mateo Sagasta y el presidente de los Estados Unidos, William McKinley.Según la historia, la guerra se desató por el hundimiento del buque americano el Maine varado en el puerto de la Habana debido a una explosión, y que los yanquis adjudicaron la autoria a los españoles.
Hoy se sabe que la explosión
la provocaron ellos mismos, como excusa para apoyar la independencia de
Cuba, según contó Pablo Gato (novelista
y especialista en espionaje internacional) en “La Contra” de La Vanguardia, del
día 23-07-14.
Mis raíces cubanas
Mi abuela Isabel nació en Santa Clara (Cuba) en el año 1888 (2), diez
años antes de la guerra con los americanos, debido a que su padre era militar
(primer teniente) y estaba destinado en esta localidad.
Cada año, en
la Fira d’Indians de Begur, lo celebro vistiéndome de blanco con sombrero de
paja, visitando alguna casa indiana, escuchando ritmos caribeños a cargo de
Lucrecia y sobre todo me tomo unos MOJITOS (ron, lima, azúcar de caña,
hojas de menta con hielo picado y combinado todo ello con soda) en compañía de
mi hermano Santiago y nuestras respectivas esposas, todo ello en recuerdo de nuestra abuela Isabel.
Notas:
(1) El día 23 de agosto se celebró el “día para el
recuerdo del comercio de esclavos y su abolición”. Como estoy de vacaciones y
no quiero ponerme nervioso, he pasado esta conmemoración sin comentarla, no por
ello, no he dejado de pensar en aquella y en las actuales injusticias sociales
que soporta la humanidad.
(2) En el mismo año que nació mi abuela Isabel, en septiembre de 1888 se botaba en Cádiz el primer
submarino del mundo. Su inventor, Isaac Peral, había conseguido lo que Julio
Verne había descrito de forma profética en sus novelas.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar