lunes, 26 de octubre de 2020

EL LABERINTO DE LA VIDA Y LA FELICIDAD

 "Para poner el mundo en orden, antes debemos poner el país en orden, para poner el país en orden debemos poner la familia en orden, para poner la familia en orden, antes debemos cultivar nuestra vida personal; antes debemos poner orden en nuestro corazón"

CONFUCIO (pensador chino, 551-479 a.C.)

La definición de "laberinto" según la R. A. E.; dice: "Lugar formado artificiosamente por calles y encrucijadas, para confundir a quien se adentre en él, de modo que no pueda acertar con la salida".

Para mí un  laberinto, se asemeja metafóricamente a las historias de nuestras vidas, porque  constantemente nos encontramos con encrucijadas en las que tendremos que elegir un camino,  el acertado o el erróneo, es la aventura de la vida, sabemos cómo entramos, pero el mérito es encontrar la salida, que continuando con la metáfora es la felicidad.

 

En la actualidad, nos encontramos con difíciles encrucijadas, el Covid-19 en un tiempo después de los recortes salvajes en la sanidad,  en  un momento de una  maltrecha economía, con  un  exceso de políticos,  y además de baja calidad,  con  una elevada inseguridad jurídica, con políticas sociales paupérrimas,  con una corrupción en la banca, en las cajas de ahorro,  en las instituciones de control,  en los administradores políticos, e incluso en la Casa Real,  etcétera, y  todo ello nos impide encontrar la salida del  laberinto, nuestra felicidad, y que como resumen de todo este artículo, digo: "El ser humano tiene derecho a ser feliz y es misión de nuestros gobernantes conseguirlo"

 

La historia de la felicidad

 

En este constante caminar por el laberinto buscando la felicidad,  tiene mucha historia, ya que el ser humano ha aspirado siempre con alcanzarla, es un instinto evolutivo que ha permitido a nuestra especie sobrevivir. Y en este transcurrir de la historia hasta nuestros días, el concepto de felicidad se ha ido alterando según la época, así en los siglos anteriores   a Cristo y hasta el siglo XVIII, los filósofos y pensadores consideraban que  la felicidad estaba ligada a la tragedia, si llegaba era algo casual, de manera que la humanidad impotente, esperaba resignada.

 

Así, en los albores de la humanidad para designar la palabra felicidad, la relacionaban con el azar. Así "happiness" para designar la felicidad en el idioma inglés, "happ" significa ocasión,   fortuna. En francés, "bonherur", procede de "bon", bueno, y "heur", suerte y fortuna. En italiano, español, portugués y catalán, "felicità", felicidad, "felicidade", "felicitat" derivan del término "felix" del latín, que a veces significa suerte y, otras destino.

 

Durante siglos, el cristianismo asocia la felicidad en la esperanza de ser feliz en  la otra vida, en recompensa de todo tipo de sufrimientos terrenales.

 

Por fin, en el siglo XVIII, en la época de la Ilustración, con las mejoras en la agricultura, la disminución de las hambrunas, con  una política sanitaria, y el comienzo de la revolución industrial,  filósofos como Voltaire y Rousseau afirman que la felicidad no es un capricho del destino, ni tampoco un don divino, sino algo que todos deberíamos alcanzar en la Tierra, aquí y ahora.

En la Declaración de los Derechos del Hombre (Francia, 1789) establece el derecho a la "felicidad de todos". Los seres humanos iniciaron una búsqueda de la salida del laberinto, que hoy día aún continúa, y además sabiendo que la felicidad es mutante, es decir, la dicha de nuestros abuelos no tiene nada que ver con la nuestra.

 

 

La felicidad

"La palabra "felicidad" perdería su significado si no estuviera equilibrada por la tristeza"

CARL GUSTAV JUNG (Psiquiatra, Suiza 1875-1961)

 

En el apartado anterior he descrito la búsqueda de la felicidad en 2.500 años y por ello cada vez tenemos más datos sobre ella, así los neurocientíficos dicen haberla visto a través de un monitor, en forma de ondas cerebrales gamma, los filósofos siguen la huellas de los textos clásicos, y los monjes budistas dicen sentir su presencia con la meditación, y los psicólogos sostienen (corriente psicología  positiva)  que la felicidad debe (y puede) construírsela uno mismo mediante técnicas concretas que podemos aprender.

 

La buena noticia es que filósofos, budistas, neurocientíficos, y psicólogos encuentran la felicidad en lugares diversos, pero todos ellos han llegado a dos conclusiones:

- el escenario no es el yo, sino el nosotros

- y esté donde esté, a ser feliz, se aprende

 

Nuestro cerebro es plástico, es decir, la vieja idea que nuestras neuronas no se regeneran y,  que el cerebro se mantiene igual (o peor),  es totalmente falsa. Ahora sabemos que podemos producir nuevo tejido neuronal con acciones externas de estimulación, así como internas (estimulando el pensamiento positivo).

 

Así, el psicólogo estadounidense Martín Seligman creó unos test de fiabilidad comprobada que mide el grado de felicidad de una persona. Para Seligman, "la felicidad consiste en crear una vida que contenga momentos placenteros, dedicación y compromiso con la labor que uno desempeña, y un propósito vital que trascienda a uno mismo".

 

Seligman, ha diseñado una serie de ejercicios que entrenan la capacidad para ser feliz.

 

 

¿COMO SALIR DEL LABERINTO?

Para mí, el hilo que dejaba Teseo para salir del laberinto, y siguiendo con mi artículo anterior, es la BIBLIOTERÁPIA, es decir,  la lectura de libros solventes sobre este tema. De entrada os diré que hay mucha literatura sobre este asunto de la felicidad, nuestro error es que leemos poco, o leemos otras lecturas no trascendentales, uno de de los autores es  Martín Seligman que os acabo de mencionar, o también Lou Marinoff, y porque no, continuar con al psiquiatra español Enrique Rojas Montes, que también lo cité en mi entrada anterior. Este, último apunta, que la felicidad absoluta no existe, y da unos preciosos consejos para salir del laberinto de la vida hacia la salida, la felicidad.

 

Primer consejo: "Buena salud y mala memoria", la mala memoria que  menciona se  refiere a que "debemos superar las heridas del pasado".

 

Segundo consejo: "Descubrir y valorar los  momentos en que  somos felices en lo personal y dentro de nuestro entorno". La felicidad no depende de la realidad,  sino de la interpretación que tú haces de ésta, y que nos conduce "ha estar contento con uno mismo".

 

Tercer consejo:"Voluntad fuerte", capacidad para poner metas asumibles, con las herramientas de la "inteligencia instrumental": orden (frente el caos),  constancia, voluntad y motivación. Todas estas herramientas se puede aprender y mejorar.

 

Cuarto consejo: "Conseguir un buena relación entre el corazón y la cabeza".

 

Quinto consejo: "Trazarte un proyecto de vida coherente", apoyándote en cuatro patas:

- El amor, en el sentido amplio de la palabra: "sin amor no hay felicidad"

- El trabajo: cariño al trabajo bien hecho.

- La cultura, es  básica, y nos conduce a la libertad

- La amistad, son las relaciones con amigos íntimos, no,  con conocidos, compartiendo la afinidad, la donación y las confidencias,  y cita una frase del Sancho Panza que dice: "Amigo que no da y cuchillo que no corta, aunque se pierda no importa", y otra del propio Don Quijote, que dice: "Cada uno es hijo de sus obras".

 

Y sus conferencias sobre la felicidad  las suele acabar recitando unos versos de Jorge Manrique (coplas a la muerte de su padre), recitando:

Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte,
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte

 

 

El "Laberinto de Horta" (Barcelona)

El otro día fui a visitar una vez más el "Laberinto de Horta" y allí poder reflexionar sobre este tema y acabar este artículo

En la entrada del laberinto nos encontramos con un relieve de mármol con Ariadna y Teseo, en el instante que ella le entrega un ovillo  a su amado, para que éste vaya desenrollando el hilo,  y de esta forma pueda  encontrar la salida, una vez haya matado al Minotauro de Creta.

Afortunadamente,  este laberinto diseñado por el  arquitecto italiano Domenico Bagutti,   no es tan complicado como el que construyó Dédalo. Así, lo corroboran los versos que se leen en  la placa:

“Entra, saldrás sin rodeo,
el laberinto es sencillo,
no es menester el ovillo
que dio Ariadna a Teseo”

No obstante, puse en marcha en marcha el Google Maps de mi móvil, y una grata sorpresa te la  encuentras en el centro de laberinto, es la escultura de Eros (Cupido) el dios del amor. Acordaros, sin amor no hay felicidad.

A la salida del mismo volví a recodar el mito de Teseo, en el momento que este regresa a Atenas, en un barco que siempre llevaba las velas negras, y que Egeo el padre de Teseo,  hizo prometer al capitán de la embarcación que  cambiara las velas negras por blancas en el caso de que su hijo hubiese salido con vida del laberinto.

Lo cierto fue que, el capitán no se acordó de su promesa, y cuando Egeo vio las velas negras en el puerto de El Pireo, pensó que su hijo había muerto,  y se suicidó arrojándose al mar. Desde entonces ese mar tomó el nombre de Mar Egeo.

Este final nos ilustra de que para ser feliz debemos tener cariño a nuestro trabajo, al trabajo bien hecho, cosa que no hizo el capitán del velero, y que tuvo remordimientos toda su vida, y también que Egeo no practicó el cuarto consejo del maestro Enrique Rojas: "Conseguir una buena relación entre el corazón y la cabeza". Yo,  por mi parte me he apliqué  el segundo consejo, y en aquel momento me sentí feliz.

 

 

Notas:

1ª La  primera imagen que he insertado en este escrito, es un  detalle de la pintura: Teseo y Ariadna, obra de Maître des Cassoni Campana (1510-1525), y que  actualmente se encuentra en el ”Musée du Petit Palais” en Avignon, Francia


La segunda  imagen corresponde a la pintura de Goya: "Baile a orillas del Manzanares" (1776-1777). Museo del Prado (Madrid)

  Hay un pasaje inolvidable en la literatura, sobre el caminar hacia  un objetivo alcanzable o caminar si rumbo como lo hace la protagonista de "Alicia en el país de las maravillas" (Lewis Carol, 1865):

-¿Podría usted indicarme la dirección que debo seguir desde aquí?

-Eso depende- le contestó el Gato- de adónde quieras llegar.

-No me importa adónde....-comenzó a replicar Alicia.

- En este caso,  tampoco importa la dirección que tomes- le interrumpió el Gato.

-...Con tal de llegar a algún lado- añadió Alicia.

-Eso es fácil de conseguir- exclamó el Gato- ¡No tienes más que seguir andando!

4ª He colgado en este  blog, después de haber renovado su presentación, mi segunda novela empresarial: "La toma de decisiones en  la empresa", que también sirve para  resolver las alternativas  del laberinto  con el  que nos enfrenamos durante nuestras vidas. Una historia que relata mi visita real a Florencia en el año 2009  y  con las visitas diarias que hice por  la ciudad y a  sus alrededores, la Toscana. la ficción  son los personajes que me acompañan en la trama de la fábula empresarial.


Si lo queréis hojear hacer clic en  la portada que está situada  en el blog en la  versión ordenador o web,  también lo podéis hacer con el móvil,  la dirección es:

https://organizacioncalidad.blogspot.com

y para el móvil, pulsar luego "Ver versión  web"

No hay comentarios:

Publicar un comentario