lunes, 3 de febrero de 2014

LA LOMCE Y LA EMPRESA


“El éxito de una empresa pasa por la Universidad”(1)


La primera revolución industrial fue la creación de fábricas y medios de producción,  la segunda, la organización del trabajo con las corrientes del taylorismo, del fordismo y del estajanovismo (2),  la tercera y actual revolución industrial,  se caracteriza por la utilización de la información y el conocimiento a gran escala dentro del sistema empresarial.


La primera revolución industrial provocó una división social en torno a la propiedad, la segunda en torno a la autoridad, y la tercera divide a los trabajadores en cualificados y no cualificados. Aunque los doctos señalen que el problema del paro  es  porque la mayoría de ellos son trabajadores no cualificados, la realidad es que  la demanda de trabajo es escasa para ambas categorías, al ser la demanda casi nula, existe hoy día una  emigración masiva del personal cualificado, es decir, parte del talento de nuestros jóvenes se va al extranjero.


Para los amantes de la organización de empresas, saben, que hay una alta correlación entre la formación de los trabajadores y la productividad de la empresa, a más formación, más productividad. Siendo ésta última un factor clave en la rentabilidad de las empresas.


El fracaso escolar y la LOMCE


Según los datos publicados por la Oficina Europea de Estadística (EUROSTAT), el  24,9 % de los jóvenes españoles de entre 18 y 24 años no cursaban ningún tipo de ciclo educativo ni de formación en 2012, lo que coloca a España a la cabeza de la Unión Europea en abandono escolar y con un porcentaje que dobla el 12,8 % de la media europea.


En el caso de España, el 24,9 % de abandono escolar (frente al 15 % que debe tener en 2020)  afecta más a la población masculina que a la femenina. El 28,8 % de los hombres de entre 18 y 24 años dejaron prematuramente sus estudios en España en 2012, mientras que ese problema afectó a un 20,8 % de las mujeres en el mismo tramo de edad.


EUROSTAT también ha examinado el número de titulados superiores entre los jóvenes de entre 30 y 34 años de edad en la Unión Europea, en donde España (con un 40,1 %) sí se sitúa por encima de la media europea (35,8 %) y se acerca a su objetivo nacional del 44 % en 2020.


Esta última estadística de los titulados superiores son los únicos que colman el objetivo del aforismo con que he empezado este escrito.


En los últimos 35 años de democracia hemos convivido con siete leyes de educación. La última que habremos de implantar la capitanea el ministro del ramo José Ignacio Wert y se titula Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE). A mi modo de ver, me  parecen muchas leyes para el espacio de tiempo que he mencionado, y el plan de estudios a mi juicio deja mucho que desear para prolongarse en otro gobierno de diferente color.  Por ejemplo, se elimina la Ética de 4º de ESO, la única asignatura de carácter filosófico que había para los estudiantes de ESO, y convierte en asignatura optativa la tradicional “Historia de la filosofía” de 2º de bachillerato.

Pero esto será el tema de mi próximo post del lunes que viene.


Notas:

  1. Esta frase la menciono en mi novela “Una fábula empresarial” en la página 63.
  2. Movimiento ideado para aumentar la productividad laboral, basado en la iniciativa de los trabajadores. La palabra deriva de Stajanov 1906-1977, minero soviético, que batió el récord de extracción de carbón.

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